Marcelino arranca fuerte: "No me llamo Salvador, si esta plantilla ha tenido 3 entrenadores es responsabilidad suya"

De Marcelino y el Villarreal durante los últimos años se han dicho muchas cosas. Que todavía se llevaba mal con la familia Roig (cuando no era así), sus repetidas vinculaciones a regresar al club amarillo cada vez que salía un entrenador, la buena relación que tenía con muchos jugadores de la plantilla... Pero él hasta el momento siempre se había mantenido en silencio. Hasta hoy.

El asturiano se sometió por primera vez a las preguntas de los periodistas ya como primer entrenador del Villarreal y, como es habitual, no dejó indiferente a nadie. Desde el minuto uno el técnico asumió la felicidad que ha levantado su llegada pero lanzó un mensaje claro: él no hace milagros. Y lo dijo literalmente: "Soy Marcelino García, todos me conocéis como Marce, pero no me llamo Salvador ni me apellido Milagros. La situación es muy difícil, pero la plantilla es buena, si no creyese en la plantilla hoy no estaría hablando aquí delante de todos vosotros" explicó.

Esas palabras las dijo Marcelino después de emocionarse. Emocionarse no solo por volver a la que fue su casa, sino por rememorar su etapa en Villarreal. Desde la discusión con Fernando Roig hasta la pérdida de su padre cuando entrenaba al club: "No pensaba hace muy poco tiempo que pudiera darse esta circunstancia pero la vida nos lleva a encontrarnos otra vez a lugares donde estuviste muy feliz. Aquí pasé casi 4 años maravillosos personal y profesionalmente, vivimos momentos de dificultad (perdió a su padre). Todo me viene a la mente. Tuvimos una discusión, por disparidad de criterios, por mucha ambición, pero cuando pasa el tiempo uno se queda con lo bueno".

De hecho 'Marce' insistió en esa idea: "La discusión fue por tener excesiva ambición tanto ellos (los Roig), como yo. Esa ambición afortunadamente la hemos mantenido, el Villarreal ha crecido como club y yo como entrenador, pero esta vez esperemos no discutir", señaló. A partir de ese momento de emotividad, el Marcelino más 'cañero' apareció.

Primero, porque no quiso regocijarse en el reencuentro con Dani Parejo pese a la amistad que les une y, aunque admitió su gran amistad con él, señaló que le exigirá igual que al resto. Segundo por el 'palito' que le tiró a su plantilla y que confesó haberles dicho a la cara: "Si en noviembre, en 4 meses de competición, soy el tercer entrenador del Villarreal no es solo responsabilidad de los entrenadores, también de ellos", relató al respecto.

Tercero porque quiso bajar las expectativas: "La situación no es nada fácil. Agradezco que me vean como el fin de la crisis porque la gente me vea tan capaz, pero no tengo una varita mágica". Eso sí, concluyó esa parte 'cañera' con un capote a su equipo: "Queremos convencer a los jugadores de que son mejores de lo que la clasificación muestra. Yo no sé qué tengo que hacer para que levanten el nivel, solo sé que hablo con ellos y sobre todo les exijo trabajo, pero no sé qué hacer para que metan goles", comentó.

Este medio desveló que la llegada de Marcelino supondrá una revolución en la plantilla que si no es en invierno, será en junio. Lo que está claro es que el club se reforzará en el mes de enero, algo que pese a que ya se ha hablado, el asturiano no quiso mencionar: "Antes de tomar decisiones quiero conocer el nivel de todos los futbolistas, siempre que empiezas en un equipo te llevas sorpresas positivas y negativas, espero que haya pocas negativas", relató.

Sobre si ese tema se trató con los Roig tampoco quiso entrar, pero sí dejó la puerta más que abierta para hacerlo pronto: "Nos conocemos lo suficiente para no hacer ese tipo de comentarios de fichajes durante mi negociación. Pero en la vida siempre el tiempo es el que determina los momentos. Ahora toca conocer a la plantilla, trabajar y ganar. Luego como somos ambiciosos hablaremos de eso", concluyó.