Marcelino ya es número uno en la Europa League con ayuda del VAR
El Villarreal logra una victoria al límite del VAR ante el Rennes y evita los dieciseisavos y un rival Champions.

Victoria de empaque del Villarreal CF, la primera de la etapa Marcelino. El conjunto castellonense se impuso en Francia al Rennes por 2-3 en un encuentro loco en el que los amarillos sellaron su liderazgo del grupo en la Europa League y evitan así jugar los dieciseisavos de Europa League y el correspondiente rival Champions que acompañaría a esa eliminatoria. El submarino volvió a ser una lágrima, pero esta vez Gerard Moreno, Baena y Parejo se impusieron a todos los contratiempos.
La primera parte cambió a partir de la media hora. Los primeros 30 minutos fueron un cúmulo de posesiones vacías del Rennes e intentos de contraataques del Villarreal sin éxito. En una de esas, Álex Baena rompió a la defensa local y provocó una falta que, tras revisión del VAR, fue señalada como pena máxima. Gerard Moreno como es habitual transformó el penalti, pero ahí empezó el lío.
Porque si es habitual que Gerard marque goles, también lo es que lo haga con su habitual celebración sacando la lengua y tirándose de las orejas. Al hacerlo, el árbitro le sacó amarilla y ahí empezaron las protestas, quejas, desconcentración... Que llevó a que el Rennes empatara al minuto. Tan pronto como sacaron de centro, con un envío largo a Assignon, el atacante anotó el empate.
Al descanso se llegó tras varios piques entre jugadores, pues la errónea decisión arbitral tensó el encuentro. Pero en los segundos 45 minutos Marcelino demostró por qué es el número uno: el Rennes mantuvo sus posesiones vacías, pero Marce retrasó a Gerard Moreno casi a un centrocampista más y el delantero hizo su magia. A través de sus pases en profundidad llegaron las mejores ocasiones y el gol.
Avisó Baena con una vaselina que atajó Mandanda de manera sobresaliente. A la segunda, Ilias no falló y tras recibir un gran envío de Gerard, encaró y fusiló la meta de Mandanda a quien un rebote en un zaguero despistó. El Villarreal pudo matar el partido a través del propio Gerard, pero con todo a favor tras un córner y ya sin portero, el catalán no logró rematar bien y la envió fuera. Lo que dio vida a los franceses y dio inicio a la locura final.
La defensa del Villarreal siempre da una nueva oportunidad
El Villarreal no mató y el Rennes revivió. No porque lo intentara con ocasiones clarísimas, sino porque a nivel defensivo Marcelino todavía tiene muchísimo trabajo por delante y el gol del 2-2 fue el mejor ejemplo. Una triangulación lenta, relativamente lejos de la portería y sin acciones al primer toque, acabó en el gol de Blas que remató desde la frontal del área absolutamente solo. El cuero rebotó en Albiol lo que lo hizo aun más imparable.
Pero si la defensa del Villarreal es floja, el ataque es de Champions. Lo es Dani Parejo, lo es Álex Baena y lo es Gerard Moreno, y a través de ellos nació el definitivo 2-3. Gerard buscó a Baena, Baena a Parejo, Parejo abrió a banda a Gerard, quien devolvió al de Coslada ya en la frontal del área, Baena apoyó la pared del centrocampista y este acabó rematando fuerte y raso la portería de Mandanda para anotar el 2-3.
El partido parecía sentenciado, pero la defensa del Villarreal siempre te da una nueva oportunidad cuando crees que ya ha acabado todo. Una falta botada por Le Fée se estrelló en el larguero, el rechace le cayó al propio Le Fée y esa misma acción acabó en el gol de Assignon... ¡Que fue anulado! El mencionado Le Fée recibió el cuero tras el rechace en el palo de su propia falta sin que la tocara nadie, lo que según el reglamento es infracción y supuso que se anulara el tanto y el Villarreal pasara como primer de grupo.