De Marcos rozó la retirada en 2023 pero las charlas con Valverde y sus más cercanos le cambiaron la vida
El capitán rojiblanco estuvo cerca de dejar el fútbol la temporada anterior y pasó a conseguir el ansioso título de Copa y, por tanto, subirse a la Gabarra.

Hay decisiones que te cambian la vida sin saberlo. Esto mismo le pasó a Óscar de Marcos en plena primavera de 2023, cuando el Athletic caminaba rumbo a una nueva final copera y seguía en busca de poder regresar a Europa tras años de decepciones por haber rozado el objetivo. Era la primera temporada de Ernesto Valverde en esta exitosa tercera etapa en el banquillo rojiblanco y la decimocuarta temporada del lateral en el club. Lo jugaba absolutamente todo, pero estaba cansado mentalmente de la exigencia que supone estar siempre a disposición del equipo, sobre todo, cuando tu cuerpo ya no es el mismo que en los primeros años de carrera. Era el momento de dejarlo, o al menos así lo sintió por momentos.
Algo cambiaría y convertiría después a De Marcos en el jugador de la historia del club con más renovaciones. Lógico, teniendo en cuenta que desde 2021 ha firmado siempre vínculos con un año de caducidad, pese a que el club le ha puesto sobre la mesa propuestas mayores. Su obsesión era analizar cada curso su rendimiento físico, sin hipotecar al club, y también sus sensaciones personales. De hecho, ya durante la temporada 2020-21, jugando con los campos vacíos y con problemas en su tobillo derecho, pensó en que aquella podía ser su última campaña, pero la llegada de Marcelino García Toral espoleó sus ilusiones y le hizo firmar un contrato hasta junio de 2022. Vendrían más.
Fueron todos años de muchas dudas. Ni sus más cercanos sabían realmente si colgaría las botas a final de cada curso. Siempre más cerca del adiós que de la continuidad, hasta que le acababan convenciendo de que lo mejor era seguir alargando una carrera de leyenda. 2023 fue un año complicado y allí fue la primera vez que, de verdad, sintió que había llegado el momento y por primera vez lo verbalizó públicamente. "Lo decidiré más adelante porque tengo dudas y se va acercando mi final. No son solo las piernas o el estado físico, también el estado anímico es muy importante. Nunca sabes si es buen o mal momento, pero pondré todo en la mesa y tomaré una decisión", sorprendió tras un encuentro contra el Almería. Internamente, pensaba que había llegado el momento.
Uno de sus mejores amigos dentro del fútbol, Markel Susaeta, fue uno de los que más le animó a seguir. "Tuvo un momento así un poco de bajón, el equipo tuvo un par de resultados negativos cuando él estaba decidiendo si seguir o no, y yo solo le preguntaba si estaba bien físicamente. Lo que hice fue animarle porque estaba un poco de bajón por esos resultados y un par de, no malas actuaciones, sino dos errores puntuales que le hicieron darle más vueltas de lo normal a la cabeza. Yo vi que a eso se podía dar la vuelta en un partido y así fue. Se liberó", recordaba 'Susa' en exclusiva con Relevo.
Esa temporada fue en la que Osasuna eliminó al Athletic en semifinales de Copa y, sobre todo, Abde le amargó en el encuentro de ida. Aunque tenía una oferta de renovación del club, como ha tenido todos los cursos, estaba decidido a dar un paso al costado. Ernesto Valverde, con quien mantiene una relación mucho más allá de lo profesional, le hizo ver que su continuidad era necesaria para el club y para el propio jugador. "Esta vez no me ha intentado convencer", dijo ayer, desvelando que otros años sí hubo más debate. "Años atrás habíamos hablado más y habíamos debatido más, pero esta vez cuando se lo dije lo entendió y me respetó mucho".
"Llevamos años hablándolo, desde su primer año. Ha visto todo el proceso y hemos hablado cada mes". Valverde siempre ha tenido claro su peso en el equipo. No solo por lo futbolístico, también por lo emocional. Aplazó la decisión y, finalmente, firmó el 23 de mayo una renovación por un curso más, hasta junio de 2024. "He tenido dudas, quizá demasiadas y durante bastante tiempo", reconoció. "Nunca sabes cuándo es el momento de acabar. Le puede pasar a un músico, que nunca sabes si tocar una más, y en mi caso se da un poco así. No sabía si este era el momento de retirarme", reflexionaba, temeroso también por poder acabar mal en el club o con la sensación externa de que alargaba su carrera. Ni mucho menos porque lo que llegaría sería el mejor premio a su carrera deportiva.
Aquella decisión de renovar hizo que formase parte de la plantilla que ganó la Copa del Rey y sacó la Gabarra a la Ría del Nervión. Un logro por el que había peleado 15 años y que había rozado con las finales de Copa 2012, 2015, 2020 y 2021, además de la de Europa League perdida en 2012. "Después de tantas finales que habíamos perdido, teníamos una mochila muy cargada de responsabilidad y el poder conseguir, no solo por nosotros sino por todas las generaciones, fue un peso muy grande que me quité a nivel personal". No retirarse le permitió ser campeón y levantar, junto a Iker Muniain, un trofeo que le regaló uno de los momentos más importantes: "Junto a mis hijos, hoy es el mejor día de mi vida", lanzó desde el ayuntamiento, haciendo un gesto hacia la zona en la que se encontraba su familia.
Con el título de Copa bajo el brazo, ahora sí era momento de dejarlo. Sin embargo, Raúl García anunció su adiós días después de la celebración y, poco después, Muniain le comunicó que él también se iría de la entidad y el brazalete pasaba a su brazo. Una decisión que le removió por dentro y le hizo entender, también tras charlar con el técnico y con la entidad, de que el Athletic le necesitaba un año más para que el vacío no fuese tan grande y le diese tiempo a los próximos capitanes. "Cuando supe que Muniain no seguía, empecé a dudar".
Renovó hasta junio de 2025 convencido de que esta sí que sería la última temporada. Y ahora que es oficial algo que tiene decidido desde hace meses, solo queda esperar para saber si se despedirá subido a la Gabarra por ganar la Europa League y con la clasificación a la próxima Champions League. "Al lío", como dijo él mismo al acabar su emotivo discurso a los compañeros.