REAL MADRID - ATHLETIC

Por qué Martínez Munuera anuló el gol de Vinicius por el fuera de juego de Endrick

El colegiado consideró que el delantero brasileño influía en Paredes. El semiautomático tardó tres minutos en decidir.

El fuera de juego de Endrick./
El fuera de juego de Endrick.
Jonás Pérez

Jonás Pérez

No podía faltar la polémica en el enfrentamiento entre Real Madrid y Athletic Club en el Santiago Bernabéu. Cerca del minuto 80 de encuentro, Vinicius marcó un gran gol tras recortar a dos rivales y definir con precisión al palo corto. Los jugadores blancos celebraron con rabia, pero Martínez Munuera se llevó la mano al oído, haciendo ver que algo ocurría. Efectivamente, el VAR, liderado por Cordero Vega, estaba estudiando la posibilidad de que en la jugada previa, Endrick estuviera adelantado. Cosa que finalmente se señaló con tres minutos de revisión, un enfado multitudinario del Bernabéu y una revisión en el monitor.

En una cabalgada por el costado derecho, Fede Valverde pone un centro al interior del área al que intenta llegar Endrick. En una riña con Paredes, finalmente es el central del Athletic el que se impone y despeja el esférico. Había dudas de si el delantero brasileño contacta con el zaguero visitante o incluso si es él mismo el que toca el esférico, pero todo ello es absolutamente insignificante a la hora de juzgar la acción. Lo cierto es que el '16' madridista condiciona el movimiento, el despeje y la acción en su conjunto de su adversario, por lo que es motivo más que suficiente para señalar fuera de juego posicional.

Precisamente ese fue el motivo por el que Martínez Munuera tuvo que ir a ver la acción al monitor previo aviso de Cordero Vega. La demora del VAR no fue por ese motivo, sino porque era necesario comprobar con certeza de que el brasileño, en una posición ajustadísima, estuviera efectivamente adelantado. Una vez lo supieron, le comunicaron al colegiado que así era y que fuera él el que juzgara si tenía incidencia o no en la acción.

Pese a que pudiera existir unanimidad en torno a que sí influyó, el protocolo marca que el colegiado debía verlo en la pantalla.

La acción también reflejó las costuras del sistema del fuera de juego semiautomático, que se demoró hasta tres minutos para comprobar la posición de Endrick. Era difícil, sí. Lekue, el que tapaba el centro de Fede Valverde en la derecha, era el que más próximo estaba al delantero madridista. Los muñecos en tres dimensiones presentados justo después reflejaban una ínfima distancia entre ambos. De hecho, la punta de la bota es la que decidió lo que podía haber sido una jugada trascendental en la batalla por LaLiga. También había dudas sobre si podía estar por detrás del balón. Todo se decidió al milímetro y con frustración con el reloj. Hasta el propio Kylian Mbappé, desde su palco, se señaló la muñeca para protestar por todo el tiempo que se estaba perdiendo.

Solo unos minutos después, en el 87', el Real Madrid pidió desesperado penalti por una patada de Unai Núñez a Jude Bellingham cuando este intentaba rematar. El colegiado no lo consideró y tampoco el VAR. Los ánimos caldeados del madridismo finalmente amainaron tras un gol monumental de Fede Valverde que salvó los muebles y les mantiene vivos en la lucha por LaLiga.