Mateu Alemany marcó terreno con Dembélé y abrió la puerta a "la bomba" de Ramón Planes
Un año atrás, el francés anunció que se marchaba al Paris Saint-Germain. Aquella dolorosa salida facilitó la promoción de Lamine Yamal al primer equipo.

Annapolis.- Hace un año, Ousmane Dembélé se presentó en el Allegiant Stadium de Las Vegas encapuchado y sonriendo, como si nada fuera con él. Un par de días antes, mientras el equipo comía en Dallas antes de enfrentarse al Real Madrid, en una conversación con el staff de Xavi Hernández reconoció la motivación que sentía por la temporada que les esperaba y su esperanza en luchar por la Champions. Unas horas después les anunciaba que ficharía por el Paris Saint-Germain.
El francés siempre fue un personaje indescifrable, tanto dentro como fuera del campo. Cuando Xavi regresó a Can Barça, en su presentación aseguró que Ousmane podía llegar a convertirse en "uno de los mejores del mundo en su posición". Le pulió, le construyó un sistema para brillar y el francés, a pesar de que nunca dejó atrás los periodos de irregularidad, alcanzó el pico de su carrera. No lo ha igualado en la Ligue1.
Su último servicio al club, siguiendo el camino de Neymar, fue un gol al Madrid en la gira estadounidense. Durante aquellos días, primero en Dallas y luego en Las Vegas, se vivió una situación que rozó lo surrealista. Primero por el cambio de parecer de "Ous". Luego, porque el Barça amenazó a su representante a recurrir a la vía legal por la interpretación de una cláusula del contrato. Se firmó que en caso de salida por 50 millones, lo estipulado para su liberación, ambas partes se repartirían el monto, pero el Barça consideraba que unos términos -confidenciales- no se cumplieron.
Mateu fue el primero que optó por dejarlo ir
Aun así, el club trató de renovar a Dembélé, llevaba meses haciéndolo. La decisión de intentar retenerle fue una herida que se abrió en Mateu, partidario de buscar una cara nueva desde el primer momento. Y hasta reconociéndolo públicamente en alguna entrevista. Durante las semanas previas a la explosión del caso, el representante rechazó y pidió unas cantidades "totalmente fuera del mercado, injustas para el club y para Xavi", según contaron fuentes del club.
El agente pedía condiciones "de jugador de talla mundial", una valoración que distaba mucho de la que tenían en la comisión deportiva. Se trabajó en la renovación de Dembélé pero con una promesa: "no volver a cometer irresponsabilidades" a nivel salarial. Y Mateu Alemany la cumplió. En parte, porque sabía quiénes crecían en La Masia. Incluso Ramón Planes, uno de sus predecesores, se desplazaba los fines de semana a la Ciutat Esportiva para ver a Lamine Yamal. "Es una bomba, les adelantará a todos", solía comentarse en los despachos donde trabajaban Planes y su gente de confianza.
La salida de Dembélé supuso una vía libre para Lamine. Unos meses atrás ya se había permitido la salida de Ilias Akhomach, otro de los que opositaba al primer equipo a largo plazo, para que Lamine tuviera el camino despejado. Lo que pocos esperaban es que debutara a los 15 años. Y eso que Xavi lo tenía controlado desde mucho antes, pero prefirió esperar. Del mismo modo que el Barça abordó la dolorosa salida de Neymar acudiendo con todo al mercado, Mateu prefirió mantener la cabeza fría ante la marcha de Dembélé. Un año después, Lamine, que jugó un par de ratitos en la gira de 2023, espera a sus compañeros en Barcelona con la Eurocopa bajo el brazo.