Matthäus alza la voz y señala sin tapujos a Rüdiger: "Tiene un historial de libertad condicional..."

Rüdiger protagonizó, para mal, una de las imágenes de la final de la Copa del Rey. Ocurrió cuando el De Burgos Bengoetxea, árbitro del choque, se disponía a pitar el final del encuentro, rodeado por varios jugadores del Real Madrid. En ese momento, el central alemán enloqueció y, después de lanzarle cinta de esparadrapo, intentó hacer lo propio con el vendaje de hielos que portaba en ambas rodillas. Las imágenes no pasaron desapercibidas y el defensa se expone a una sanción de entre cuatro y doce partidos, por lo que no volvería a jugar en Liga este curso.

De Burgos Bengoetxea, en el acta, recogió lo sucedido: "Lanzar un objeto desde el área técnica sin llegar a alcanzarme. Tras ser enseñada la tarjeta roja, tuvo que ser sujetado por varios miembros del cuerpo técnico, mostrando una actitud agresiva". Aunque el germano se disculpó horas después ("no hay excusa para mi comportamiento"), se espera un severo correctivo que oscila entre los cuatro y los doce encuentros de sanción. En Alemania, Matthäus ha sido uno de los más críticos con el futbolista del Real Madrid: "Estaba loco. Ya no podía controlarse y sus compañeros tuvieron que calmarlo y sujetarlo con mucha fuerza. Lo sujetaron como a un luchador para evitar que entrara corriendo al campo".

"Sus compañeros [los que le frenaron] evitaron que algo peor sucediera", añadió el exfutbolista teutón, voz autorizada en Sky Sports Alemania. "Fue un auténtico arrebato, y creo que de no haber sido por los tres o cuatro jugadores y el personal de apoyo, habría atacado al árbitro", continuó, repasando lo ocurrido. Además de poner en el foco su actitud en la final de la Copa del Rey, no dudó en recordar sus gestos (cortándose el cuello) en el Metropolitano, cuando el Madrid selló su pase a cuartos de final de la Champions tras una tanda de penaltis agónica: "Tiene un historial de libertad condicional. Fue hace unas semanas en el partido contra el Atlético de Madrid, donde hizo un gesto similar, como cortarse la cabeza, a la afición después del partido".

"Los derbis siempre son emotivos, por supuesto, pero no estuvo a la altura. En la final de Copa, no duró solo cinco segundos; duró un minuto o dos y medio", agregó, visiblemente molesto con la actitud de su compatriota, que tampoco ha pasado desapercibida en Alemania.

Por último, Matthäus se atrevió a pronosticar la duración de la sanción y habló de "dos dígitos": "Si le dan cuatro semanas, no le pasará nada. Creo que más bien serán dos dígitos, porque lo que hizo ayer, no solo contra el árbitro, sino también contra sí mismo, porque es un jugador de su selección y debería ser un modelo a seguir, ayer se olvidó por completo. Se disculpó, por supuesto; probablemente lo sienta, pero llegó un poco tarde, y preveo que será una sanción XXL".

El director deportivo de la selección alemana, preguntado sobre la actitud del central, dijo: "Toni es un jugador de primera clase, pero como jugador internacional también tiene que mostrar clase en su comportamiento. Exige con razón respeto para sí mismo, y también debe mostrar ese respeto a los demás sin excepción. Toni es un futbolista excepcional y un tipo muy emocional, un luchador sobre el terreno de juego. Debe seguir siéndolo. Pero en este caso, él y algunos de sus compañeros se dejaron contagiar demasiado por el ambiente extremadamente caldeado que inexplicablemente había reinado en el club antes del partido [el relación a la guerra árbitros-Madrid en la previa]".

Del mismo modo, Völler confirmó que el futbolista del Real Madrid se puso en contacto con Julian Nagelsmann para hablar sobre lo ocurrido: "Eso es inaceptable, sobre todo para un internacional alemán. Toni tiene que cambiar en ese sentido, y él mismo lo sabe. Toni se puso ayer en contacto con Julian [Nagelsmann] y conmigo, y hablamos largo y tendido sobre la situación".