Mbappé ya es la "granada de mano" que fichó el Real Madrid y el capitán que pidió Florentino Pérez

El Real Madrid salió airoso de un partido 'trampa' en La Cerámica. Y gran parte de la culpa la tuvo Kylian Mbappé. El delantero galo del conjunto blanco sentenció al Villarreal con un doblete demoledor, que le sirvió a los suyos para remontar y situarles líderes de la Liga, a la espera de lo que ocurra en el partido entre el Barça y el Atlético de Madrid en el Metropolitano.

Mbappé propulsó al cuadro de Carlo Ancelotti con sus goles, en un día en el que prácticamente fue la única referencia merengue arriba, con la suplencia de Vinicius Júnior. El astro de Bondy firmó un encuentro sensacional, ofreciendo siempre aire a sus compañeros mientras defendían, y generando peligro continuo pese al dominio del Villarreal.

Su choque recordó a una frase que pronunció un directivo del Real Madrid justo antes de ficharle. "Mbappé es una granada de mano en la mochila. ¿El partido no se desatasca, estamos jugando mal? Tenemos una granada en el campo". En La Cerámica Kylian funcionó así. Por sí solo, casi sin aliados, sembró el pánico en la zaga rival y se apoderó del marcador cuando su equipo más lo necesitaba.

Con sus dos goles ante Diego Conde, Mbappé ya acumula 20 tantos en Liga, a uno de Lewandowski en su lucha por el pichichi. Además de sus números, el francés dejó unas sensaciones muy poderosas en una semana clave, atendiendo a su personalidad y carácter sobre el verde.

Desde Valdebebas contaban a principios de curso que les llamaba la atención un detalle sobre Mbappé: no se revolvía ante la adversidad, siempre se mostraba afable, tranquilo, sin demasiada preocupación, le fuera mal o bien en el terreno de juego, ni en los partidos ni en los entrenamientos.

Hablaban maravillas de él, pero les inquietaba esa ausencia de 'fuego interno', comparándole con la manera de ser de Cristiano Ronaldo. Sin embargo, a medida que ha ido avanzando la temporada, se han encontrado con nuevas caras del '9' del Real Madrid. Y se han visto en estos últimos siete días. Ha asumido ese rol de capo que quería Florentino.

Contra el Villarreal Mbappé dejó una imagen muy significativa. Bellingham tuvo un rifirrafe con Foyth en la segunda parte, y el francés saltó como un resorte a defender a su compañero. Fue el primero que salió a proteger al británico y a pedirle explicaciones al árbitro, exhibiendo su personalidad.

El miércoles, frente al Atlético, más ejemplos de esta versión de Kylian. Cuando más sufría el Real Madrid, el delantero sorprendió con una carrera titánica para cortar una contra de sus rivales, lanzándose al suelo con todo para arrebatarle un balón a Nahuel Molina. Después, otro episodio en la tanda de penaltis. Antes de que chutara Rüdiger el lanzamiento decisivo, Llorente intentó despistar al alemán y Mbappé irrumpió para impedirlo y se lo recriminó al jugador español. Y también fue uno de los futbolistas que más rápido protestó el doble toque de Julián.

Varios pasajes que evidencian un 'clic' en Mbappé con el Real Madrid, en una semana que empezó con su misteriosa ausencia en los entrenamientos y terminó con el equipo en los cuartos de la Champions y líder provisional de la Liga. Gracias a él.