Qué es una medida cautelar en fútbol y cuándo se aplica

En muchas ocasiones, ser un seguidor del fútbol implica la necesidad de un conocimiento multidisciplinar que nada tiene que ver con lo que sucede en el verde. Aunque influye en él. Porque cuando hablamos de fútbol a veces lo hacemos de medicina, por ejemplo en caso de lesión de algún jugador. Otras, la conversación se centra en términos estrictamente económicos, como las palancas del Barcelona o el fair play financiero. Y a veces es necesario utilizar terminología legal para comprender que está sucediendo con nuestro equipo favorito.

Una figura recurrente a lo largo de la temporada suele ser la aplicación de medidas cautelares en un determinado caso. Esto tiene un impacto determinado sobre el juego, como se pudo observar en el caso de Robert Lewandowski durante la temporada 2022/23. Resumiendo un poco, el delantero azulgrana fue expulsado por doble amarilla en la jornada 14 contra Osasuna. Una fecha que, además, resultaba ser la última antes del parón por la disputa del Mundial de Catar 2022.

El ariete polaco fue sancionado con tres partidos de suspensión, uno por la expulsión y dos por "actitudes de menosprecio y desconsideración hacia los árbitros y/o autoridades". Sobre el papel, Lewandowski se iba a perder el derbi contra el Espanyol, programado para la primera jornada tras el regreso del Mundial. Sin embargo, el '9' culé jugó ese partido. ¿La razón? La aplicación de medidas cautelares.

Una medida cautelar es una herramienta del derecho procesal para asegurar la eficacia de un proceso y la correcta ejecución de una sentencia. Este tipo de medidas se pueden aplicar tanto sobre personas físicas como jurídicas, y se aplican cuando se considera que puede haber alguna posibilidad de que impida el correcto desarrollo del proceso judicial. Una cosa importante de las medidas cautelares es que son siempre temporales y, además, deben estar sujetas al principio de proporcionalidad.

Una medida cautelar, por tanto, se activa siempre que existe el atisbo de duda por parte de los órganos judiciales. En el caso de Lewandowski, una vez conocida la sanción de tres partidos, el Barcelona decidió recurrir ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD) al considerarla injusta. Por ello, hasta que hubiese una resolución definitiva, el Tribunal Central Contencioso de Madrid decidió aplicar una medida cautelar que suspendía la sanción hasta que hubiese una resolución definitiva.

En la práctica, esto implicó que Lewandowski pudo jugar contra el Espanyol, para enfado del club perico, que emitió un duro comunicado al respecto. "Estimamos que no se dan los requisitos para justificar la medida cautelar. Concretamente, la apariencia de buen derecho es especialmente poco defendible habiendo dos sanciones de diferente tipo, tres resoluciones administrativas desfavorables y un acta arbitral con presunción de veracidad que avalan la sanción", argumentó el club catalán.

El internacional polaco jugó, aunque no marcó y el partido finalizó 1-1, lo que se estimó un buen resultado para los blanquiazules, que ejercían de visitantes. Cuatro días más tarde del derbi barcelonés, el TAD ratificó la sanción de tres partidos a Robert Lewandowski, que tuvo que cumplir ante Atlético de Madrid, Getafe y Girona. El Barcelona podía haber recurrido de nuevo, aunque finalmente decidió acatar la decisión.

La gran mayoría de medidas cautelares aplicadas en el fútbol son por casos similares a los de Lewandowski. Esto es, ante una sanción que el club considera injusta o desproporcionada, acude al TAD para recurrirla. Mientras este delibera si el reglamento ha sido bien aplicado o no, puede decretar la suspensión cautelar de la sanción o no. En el caso del Barça, ante la denegación del TAD, acudió al Tribunal Central Contencioso para conseguir dicha medida cautelar. Este órgano, al considerar que la sanción no había sido estudiada aún, decidió conceder la suspensión temporal para evitar "un daño irreparable".

Claro que también existen otro tipo de medidas cautelares, ya que su aplicación es amplia y se puede dar siempre y cuando haya un proceso abierto. Otro caso sonado la pasada temporada, y que también afectó al Barça, fue la inscripción de Gavi como jugador de la primera plantilla. Tras la negativa de Javier Tebas por, según su criterio, el incumplimiento el fair play de la competición por parte barcelonista, el conjunto azulgrana presentó una reclamación que fue aceptada por el juzgado nº 10 de lo mercantil de Barcelona.

De esta manera, se aplicaba una medida cautelar que permitía a los culés inscribir al joven jugador como integrante de la primera plantilla e, incluso, se difundió públicamente su imagen con el dorsal que iba llevar: el número 6. Sin embargo, esta medida fue alzada posteriormente por el tribunal por un defecto de forma: fue presentada fuera de plazo. Afortunadamente para los azulgranas, el Gavi pudo seguir jugando por tener ficha con el Juvenil A. Lo hizo, eso sí, vistiendo el dorsal número 30.