Memphis sí responde y el Atlético sueña con pelear la liga

Noche fría en Madrid, con poca gente en la grada y unos pocos rayistas que llegaron al Metropolitano. El partido que se debía recuperar por culpa de la disputa de la Supercopa de España llegaba en un momento bastante malo para el Atlético, con el derbi ante el Madrid y la ida de semifinales de Copa del Rey ante el Athletic en el horizonte. Y Simeone rotó como no suele rotar casi nunca, dejando en el banquillo a Koke, De Paul, Molina, Lino y, sobre todo, Griezmann.

El Atlético estaba dormido, la gente estaba dormida, todos estaban dormidos, menos Pablo Barrios, que jugando hoy de '5', en el lugar de Koke, pisó la pelota, regateó a tres del Rayo y levantó a los aficionados de sus asientos, poniéndole un poco de picante a un partido que no estaba teniendo nada, pero para eso tuvimos que esperar 25 minutos. Después llegó el gol de Reinildo de cabeza y, en la primera llegada clara del Rayo, el empate de Álvaro García. El descanso llegaba y la noche seguía fría como al comienzo.

En la segunda parte y con los cambios muy rápidos, el Atlético intentó ganar metros, progresar y ser un equipo más rápido con el balón, pero el ímpetu del Rayo Vallecano lo impedía. El equipo de Vallecas, hoy con una camiseta poco habitual, fue por momentos más que el equipo de Simeone. Las líneas iban muy arriba, no se quería acular y ahí estaba el partido, aunque ni Lino, ni Griezmann ni De Paul entraron bien al partido. El que no se fue nunca del partido fue Memphis, que por dos veces marcó, aunque la primera no valió. El neerlandés sigue demostrando que tiene peso en este equipo y que ante la falta de Morata, es importante. Tres puntos más para el Atlético que visitará el Bernabéu con la ilusión de pelear la liga.

De runrún a aplausos. De runrún a gritos. De runrún a aplausos. Vermeeren, con 18 años, debutó en el Atlético de Madrid y ante su gente. Empezó tímido, como hace unos días en la rueda de prensa de presentación, pero se fue soltando. El belga jugó de interior, aunque se movió por todo el centro del campo. Tuvo algunos controles malos que trajeron el murmullo del público y la reprobación de Simeone en la banda, pero poco a poco aseguró pases, tiró desmarques y se fue sintiendo más cómodo sobre el terreno de juego. Algo habrá visto Simeone en él para darle 45 minutos, aunque fue su primer cambio cuando los equipos volvieron del vestuario.

Si además de volver a un nivel físico tremendo, Reinildo le va a solucionar parte de estos partidos a Simeone, es para que juegue de titular casi siempre. Puede sonar muy precipitado o muy atrevido, pero el africano es el defensa más rápido que tiene el Atlético y el que mejor compite en los duelos y balones divididos. Las ganas que transmite el defensa contagia a todos su compañeros y si además marca en acciones a balón parado, es un factor a tener muy en cuenta en otros partidos, especialmente en Champions League.

Al comienzo del encuentro pensaba que las rotaciones iban a ser mejor aprovechadas por algunos jugadores. El gran ejemplo es Ángel Correa, que cumplía su partido número 400 como rojiblanco, una cifra a la que ya habían llegado Oblak, Saúl o Koke, todos compañeros suyos, todos con Simeone en el banquillo. El Cholo no esperó ni a la hora de partido y metió en el campo, de golpe, a Griezmann, Lino y De Paul, para agitar el partido, para presionar, para llevar más peligro a la portería de Dimitrevski y para ganar el partido, porque empatar o perder contra en casa antes de visitar el Bernabéu no entraba en los planes del Cholo.

Llegó, no entrenó, se vistió y debutó. Miguel Crespo llegó procedente del Fenerbahce turco y no le dio tiempo ni a vestirse de corto en la ciudad deportiva vallecana pero sí cruzó toda la M-40 con el equipo para hacer su debut oficial con el equipo de Francisco. Al entrenador no le importó lo más mínimo, porque metió a Crespo en vez de dar ingreso a Trejo, uno de los referentes. El Rayo, fiel a su estilo, siguió trabajando, ganando metros y arriesgando dentro de sus posibilidades, con un Francisco que se lamentaba ante cada situación de peligro que creaba su equipo. El entrenador se terminó yendo expulsado tras protestar el segundo tanto del Atlético por una supuesta falta sobre Chavarría.

Cinco goles en el mes de enero para Memphis Depay, el mes del neerlandés, que respondió siempre que fue necesario. Cinco goles en cinco partidos. Hoy Simeone le dio los 90 minutos de encuentro más los 10 que se jugaron de adicional, algo que no había ocurrido esta temporada todavía y que no ocurría desde el pasado 24 de marzo cuando los jugó con su selección contra Francia. El VAR le anuló uno y el VAR confirmó el segundo tanto. El neerlandés está enchufado y es una grandísima noticia para un Simeone que no tendrá más refuerzos en la delantera ante la no llegada de Kean.