FC BARCELONA

Messi tiene mil caras en este Barça

El club azulgrana aún está acostumbrándose a una figura fija capaz de decantar la balanza.

Barça: año II sin Messi. /GETTY
Barça: año II sin Messi. GETTY
Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

Era dulce y fácil la vida con Messi. Lo fue para el barcelonismo cada tres días durante más de 15 años y también para sus compañeros, acostumbrados a activar la carta del argentino como joker infalible en los momentos clave. El nuevo Barça, todavía en construcción, no cuenta con una figura capaz de resolver ella sola los partidos. Messi solo hay uno, pero en el elenco de Xavi se muestra en múltiples rostros. Cada día en uno diferente.

En los últimos años, sobre todo desde que Neymar se marchó al PSG, el día a día del Barça se redujo a la inspiración de Messi. Un juego ramplón a la espera de que, en un momento u otro, la calidad del '10' decantara la balanza. Leo salvó al equipo en tantas y tantas ocasiones... Su magia lo tapaba todo, por más que el equipo exhibiera cada vez más problemas ante rivales de primer nivel. Sirva como perfecto ejemplo el 3-0 al Liverpool en 2019. Los ingleses incluso pudieron golear en el Camp Nou pero un hat-trick de Messi cambió la película por completo.

Ante un jugador de tanta ascendencia, resultaba inevitable que sus compañeros cayeran, poco o mucho, en la relajación. Algo así como: 'Si fallo esta no pasa nada, ya lo arreglará Leo'. El resultante no fue otro que un grupo con el auto-permiso para liberarse de la presión de tener que marcar las diferencias. El chollo se ha acabado sin el rosarino. Y la plantilla lo va entendiendo.

Raphinha celebra su tanto contra el Betis.  FC BARCELONA
Raphinha celebra su tanto contra el Betis. FC BARCELONA

Un comodín diferente en cada partido

En los últimos encuentros, el Barça ha tenido la capacidad para activar un comodín diferente en cada envite. Si Messi no existe, no queda otra que repartir la responsabilidad. Ayer tú, hoy yo y mañana él. Pero con la idea clara de que el rol de jugador decisivo es cambiante. Frente al Intercity en Copa, Ansu Fati solventó la papeleta en la prórroga. Dembélé dio tres puntos de oro en el Metropolitano. Ter Stegen fue el héroe contra el Betis en la Supercopa, mientras que Gavi brilló en la final contra el Madrid con gol y asistencia. Un solitario tanto de Pedri tumbó a Getafe y Girona, mientras que Raphinha apareció en Sevilla cuando más falta le hacía al brasileño.

La reciente sanción a Lewandowski, que estuvo tres partidos fuera, ha confirmado la democratización del gol en Can Barça. Nadie duda de que es el polaco el auténtico killer del equipo. Sus 14 dianas en 19 jornadas así lo confirman. Pero por más potencial que tenga, Robert no deja de ser más un finalizador que un creador de juego. Así, en partidos atascados en los que no recibe balones, sus compañeros están siendo capaces de aparecer, sobre todo con 0-0 en el marcador.

En lo que va de Liga, Dembélé y Pedri ya suman cinco tantos cada uno. Ansu y Raphinha están con tres, mientras que Ferran, Sergi Roberto y Frenkie de Jong ya han logrado dos. El arma de Lewandowski es un lujo pero no puede ser la única. Xavi lo sabe y ha exigido más gol a sus pupilos. "Es importante que el equipo solvente los partidos sin Lewandowski, que marquen los de segunda línea, los extremos, de estrategia... estoy contento por Ansu Fati, Raphinha, Ferran, Gavi, Frenkie, Kessié... los jugadores han de subir al ataque y marcar las diferencias", remarcaba Xavi este sábado en sala de prensa.

La ascendencia de Leo impactaba en el atrevimiento de sus compañeros

Más allá de lo estrictamente deportivo, la marcha de Leo también ha abierto la posibilidad de que los jugadores de ataque se atrevan más. No porque Messi quisiera canalizar todas las jugadas, sino por que su ascendencia acababa impactando en la toma de decisiones de sus compañeros. Más liberados de esa presión, los atacantes del nuevo Barça saben que tienen menos calidad pero no les queda otra que intentarlo una y otra vez hasta que el balón acabe entrando. A base de insistencia y voluntad, la 'Xavineta' ha cogido velocidad. Sin la magia y estética que aportaba Leo pero con una muy apreciable dosis de amor propio.