Mikel Labaka, el fiel escudero que no le "dora la píldora" a Imanol Alguacil: "Necesitaba soldados para ir a la guerra y él era de esos"
El exfutbolista blanquiazul es la mano derecha del entrenador de la Real en los cinco años que lleva al frente del primer equipo.
![Imanol Alguacil y Mikel Labaka, en un entrenamiento en Zubieta. /Real Sociedad](http://s1.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202312/26/media/cortadas/labakaalguacil-RUckmgbBD3DGg6vW83Ox2AL-1200x648@Relevo.jpg)
Mikel Labaka (Azpeitia, 1980) se ha convertido en el más fiel escudero de Imanol Alguacil en estos cinco años al frente del equipo. Ya lo fue en la temporada y media que convivieron en el filial. Fue el excentral azpeitiarra el primero en dar el salto. Lo hizo en el verano de 2016 para integrarse en el cuerpo técnico de Eusebio Sacristán, ocupando el hueco dejado por Asier Santana. Desde entonces ha venido realizando las funciones de técnico asistente, ganando peso con el paso de los años hasta convertirse en la mano derecha de uno de los entrenadores de moda del fútbol nacional.
Labaka, al igual que Imanol Alguacil, conoce la casa a la perfección de su época de futbolista. Se formó en Zubieta y permaneció en el primer equipo un total de siete temporadas en las que acumuló 181 partidos y marcó 11 goles. Con Imanol al frente del equipo está viviendo una de las épocas más gloriosas de la institución blanquiazul, siempre en un segundo plano, sin alzar la voz, como siempre le ha gustado. Eso sí, cuando tiene que dar su opinión, ahí está para aconsejar a su primero, incluso para llevarle la contraria. "No me dora la píldora. Si hay algo que no le gusta, me lo dice. Somos muy transparentes". Son palabras del propio Imanol Alguacil.
Los que le conocen dicen que ya ejercía de entrenador en su época de jugador. Incluso cuando comenzó su carrera en el Lagun Onak, su equipo de Azpeitia. "La mayoría de nosotros éramos de tercer año juvenil y él era de primer año. Me acuerdo de un partido en Basauri contra el Indartsu, en un campo de arena. Fue un duelo de juego directo y él hizo un partidazo. Cortó todo lo pasaba por su lado. Al terminar el partido me acerqué a él y le dije: 'Mikel, zorionak. Parecías el más veterano y no el más joven'. Seguro que él no se acuerda, pero fue así". Son palabras de su amigo Aitor Zulaika, ahora entrenador del Sporting de Gijón B, pero que también sabe lo que es trabajar en Zubieta de la mano del propio Imanol Alguacil. En opinión del técnico azpeitiarra, eso que mostró ese día, "está relacionado con su personalidad, con su forma de ser; serio, centrado y con su liderazgo", enumera.
Dotes de liderazgo y capitán en todas las categorías
Contrariamente a lo que muchos podían pensar, Zulaika afirma que él "sí le veía vinculado al fútbol" una vez colgadas las botas. Y piensa de esa manera por varios motivos. El primero, por su liderazgo dentro del campo. "En casi todos los equipos en los que ha estado ha terminado siendo capitán. En el Lagun Onak lo era. Siendo cadete, jugaba con nosotros en juveniles y ya se le veía dotes de mando. En su primer año como juvenil en la Real también le dieron el brazalete. Dotes de liderazgo tenía", asegura Zulaika, que no olvida, entre otras cosas, que "dentro del campo era el que hacía mover la línea, el que hablaba. Yo le veía maneras que le podían llevar a ser entrenador. No me ha extrañado lo que está haciendo", asevera. No se olvida tampoco de la faceta de profesor del protagonista de esta historia, algo que también ha contribuido a enriquecer la carrera como entrenador del exfutbolista blanquiazul.
"Ya con Eusebio se veía que éste hablaba más con él que con su segundo, Juan Carlos Andrés. En los partidos, dialogaba más de lo técnico-táctico con Mikel. Imanol también le consulta mucho"
Entrenador del Sporting BMikel Labaka, en opinión del míster del filial sportinguista, hace dos labores "muy importantes". La principal, la técnico-táctica. "Ya con Eusebio se veía que éste hablaba más con él que con su segundo, Juan Carlos Andrés. En los partidos, dialogaba más de lo técnico-táctico con Mikel y eso es algo que llamaba la atención. Imanol también le consulta mucho", confirma. Aparte de esta función, es partícipe de otra no menos importante: "No sé si el término es 'hacer de paraguas' a Imanol, pero es algo parecido porque Mikel conoce y ha tenido relación con todo el mundo en el club, empezando por el presidente, el director deportivo, los delegados, los médicos y hace una labor muy importante para que Imanol esté centrado en lo suyo y no se queme en otras cosas", destaca. "En el día a día suele haber muchas cosas que gestionar y en esa dupla, Mikel las gestiona muy bien desde su capacidad de liderazgo", añade.
"El éxito no le ha cambiado, ni lo va a hacer", estima Zulaika. "Estar en primera línea lo ha llevado muy bien tanto como jugador como entrenador. Nunca se le ha subido a la cabeza, todo lo contrario. La educación que ha tenido desde su casa le ha servido de mucho. Sus padres le han inculcado la educación necesaria, de no resaltar en ningún sitio, pero sí la de trabajar", ensalza.
![Mikel Labaka formó parte del cuerpo técnico de Eusebio Sacristán en la temporada 2016. Real Sociedad](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202312/26/media/cortadas/labakaeusebio-U28512268206buD-624x385@Relevo.jpg?cw=780&ch=481)
Tras poner el punto y final a su trayectoria en la Real, Mikel Labaka jugó dos temporadas en el Rayo Vallecano y ahí coincidió con dos entrenadores como Paco Jeméz y José Ramón Sandoval que, pronto, se dieron cuenta de que ahí había un entrenador en ciernes. "Mikel siempre ha sido un gran profesional y un jugador tácticamente muy solvente. Siempre pensé que sería un buen entrenador. Desde su posición era capaz de mandar y corregir al resto y eso es ser un entrenador dentro del campo", argumenta el cordobés. Sandoval, por su parte, coincide con Jémez en destacar la profesionalidad de una persona, además, "muy comprometida con el grupo". En su opinión, "desde que era jugador, se le veía que le gustaba el tema de los banquillos porque te hacía preguntas; el porqué y el para qué de las cosas. No era el típico jugador al que tú le explicabas la estrategia y lo hacía porque sí. Él, no. Te preguntaba la marca, a quién se iba a enfrentar. Era el típico jugador que hacía las cosas con conocimiento, con profesionalidad", explica.
"Le partieron la cara en un partido y no teníamos centrales para el siguiente. Se hizo una máscara y jugó como si tal cosa por el bien del grupo. Se podía haber tirado del barco porque no contaba mucho"
Exentrenador de Mikel Labaka en el RayoPese a no contar mucho con la confianza de Sandoval, su compromiso era "brutal", destaca el técnico madrileño, que guarda una anécdota inolvidable: "Le partieron la cara en un partido y no teníamos centrales para el siguiente. Enseguida se hizo una máscara y jugó como si tal cosa por el bien del grupo. Se podía haber tirado del barco porque en esa época él no contaba mucho y podía haber dicho que jugara otro. Sin embargo, hizo todo lo contrario. Eso es Mikel, vestuario, equipo y compromiso tanto con el cuerpo técnico como con los compañeros". La importancia del ahora mano derecha de Alguacil era tal que en el último partido de Liga, con el Rayo jugándose la vida en uno de los partidos mas importantes de su historia reciente, Sandoval no tuvo ninguna duda de echar mano de Labaka pese a que no era un habitual. Era todo lo contrario. Hasta ese momento solo había participado en doce partidos. "Necesitaba soldados para ir a la guerra, esos que pusieran el pecho por delante y Labaka era de esos", ensalza un Sandoval, que volvió a coincidir con su pupilo unos años más tarde en Zubieta tras participar en una charla organizada por el colegio de entrenadores de Gipuzkoa.
"Estuvimos visitando las instalaciones y él, por aquel entonces, estaba en el filial. Me sorprendió para bien su charla, cómo contextualizaba todo lo que hablaba. Cuando salimos de allí, le dije a mi preparador físico y a mi segundo: 'Joe con Mikel. Aquí va a tener un recorrido bueno'. Es que es ADN de allí y Mikel, para eso, era un diez", asegura Sandoval para quien "un primer entrenador necesita a alguien como Mikel. Tú acaparas los focos a nivel mediático, pero hay mucho trabajo detrás. Mi segundo lleva conmigo 14 años y para mí es muy importante", sostiene.
"Mikel preguntaba siempre el por qué y el para qué de las cosas. Era muy inquieto. Transmitía lo que tú intentabas explicar al grupo. Es de las personas que siempre te llevarías a tu equipo"
Exentrenador de Mikel Labaka en el Rayo"Era una persona que te preguntaba el porqué de las cosas", recuerda Sandoval, que entre otras cosas, destaca su implicación en el trabajo de la estrategia. "Quizá los entrenadores es lo que más odiamos, aunque nos beneficie cuando sale bien y digo que lo odiamos porque hay que hacerlo justo cuando el equipo está cansado, está cercano un partido y quieres tener a todo el equipo con una predisposición brutal, con un foco de atención máximo. Toman parte los que realmente participan de la estrategia, pero los secundarios es como que bajan los brazos. Él, sin embargo, no participaba de titular en el entrenamiento, pero se metía en arena, transmitía lo que tú intentabas transmitir al grupo, era inquieto. Preguntaba siempre… Es de las personas que siempre te llevarías a tu equipo", sentencia.
«Detrás del éxito que está teniendo hay mucho trabajo»
se deshace en elogios hacia la figura del azpeitiarra: «Estoy convencido de que le puede aportar muchísimo a Imanol, tanto futbolísticamente como a la hora de llevar el grupo». Habla de Labaka como una persona «muy empática, que sabe gestionar diferentes tipos de emociones», algo vital para el exfutbolista porque «el segundo entrenador suele ser más cercano que el primero». En opinión de Bergara, «es una persona muy disciplinada, muy autoexigente, muy correcta y eso lo está trasladando al terreno de juego». En definitiva, «es muy profesional y eso al final también es muy importante para conseguir éxitos. Sé que detrás del éxito que está teniendo hay mucho trabajo». Xabi Prieto, por su parte, coincidió siete temporadas con Mikel Labaka en el primer equipo de la Real. «Te engañaría si te dijera que lo veía como entrenador», reconoce el excapitán de la Real, pero tampoco le sorprende verle junto a Imanol en el banquillo del primer equipo de la Real. «Esto es como todo, seguro que fue probando, se fue formando y ha ido aprovechando sus oportunidades», valora el donostiarra, que, echando la vista atrás, a sus años como futbolista, reconoce que «tenía inquietud por todo. Era un jugador muy inteligente, muy listo, un ejemplo para todos, siempre con una sonrisa, tratando de ayudar al de al lado. Todo lo bueno que está pasando, se lo merece», destaca».