Mikel Lasa y los vaciles del vestuario del Real Madrid: "Mira el vasco, se ha ido a casa, se ha metido en la cueva y no le ha dado el sol"
El exfutbolista recuerda con "mucho cariño" su paso por el club blanco, aunque le tocó vivir una etapa complicada en el club blanco.

Atiende la llamada de Relevo precisamente desde Madrid, donde ha estado pasando unos días en familia visitando a una de sus tres hijas que está estudiando en la capital. Echa la vista atrás en el tiempo y los recuerdos se le amontonan en la memoria. Mikel Lasa (Legorreta, 1971) fichó por el Real Madrid con apenas 19 años procedente de la Real Sociedad. El entonces club presidido por Ramón Mendoza desembolsó cerca de 300 millones de las antiguas pesetas para hacerse con los servicios de un futbolista que había debutado en Primera con apenas 17 años. Le tocó vivir una etapa complicada en Chamartín con las Ligas perdidas en Tenerife y la aparición del Dream Team de Johan Cruyff.
Retirado del fútbol, decidió cruzar la línea y sentarse en un banquillo. Su última experiencia le llevó a Guinea Ecuatorial para hacerse cargo del Futuro Kings. Fue hace tres años y la experiencia, aunque enriquecedora, también resultó "muy dura". Por una decisión del presidente de la República le tocó pasar las navidades de 2021 solo. Lo suyo es hacer las maletas y afrontar retos lejos de casa. Los últimos le han llevado a Paraguay y Chile, donde ha estado participando en una serie de clínics organizados por la Fundación del Real Madrid.
¿Cómo te ha ido por tierras sudamericanas?
Ha sido una experiencia diferente, que no había vivido nunca. Ha sido bonita, enriquecedora y diferente a la vez. No es lo mismo hacer de técnico con niños y niñas pequeños que entrenar a un equipo más serio. Me surgió la posibilidad y como tampoco tenía nada, dije: 'Fenomenal'. Así seguía haciendo la actividad que más me gusta y podía vivir una experiencia nueva. He estado muy a gusto estando con niños y niñas, que tenían muchas ganas de aprender, pero a los que todavía les queda mucho. Aunque ya lo sabía, también me he dado cuenta de todo lo que significa el Real Madrid fuera de España. Es una locura
Más atrás en el tiempo queda tu experiencia en Guinea Ecuatorial. ¿Cómo la recuerdas?
Los primeros tres meses fueron bastante duros y complicados y cuando ya lo tenía un poco controlado, cuando ellos me conocían y yo a ellos, cuando empecé a conocer cómo viven, cómo trabajan, las cosas que hacen, qué les gusta… se terminó la liga y me tuve que venir. Fue una experiencia bonita, muy diferente, pero dura también.
¿Dura en qué sentido?
Dura en el sentido de que somos diferentes, tenemos una forma de vivir y de pensar distintas. Tienen otro ritmo de vida. A pesar de que futbolísticamente hablando tienen cosas muy buenas, para otras les cuesta bastante más. En el día a día es un país complicado, donde hay mucho militar por la calle. Es otro régimen en el cual te tienes que adaptar al modo de vida de ellos.
¿Puedes contar alguna anécdota?
(Risas) Por contar, podría contar unas cuantas, pero es complicado porque tampoco quiero contar demasiado. Una cosa que me llamó mucho la atención es que todos los días se rezaba mucho, antes y después de entrenar, antes y después de comer, antes de jugar el partido y al finaliza. Pero luego tenían una facilidad terrible para pelearse entre ellos y enfadarse. A la mínima, por cualquier tontería, estaban a tortazo limpio. Yo la verdad es que no estaba acostumbrado a eso. Yo, que soy una persona muy pacífica, de repente veía a jugadores dándose de leches cuando hacía dos minutos estaban tan normal. Y al día siguiente, como si no hubiese pasado nada. No sé, había cosas a las que yo no estaba acostumbrado. También hay determinadas cosas por las que aquí no tienes ningún problema y allí pues si las haces, puedes tener complicaciones. El hecho de sacar simplemente una fotografía a un determinado lugar o al vehículo de un alto cargo del gobierno, te puede traer muchas complicaciones.
"En Guinea se reza mucho, pero luego tenían una facilidad terrible para pelearse entre ellos y enfadarse. A la mínima, por cualquier tontería, estaban a tortazo limpio"
Exfutbolista del Real Madrid¿Se vive el fútbol local con tanto locura como la selección?
En Guinea se sigue mucho a la selección, pero lo que es la liga no levanta mucha expectación. No hay mucha gente en los partidos. Los jugadores, táctica y técnicamente, igual no tienen unas dotes importantes, pero físicamente son terribles. Pese a todo, lo que sí puedo decir es que el nivel de los jugadores me sorprendió bastante y te lo digo sinceramente. En mi equipo había futbolistas, no para Primera, pero sí para poder iniciar una carrera aquí. Tendrían que mejorar ciertas cosas porque, vamos a decirlo, son despistados o no están acostumbrados a tener ese rigor táctico que se pueda tener en Europa.

Chile, Paraguay, Guinea Ecuatorial y antes en China. Elige destinos alejados de su casa....
Me encanta viajar. Quizá la experiencia más dura fue la de Guinea porque fui tras la pandemia. No pude venir a casa durante nueve meses y tampoco era un destino recomendable para mi mujer y mis hijas por si acaso. No por nada, simplemente porque estaba en un pueblo de unos cinco mil habitantes en el que no había nada. Hombre, una visita sí que hubiese agradecido, pero prefería que no por las cosas que podían ocurrir allí. Tampoco están acostumbrados a ver 'blanquitos' como me decían ellos e imagínate el cante que hubiéramos dado con mi mujer y mis tres hijas. Por lo que vi y por lo que viví, preferí que no fueran.
Te tocó pasar Navidad sólo a miles de kilómetros de casa...
Sí. El día de Nochebuena me acuerdo que cené una tortilla de chorizo que me hice en casa y en Navidad y Nochevieja, algo parecido. Ahora, con los móviles que tenemos estamos mucho más en contacto y se hace mucho más ameno. Tenía todo concertado para venir en navidades, pero el presidente de la República pensó que había que cerrar el aeropuerto internacional y que no podía ni entrar ni salir nadie con lo cual no había más tutía. Me tuve que quedar allí.
"El día de Nochebuena me acuerdo que cené una tortilla de chorizo que me hice en casa y en Navidad y Nochevieja, algo parecido. Con los móviles que tenemos estamos mucho más en contacto y se hace más ameno"
Exfutbolista del Real Madrid¿Qué significó para Mikel Lasa fichar con 19 años por un equipo como el Real Madrid?
Una experiencia inolvidable y maravillosa. Habrá gente que diga lo mismo de equipos como el Barcelona, el Bayern Múnich o el Manchester City pero, para mí, jugar en el Real Madrid es la mejor experiencia del mundo que pueda tener una persona, poder jugar en un club de ese nivel. No lo puede hacer mucha gente. Poder hacer eso y haber estado, como es mi caso, seis años en una ciudad magnífica, con algunos compañeros magníficos y en un club increíble, es la mejor experiencia para cualquier jugador.
¿Cómo recuerdas tu fichaje?
Con 17 años ya había debutado en la Real Sociedad y ya formaba parte del primer equipo. Un día apareció en prensa la noticia de que el Real Madrid podía estar interesado en mí, pero tampoco le di mayor importancia. A los pocos días yo estaba cenando en casa de unos amigos y me localizó mi madre toda apurada. Y me dijo: 'Oye Mikel, ven a casa que nos están llamando por teléfono muchos periodistas diciendo que has fichado por el Real Madrid, nosotros no sabemos nada y nos estamos volviendo locos'. Imagínate a mis padres, que no sabían nada de lo que les estaban diciendo, pero es que yo tampoco sabía nada. Me dijo: 'Me da igual lo que estés haciendo y lo que sepas o no sepas o lo que tú quieras. Ven a casa que nos estamos volviendo locos'. Y así fue, me fui a casa y el teléfono no dejaba de sonar. Y así estuve, atendiendo a los medios de comunicación y diciéndole lo mismo a todos, que igual los clubes habrían llegado a un acuerdo, que yo no sabía nada, pero que no habría ningún problema en poder llegar un acuerdo con el Real Madrid.
Para alguien nacido en un pequeño pueblo como es Legorreta, que debuta en la Real Sociedad siendo menor de edad, ¿que significó que le llamara el Madrid con 19 años?
Pues no es normal que de un pueblo tan pequeño salga un futbolista que, primero, juegue en la Real Sociedad, que era un sueño, y mucho menos que luego te llame el Madrid de una manera tan temprana. Son cosas raras y más, teniendo en cuenta que en el pueblo no teníamos ni campo de fútbol en aquella época. Ahora sí. Son circunstancias que se dan y bueno, tuve la suerte de poder estar tanto en la Real como en el Real Madrid.
¿Cómo te recibió un vestuario plagado de estrellas como aquel?
De una manera increíble. Ya con 17 años, cuando entré el vestuario de la Real Sociedad, para mí fue una locura. Era un sueño. Me tenía que pellizcar para darme cuenta de que estaba con jugadores como Arconada, Zamora, Larrañaga, Górriz, Gajate... Luego llegué a Madrid y ahí estaban la Quinta del Buitre y todos los demás jugadores que había. La verdad es que fue una grata sorpresa, porque me atendieron como si fuese un niño de ellos, porque alguno incluso hasta podía ser mi padre. Me trataron fenomenal desde el primer momento, me ayudaron en todo, se volcaron conmigo, me facilitaron todas las cosas, si necesitaba algo me lo dejaban, si necesitaba coche... Se portaron conmigo extraordinariamente bien.
¿Notaste esa sensación de elitismo que desprende un vestuario como el del Real Madrid?
Yo no tengo esa sensación. También hay que reconocer que los tiempos han cambiado. Los compañeros que tenía yo, por ejemplo... Antes nadie tenía un Ferrari, ningún Porsche, ni tenían mansiones como ahora, ni se viajaba en jet privado, ni se tenían aviones... Sí que es verdad que, por lo que decían, había compañeros que tenían contratos muy importantes, pero conmigo, en el día a día, no daba la sensación de ese elitismo que me estás diciendo.
"De mis compañeros nadie tenía un Ferrari ni un Porsche, ni tenían mansiones como ahora... Había compañeros que tenían contratos muy importantes, pero yo no tenía la sensación de un vestuario elitista"
¿Te vacilaban mucho por ser vasco?
Sí, bueno, sobre todo en verano, porque yo la verdad es que nunca he sido mucho de sol. Y sí, cuando llegaba me decían: 'Mira el vasco, se ha ido a casa, se ha metido en una cueva y no ha visto ni el sol'. ¿No hay sol ahí arriba?, me preguntaban. Cosas de estas. Y, claro, todo el tema político. En Donostia, defendiendo lo de Madrid, en Madrid defendiendo lo de San Sebastián. Un poquito de cachondeo, pero la verdad es que muy bien, fenomenal.
¿Sigues manteniendo relación con alguno de la Quinta?
No mucha, la verdad. Con muy pocos compañeros sigo manteniendo relación. Sí que es cierto que cuando necesito algo o alguno necesita algo de mí, no tenemos ningún problema en llamarnos y en echarnos una mano en lo que se pueda. Cada uno lleva su ritmo de vida, tiene su mujer, sus hijos. No vivimos en la misma ciudad y es más difícil mantener un contacto mucho más cercano. El necesario y justo para saber que si necesito algo de alguno de ellos no tengo ningún problema, que lo único que tengo que hacer es coger el teléfono y llamar y que me van a atender como si fuésemos a estar al día siguiente en el estuario.
Deportivamente hablando, no te tocó vivir una época sencilla en el Real Madrid...
Fue una época complicada porque no se consiguieron muchos títulos. Recuerdo que ganamos una Supercopa, una Copa del Rey y dos Ligas. En seis años, cuando estás en este tipo de club, pues bueno, suena hasta poco. Para mí es un universo, pero bueno, la idiosincrasia del Real Madrid dice que tienes que ganar todos los años algo. Y si no lo consigues es un fracaso. En este tipo de equipos, cuando las cosas no van bien, y eso significa básicamente que los resultados no son buenos, suele haber cambios. Siempre suele haber revolución, tanto de entrenadores como de jugadores.
"Ganamos una Supercopa, una Copa del Rey y dos Ligas en seis años. Pero cuando estás en este club suena a poco. Para mí es un universo, pero la idiosincrasia del Real Madrid dice que tienes que ganar todos los años algo"
Exfutbolista del Real MadridTe tocó estar con Benito Floro y la bronca del Lleida, ¿cómo la recuerdas?
Sí, pero aquel día yo no estaba. Estaría lesionado. Aquel día no estaba, pero sí recuerdo que luego hubo un poquito de... Después de que saliera todo en la televisión y tal, pues bueno, un poquito de cachondeo sí que hubo. Bueno, al principio poco porque la bronca fue importante.
"Yo no estaba el día de la bronca de Benito Floro. Estaría lesionado. Después de que saliera en la televisión, un poquito de cachondeo sí que hubo. Solo al principio porque la bronca fue importante"
Exfutbolista del Real Madrid y del Athletic ClubEl técnico asturiano fue de los primeros entrenadores que introdujo la figura del psicólogo. ¿Cómo os lo tomasteis?
Lo que hoy en día es parte de un staff técnico, en su día fue la gran novedad. ¿Un psicólogo? En aquella época siempre lo asociabas con alguien que atiende a la gente que está mal de la cabeza o que tiene problemas. Y no es así. Yo entiendo que el psicólogo, hoy en día, en cualquier ámbito de la vida, incluso aunque no te pase nada... Yo recomendaría estar con un psicólogo y charlar con él dos días al mes. En aquel entonces era una novedad para todos, incluso para el propio psicólogo, que se llamaba Emilio Cidad. De fútbol tampoco entendía mucho. Entonces, claro, adaptar tus métodos a un mundo tan exclusivo y diferente como son la psicología y el fútbol, me imagino que no le resultaría fácil. Fue raro, la verdad.
¿Le hacíais caso?
(Risas) Digamos que a nuestra manera. Dejémoslo ahí. Vamos a decir que algunos le hacían más caso que otros. Pero por eso te digo que era complicado para todos. Bastante mérito tuvo el pobre Emilio porque nos hacía hacer cosas que jamás en el fútbol se habían hecho. Fue una novedad para todos y fue el inicio de algo que hoy en día les ha venido fenomenal a muchos jugadores de fútbol.
Cuéntame alguna de las técnicas que empleaba el psicólogo...
Estábamos paseando por el vestuario y te sacaba alguna tarjeta amarilla para que luego, en el partido, no te molestaras o no actuaras de una manera mala. Era surrealista. También me acuerdo cómo preparábamos los partidos ante Osasuna. Nos metía en el gimnasio y con un bote de spray con agua simulaba que nos estaban escupiendo porque en El Sadar nos caía de todo. Para que no tuvieras una mala reacción... No estábamos acostumbrado a eso.
Mikel Lasa es muy recordado por el golazo que marcaste al Sevilla desde el centro del campo...
Todo el mundo me recuerda por ese gol, pero casi le tengo más cariño al gol que metí en la final de la Copa del Rey. El primero lo metió Emilio Butragueño y el segundo lo metí yo. Participé con un gol en la final y quedamos campeones de la Copa del Rey. Era mi primer título tanto en el Madrid como en mi vida personal. Y yo quizá le tenga más cariño a ese gol. Pero bueno, la mayoría de la gente siempre me recuerda por el gol al Sevilla desde el centro del campo.
También te tocó sufrir las Ligas de Tenerife. ¿Cómo recuerdas todo aquello? ¿De algo así se recupera un futbolista?
¡Qué remedio! La verdad es que fueron dos golpes importantes. El segundo quizás no tanto. Veníamos ya muy tocados tanto físicamente como emocionalmente. Y el equipo no estaba muy bien. El primer año sí que fue duro porque no lo esperábamos para nada. Y también pasaron algunas cosas raras. No esperábamos perder ninguno de los dos partidos, pero se perdieron y que pierdas dos Ligas consecutivas en el último partido y con el mismo equipo, no se suele dar muchas veces. De hecho, creo que no se ha repetido todavía nunca, ni en LaLiga ni en otro lugar. La verdad es que fue duro. Pero en este tipo de equipos no puedes vivir de lo que pasó ayer ni hoy. Porque mañana tienes otro partido y tienes que ganar. No puedes estar mirando en lo que ha pasado, en lo que podía haber pasado y en lo que has hecho. Hay que pensar en el siguiente y recuperar, mejorar e intentar ganar. Pero sí, fue muy duro. El primer año te puede pasar, pero el segundo ya, pues imagínate cómo fue la llegada a Barajas. La gente esperando cabreada, diciéndote cosas... Lo mejor era estar una semana metido en casa sin aparecer por la calle hasta que se le pasara el cabreo a la gente.
"El primer año te puede pasar, pero el segundo... Imagínate cómo fue la llegada a Barajas. La gente esperando cabreada, diciéndote cosas... Lo mejor era estar una semana metido en casa sin aparecer"
Exfutbolista del Real Madrid y del Athletic Club¿Tiene este Madrid algo que ver con el tuyo, en el sentido de todo lo que rodea al equipo?
No. El fútbol ha evolucionado mucho en todos los sentidos. Antes me acuerdo que te concentraban un día antes, ibas a cenar, dormías, desayunabas, comías... Como si fuese un día normal. Y ahora tienes nutricionistas, tienes medida la comida, las cantidades, esto sí, esto no, esto me conviene, esto no me conviene, analistas, vídeos... Y eso, antes, prácticamente no existía nada. La dimensión que tiene el fútbol hoy en día, aun siendo muchísima la que tenía en mi época... Lo de ahora está a otro nivel. El hecho de jugar en el Real Madrid te coloca en el escaparate día sí día también. Ha cambiado mucho las cosa.

Por cierto, cuando vas por Madrid la gente te reconoce...
Sí, pero no mucha. La gente joven, evidentemente no, pero los de mi quinta o un poco mayores, hay alguno que te reconoce. Hace un mes estuve visitando a mi hija, que está aquí estudiando. Me bajé al bar a ver un partido de futbol y me tomé un café. Al terminar, salí del bar y un hombre me gritó: 'Lasa, ¿qué haces aquí? ¿Qué te crees que no te había reconocido?'. Estuvimos hablando un rato. Me dijo que era del Madrid. Era de mi quinta. Ese tipo de gente sí que me suele reconocer. Lo de ahora será una locura, pero todavía hay gente que se acuerda de mí.
Hoy visita el Bernabéu el Athletic Club, otro de los equipos en los que estuvo. ¿Cómo llevó eso de ser un futbolista de Zubieta defendiendo la camiseta del eterno rival?
No se me hizo raro. Se me hacía raro cuando iba a jugar a Donostia. Creo que a la gente sí que le hubiera gustado que hubiera vuelto a la Real, pero en el fútbol ocurren cosas que no las tienes ni preparadas ni como objetivo. De la noche a la mañana fiché por el Athletic y encantadísimo. Es otro gran club en el que nos han tratado estupendamente y se han portado fenomenal. Tengo grandísimos y recuerdos y grandísimos amigos.
"No se me hizo raro jugar en el Athletic. Se me hacía raro cuando iba a jugar a Donostia. A la gente sí que le hubiera gustado que hubiera vuelto, pero en el fútbol ocurren cosas que no las tienes preparadas"
Exfutbolista del Real Madrid¿Te han pedido entradas?
No. De hecho, el otro día, el delegado de los veteranos me mandó un whatsapp preguntándome a ver si iba a utilizar la entrada, le dije que no y me pidió permiso para utilizarla. Siempre ha sido un club que se ha portado muy bien con los jugadores y en mi caso no podía ser de otra manera. Me trataron y me sigue tratando de la mejor manera.
¿Cómo ves la final?
El Athletic está haciendo un temporadón increíble. Está a un nivel muy grande, con jugadores jóvenes. Le deseo toda la suerte del mundo para la final. La gente entenderá que después de haber pasado cuatro años en Bilbao prefiero que gane el Athletic y no el Mallorca. Habrá gente que no lo entienda, pero bueno.