Militao ya entra en los planes de Ancelotti

Ancelotti, al ser preguntado por el papel de Tchouameni como central, dio indirectamente una pista sobre sus planes a corto plazo: el francés jugará ahí mientras se espera a Rüdiger… y a Eder Militao. "Cuando vuelvan Rüdiger y Militao… y Alaba un poco más tarde, su papel no será ese", aseguró sobre qué pasará con Tchouameni cuando recupere efectivos. El entrenador italiano, que no quiere que el defensa brasileño dé ningún paso en falso en su recuperación, incluyó a Alaba en la respuesta después de hacer una breve pausa, consciente de que había metido a Rüdiger (se espera que vuelva en una semana aproximadamente) y a Militao casi en el mismo saco.

El brasileño lleva más de un mes combinando el trabajo específico en el gimnasio con una parte que realiza sobre el césped de Valdebebas, cada vez con más intensidad. Esto supone la recta final antes de entrar con el resto de sus compañeros, algo que hará poco a poco, de forma progresiva y siempre respetando las sensaciones que tenga al aumentar cada carga de trabajo.

La respuesta del jugador en cada avance es una incógnita, porque durante las semanas de inactividad casi total el resto de la musculatura de la pierna también se resiente mucho, por lo que es habitual que en los primeros entrenamientos con balón aparezcan contracturas e incluso alguna pequeña rotura de fibras. Por eso es importante mantener la prudencia y no fijarse una fecha concreta de vuelta, ya que eso puede provocar a la larga frustración en el futbolista lesionado si luego aparece algún contratiempo.

Si todo va según lo esperado, lo lógico es que a lo largo del mes de marzo Militao esté de vuelta con el resto de sus compañeros. Necesitará, eso sí, varias semanas entrenándose al 100% antes de estar listo para reaparecer, por lo que el gran objetivo (siempre con la prudencia por delante) es estar disponible para unos hipotéticos cuartos de final de Champions (la ida es el 9 y 10 de abril y la vuelta el 16 y 17 de ese mismo mes).

Lo que es un hecho es que la recuperación de Militao, hasta ahora, ha sido un éxito, sin aparecer ninguna de las complicaciones que se temen en estas cirugías de rodilla (infecciones, problemas para recuperar toda la flexibilidad…). Todo esto lo ha evitado el brasileño, que también ha dejado atrás lo más duro, que son los dos primeros meses de la rehabilitación.

Los primeros días son difíciles porque la fuerte medicación para el dolor deja al jugador con poca fuerza e incluso con vómitos y mareos. Después se pasa a largas jornadas de piscina (días de trabajo de hasta más de ocho horas), en los que los avances son lentos y el final del túnel se ve demasiado lejos. Esos momentos duros los pasó Militao acompañado de un equipo de trabajo en Valdebebas que se ha convertido casi en su segunda familia.

Ahora, con su vuelta a los terrenos de juego cada vez más cerca, Ancelotti respira aliviado y ha pasado los momentos más difíciles del curso, porque lo que más temía en enero (lesiones de Nacho o Rüdiger) se ha producido por partida doble y a pesar de ello el equipo sigue con paso firme en Champions y en Liga.