FC BARCELONA

Un millón, un gmail y una denuncia inexistente por la estafa en el fichaje de Lewandowski reflejan el caos en el Barça: "Pasas de ser víctima a sospechoso..."

Expertos no entienden cómo la entidad azulgrana no fue a la justicia por el intento de estafa y cómo cayó en la trampa.

Joan Laporta junto a Robert Lewandowski en el acto de presentación del delantero polaco. /GETTY
Joan Laporta junto a Robert Lewandowski en el acto de presentación del delantero polaco. GETTY
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Si no llega a ser por el Banco de Chipre, el FC Barcelona, que no va sobrado económicamente y en el último ejercicio el auditor le ha remarcado que ha perdido 91 millones, hubiera desperdiciado un kilo más de forma absurda. Por una estafa. La que intentó un supuesto Pini Zahavi (cuyo nombre real es Michael Gerardus Hermanus Demon) al reclamarle a la entidad azulgrana de forma urgente un adelanto de la comisión del fichaje de Robert Lewandowski a una cuenta de ese país.

Y el Barça accedió e hizo la transferencia, pero la entidad bancaria, al ser considerado Chipre un país de "alto riesgo", la bloqueó, preguntó y se descubrió la supuesta estafa. El club azulgrana no perdió ese dinero, lo recuperó, pero mostró su manera poco profesional a la hora de dirigir el club. La noticia del Què t'hi jugues sale justo dos días antes de la asamblea en la que el presidente deberá dar explicaciones.

El caso desnuda varios errores de bulto, como remarcó desde OCCPR (Proyecto de Información sobre Crimen Organizado y Corrupción) uno de sus portavoces en el programa Què t'hi jugues, donde se adelantó la noticia. "Una empresa no puede enviar dinero a una tercera persona. No existe una relación comercial. Y, encima, a Chipre, que es cierto que pertenece a la Unión Europea pero que es una jurisdicción problemática y los bancos suelen ir con cuidado...", avanzó.

Lo sorprendente del caso, además, es que el Barça decidió realizar el ingreso solamente con un email enviado desde el correo zahavi48@gmail.com, que no era el canal habitual de comunicación entre el representante y la entidad azulgrana. No hubo preguntas, se entendió por normal.

La llamada entre el presidente Joan Laporta y el agente Pini Zahavi, a quien les une una estrecha relación personal (desde el caso de David Beckham en 2003), llegó a posteriori, cuando el banco decidió advertir al Barça y bloquear la transferencia. "Lo que le pasó al Barça se llama BEC (tipo de delito cibernético en el que el estafador utiliza el correo electrónico para engañar a alguien para que le envíe dinero o divulgue información confidencial de la empresa). Cuando te lo envían desde un gmail, el servidor no es seguro, eso chirría. Y sorprende que no haga saltar las alarmas. ¿Un pago a una tercera persona? Lo normal es mantener la comunicación por otras vías para verificarlo, enviar un whatsaap o llamar", comentó el experto en ciberseguridad Bruno Pérez en el mismo medio.

Lo que más sorprende a la OCCPR: «Va a seguir estafando...»

Pero una vez hecha ya la transferencia y bloqueada, sorprende, para la OCCPR, la reación de la entidad azulgrana. Hubo aviso a los Mossos d'Esquadra pero no denuncia, por lo que Michael Gerardus Hermanus Demon, la persona que estaba al otro lado de la estafa aunque declaró a ese medio que le robaron el documento de identidad, puede seguir realizando supuestamente este tipo de estafas.

El mismo club reconoció que volvió a recibir emails tiempo depués reclamándole 250.000 euros. "Poner en conocimiento de la Policía no vale de nada. Si no denuncias, no hay recorrido. Es un tento de estafa. Me extraña, es un millón de euros, y el Barça tiene la información valiosa de esa persona: el email, la cuenta, el nombre... Creo que es un error. Pasas de ser la víctima a parecer sospechoso aunque no hayas tenido nada que ver", argumenta el propio experto de la OCCPR.

"Y, -finaliza-, permites que la misma persona pueda seguir estafando a otros".