Moacir, el brasileño que 'mandó' a Simeone al Atlético y confirmó su caída en el Sevilla: "El Sánchez-Pizjuán lo devoró"
Relevo habla con periodistas y un compañero de vestuario del brasileño, que cerró su ciclo en Europa pasando con más pena que gloria por Nervión: "Se tuvo poca paciencia con él".

Al fútbol se juega con las piernas. Pero también con la cabeza. Y con el corazón. Esas cualidades que marcan diferencias y señalan a jugadores como 'mediocres'... y a otro como líderes. Uno de los más grandes en ese aspecto en los noventa fue Diego Pablo Simeone. El Cholo fue un héroe en el Sevilla, pero su salida dejó un profundo dolor en una afición que vio cómo su sustituto se convirtió en una de las mayores decepciones del momento: Moacir. "Lo reemplazaron por un jugador totalmente distinto", afirma Paco Pepe Ortega, Jefe de Deportes de Diario de Sevilla.
Verano de 1994. Diego Pablo Simeone firma por el Atlético de Madrid a cambio de 150 millones de pesetas y una triple llegada al Sevilla: Pedro, Juanito y Moacir. Ninguno de ellos acabó ofreciendo el rendimiento mínimo para pasar a la historia del club hispalense, pero sobre todo uno de ellos dejó un sentimiento de malestar en la afición.
El centrocampista brasileño llegó a Nervión para sustituir a uno de los ídolos nervionenses en aquel momento. "Simeone era un jugador con carisma, un líder", afirma Ismael Medina, periodista de COPE en aquellos años. "Siempre le buscaba a él para entrevistarle después de los partidos, y en las previas se lo ponía en directo a García desde su casa". El argentino ya era en aquel entonces lo que es hoy. Se le veía entrenador. Futbolista de aquellos que contagian al resto.
Pero su reemplazo fue todo lo contrario. "Vino cuando se fue un hombre que tenía unas características totalmente diferentes a él y era muy importante en el equipo como el Cholo Simeone. Era un futbolista intenso, rápido, agresivo, con calidad, pero que destacaba encima por su temperamento. Moacir era todo lo contrario y eso le pesó", recuerda Manolo Jiménez. Aunque el que fuese capitán del Sevilla en aquellos años defiende su valía: "Era un jugador técnicamente con muchas cualidades. Buen desplazamiento de balón, buen juego aéreo. Parecía muy lento, aunque pensaba muy rápido y tenía un gran desplazamiento de balón. Era un buen jugador, que no dio todo lo que se esperaba de él, pero también porque quizá no se tuvo paciencia. Para mí era un muy buen futbolista".
Y es que nadie ponía en duda las cualidades técnicas del brasileño, pero su paso por Nervión desesperó al graderío. "Era muy lento. La gente se mosqueaba, sobre todo, cuando le quitaban el balón por detrás, que era algo que ocurría bastante", cuenta Paco Pepe. Ismael Medina es más directo: "Fue un jugador con buenas cualidades que el Sánchez-Pizjuán devoró. No conectó nunca con el sevillismo". Las diferencias entre Moacir y Simeone eran demasiado grandes.
Tanto que llegaban a notarse en el día a día. Los canteranos de aquella época confesaron a la prensa sevillana que Simeone, desde que pisó por primera vez la ciudad deportiva, se acercó mucho a ellos. Estaba siempre encima. Moacir, sin embargo, pasó inadvertido. "Era muy educado, pero también tímido", recuerda Paco Pepe Ortega. Y es que para el periodismo también fue un intercambio fallido. "Yo a Simeone siempre lo buscaba y a Moacir no. Era educado, pero no hablaba bien el idioma. Hablaba como jugaba, lento", cuenta Ismael Medina.
Y el final de Moacir no pudo ser más trágico. Tras temporada y media en el Sevilla, en las que jugó un total de 34 partidos y anotó dos goles, regresó a Brasil para defender la camiseta de Atlético Mineiro. Se acabó retirando y desaprovechando una oportunidad de oro en el viejo continente, donde nunca volvió a competir. El pasado año falleció a los 54 años de edad, una noticia que impactó tanto en Sevilla como en Madrid.
Moacir, un futbolista con unas cualidades especiales al que no le acompañó ni la cabeza ni el ritmo. Y que, además, 'manchó' su historia en el Sevilla desde su llegada: definitivamente no era un reemplazo a la altura de Diego Pablo Simeone. Aunque, por contra, 'le dio' el primer empujón al Cholo para convertirse en una leyenda colchonera. El fútbol y sus cosas. Sus casualidades.