Modric resucita al Madrid ante Ramos y los árbitros

Cuando Modric agarra el balón en la frontal del área es como cuando la chica que te gustaba te escribía para decirte que tenía casa sola. Con el Real Madrid la historia parece que no cambia. Las mismas leyendas frente a frente, para servir un triunfo más en el Bernabéu, con Ramos de fondo y los árbitros en el disparadero.

El esperado homenaje terminó siendo para él. Para Luka Modric, ya en el epílogo, levantó tres puntos junto a su afición. Sólo él pudo. Ni Vinicius, ni Rodrygo, ni Brahim, ni Valverde, ni Toni Kroos. Todos fueron cayendo ante las decisiones del colegiado. Díaz de Mera fue más rival para el Madrid que el propio Sevilla, demasiado agazapado atrás, como si su encuentro únicamente lo jugase Ramos.

Cuando se escapaba el tiempo, cuando el público del Bernabéu se agarraba a quién sería su genio del suspiro final. Luka Modric mimó el balón en la frontal del área y ganó el partido. El mismo Modric, ya una leyenda irrepetible, que se presentó en sociedad con el Real Madrid con un golazo desde la frontal en Old Trafford.

Esta noche, en la que parece una de las últimas de su última temporada de blanco, regala un tanto casi tan bonito como aquel. Ante Sergio Ramos. Y para sellar la esencia del Real Madrid: el club en el que la historia siempre se repite.

Lo primero que hizo Sergio Ramos al pisar el Bernabéu fue ganar el sorteo de capitanes y cambiar de campo. Después saludó efusivamente a Topuria y se estrenó con dos acciones en el partido: frenar a Brahim y lanzarse al suelo para cortar una acción de Vinicius. No había duda. Ramos estaba aquí.

Si el camero vino ardiente, como es él, el público merengue le recibió tímido. Tanto para ovacionarle como para pitarle. Ramos dirigió a los suyos desde el campo y también lideró las protestas al colegiado, para agitar aún más el cotarro. Salvó una falta directa de Toni Kroos y se escurrió para servirle una ocasión a Rodrygo.

Durante toda esta Liga da la impresión que a los jugadores del Real Madrid el único rival que les ha sacado de quicio han sido los árbitros. Ocurrió ya en el minuto 10 del partido contra el Sevilla, cuando el VAR y Díaz de Mera anularon el tanto de Lucas Vázquez. El gallego controló con mucho tino un pase de Vinicius, y sólo tuvo que soplar la bola a portería. Sin embargo, una delicadísima falta de Nacho a En-Nesiry invalidó el tanto.

La decisión enervó al Bernabéu y también a todo el Real Madrid. Primero Ancelotti y luego hasta Kroos, que no entendía ningún silbatazo del colegiado. Para más inri, Díaz de Mera tuvo que ser sustituido en la segunda mitad por unos problemas físicos, que los médicos del Madrid le trataron, y entró Fernández Buergo en su lugar.

Sigue sin estar. Sigue sin gol. Y eso que Rodrygo no cesa en sus regates, pero no llegan a buen puerto y algo mucho peor: ya no genera esa sensación de amenaza de los grandes delanteros. Se le observa como un jugador preciosista que casi pero no. Encara y no culmina, para los nervios de sus aficionados.

Contra el Sevilla entregó dos pases clave y completó un par de regates. Perdió siete veces la posesión y tuvo una de las ocasiones más claras del Real Madrid tras el resbalón de Ramos. Chutó fuera. En sus últimos nueve partidos de Liga tan sólo acumula un gol.