Luka Modric en Orcasitas: una mañana inolvidable en uno de los barrios más humildes de Madrid
La estrella croata del Real Madrid pasó la mañana del sábado en Orcasitas, animando en el partido de fútbol que jugaba su hija.

El sábado por la mañana no fue un día cualquiera en Orcasitas. Como tantos fines de semana, niños y niñas llegaban a los campos del Parque Lineal Manzanres para jugar sus partidos de fútbol. Los chicos estaban revolucionados, más nerviosos que nunca. Mientras seguían sus ejercicios de calentamiento vieron a alguien. Sus entrenadores les pedían que se calmaran, pero fue misión imposible.
Los chicos vieron a Luka Modric. El futbolista croata pasó la mañana previa al Real Madrid - Getafe en Orcasitas, porque allí jugaba su hija. Los niños se percataron de que Luka estaba allí y ya sus partidos daban un poco igual: ellos querían hablar con él, hacerse una foto con su ídolo. Carlos Merchán, entrenador del Benjamín A del Alzola-Halcones, manejó la situación a las mil maravillas.
Merchán les pidió a sus chicos que no molestaran a Modric mientras disfrutaba de ver jugar a su hija, y se acercó al croata para preguntarle si podría hacerse fotos con ellos cuando terminase el partido. Modric, amable en todo momento, le dijo que sí.
Cumplió con su palabra. Acabó el partido, y antes de que nadie fuese a pedirle nada, Modric se ofreció para hacerse fotos y firmar autógrafos a todo aquel que quisiera. "Modric se portó genial con todos. Podría no haberlo hecho, y fue él el que vino a nosotros para hacerse fotos", cuenta Agustín Labad, presidente del Alzola-Halcones.
"Estuvo 15-20 minutos… los que hicieran falta. Se hizo fotos con todos y firmó un montón de autógrafos. Estuvo hablando con los chicos, les dijo que hiciesen caso a su entrenador y se enteró de que íbamos líderes y nos deseó suerte, que siguiéramos así para ganar la Liga. Estuvo encantador", narra Carlos Merchán.
A las 21:00 del mismo día, Luka Modric estaba vestido de corto para jugar contra el Getafe. Pero este sábado la primera que saltó al césped en la familia de Modric fue su hija, que también lleva el diez en su camiseta y juega en la misma posición que su padre. De Orcasitas al Bernabéu, el croata volvió a repartir alegrías, con la mirada puesta en el Manchester City.