El Monza apuesta por Papu Gómez
El club italiano, propiedad de Silvio Berlusconi, quiere contar con el argentino la próxima temporada. Adriano Galliani habló personalmente con él para explicarle el proyecto.

El paso de Papu Gómez por el Sevilla no será recordado por su gran rendimiento. Quizás la expectación suscitada a su llegada elevó el deseo de una afición que tenía en su mente sus grandes actuaciones con el Atalanta. El argentino quiere volver a sentirse importante y el Monza ya mantiene conversaciones avanzadas con el centrocampista para contar con él la próxima temporada.
El Sevilla, en un intento de rebajar su masa salarial el próximo año, ya busca fórmulas que permitan la salida de algunos de sus jugadores más veteranos y que tienen un salario más elevado. Papu es el segundo futbolista mejor pagado (llegó por unos siete millones) por detrás de Rakitic. Su agente tiene vía libre para traer una buena propuesta y sacar al jugador, y el Monza es un destino que satisface al campeón del mundo. Le resta un año más de contrato, aunque las partes no pondrán problemas a la hora de separar sus caminos.
A mediados de abril, el propio Adriano Galliani, ahora CEO Associazione Calcio Monza, se puso en contacto personalmente con el argentino para explicarle el proyecto deportivo de cara al próximo curso. Este año, en su estreno en el Calcio, el equipo entrenado por Raffaele Palladino se encuentra en una cómoda décima posición tras encadenar tres victorias consecutivas.
Hay una circunstancia que acerca aún más al Papu: Monza está a tan sólo 50 kilómetros se encuentra Bérgamo, ciudad donde el el argentino vivió durante siete años mientras jugó en el Atalanta, y en la que todavía mantiene su domicilio particular. Su familia por tanto no necesitaría adaptación y tendría un entorno ya conocido. Habrá que ver si todo fructifica. El Sevilla necesita aligerar su masa salarial y el internacional argentino sentirse nuevamente importante en un proyecto.
Desencuentros con la grada y la directiva
"Por el momento no se me hace larga, juegas cada tres días, viajes, partidos... El último mes va a ser complicado. Antes de que arranque el Mundial va a ser complicado, hay que ver dónde vas a tener la cabeza. Con toda la sinceridad del mundo, va a ser así", dijo el Papu en una entrevista. Estas declaraciones desataron un importante malestar en la grada del Ramón Sánchez-Pizjuán, que veía además como su equipo se situaba en la parte baja de la clasificación.
Poco después el argentino hablaba sobre la polémica generada a raíz de sus declaraciones: "No hay nada que aclarar. Soy un profesional, tengo muchísimos partidos encima, llevo 20 años jugando. No tengo mucho que aclarar en cuanto a mi compromiso hacia mi club. Cualquiera lo puede interpretar como quiera. Soy una persona de fútbol y cualquier persona de fútbol entiende muy clarito lo que dije".
También hubo roces con los dirigentes antes de la cita mundialista. En el partido liguero disputado en Nervión ante la Real Sociedad el pasado mes de noviembre, el exjugador del Atalanta no entraba en la lista de convocados por unas molestias musculares. Sobre la hora del partido, el argentino dejó el Sánchez-Pizjuán, a pesar de que habitualmente los reglamentos de régimen interno de los clubes obligan a presenciar los partidos enteros e incluso bajar a los vestuarios antes y después.
Desde ese momento nada volvió a ser igual. A su vuelta del Mundial, el jugador del Sevilla tuvo que ser operado del ligamento deltoideo de su tobillo izquierdo tras sufrir un retroceso en su recuperación. Una artroscopia en la articulación que le mantendría de baja, según el comunicado oficial del club andaluz, unas cinco semanas. Frente al Girona volvía a ser titular siete meses después. Mendilibar le ofrecía una oportunidad no aprovechada por el mediapunta. Se ve más fuera que dentro, pero el técnico vasco quiere sacarle el último provecho a una etapa sin pena ni gloria en Nervión.