Muniain se derrumba en su última charla al vestuario del Athletic: "Yo tenía otra cosa en la cabeza..."

Iker Muniain se va y lo hace por todo lo alto. No era su final soñado, pero ha decidido irse en alto, tras levantar la Copa del Rey. Así se lo ha transmitido a sus compañeros esta mañana en Lezama antes de entrenar con un discurso muy emotivo y en el que se ha derrumbado al ponerle palabras a su decisión. Sobre todo por su familia, momento en el que no ha podido seguir y ha necesitado del apoyo de un compañero de batallas como Óscar de Marcos para seguir adelante. "Creo que es la mejor decisión para mí y también para el club", iniciaba.

"Lo que yo tenía pensado, lo que yo imaginaba en mi cabeza, era otra cosa. Estar mucho más tiempo aquí, retirarme aquí, pero chicos, a veces la vida tiene otras circunstancias a las que debemos adaptarnos y es lo que estoy tratando de hacer", reconocía el navarro ante sus compañeros.

"No está siendo nada fácil", admitía. "Esta decisión conlleva muchas cosas, no solo en lo deportivo, también en la familia", decía, antes de emocionarse. Ese ha sido uno de los pilares de su vida, su familia, de la que tendrá que alejarse al tomar la decisión de seguir su carrera lejos de Bilbao. Al recuperarse y tras un abrazo con De Marcos, con quien debutó en 2009 en sus primeras temporadas, siguió con las palabras hacia sus compañeros. "Estoy cerrando un círculo en un buen momento. Hemos pasado muchísimas cosas juntos, dentro y fuera. Hemos vivido un montón de cosas maravillosas, otras no tanto, pero las hemos enfrentado siempre".

"Lo único que deseo es que ojalá haya podido ayudaros a todos, aunque sea un poco, en lo humano y profesional, a crecer. Con eso me conformo. Y también haberos ayudado a entender el sentimiento Athletic y ponerse la camiseta todos los fines de semana. La responsabilidad, el compromiso, el ser buen compañero, respetar al rival, saber ganar y perder... Es la batuta de un club tan grande como este", les trasladaba a todos los jugadores del primer equipo, atentos y emocionados ante sus palabras.

También les pidió algo: "Cuando yo no esté, que seáis capaces de seguir transmitiendo a los nuevos chicos que vengan, nuevos jugadores, nuevos empleados... Esto es de generación en generación. En el vestuario a la gente hay que mandarle el mensaje y ayudarles a entender lo que conlleva llevar este escudo en el pecho".

Tras el discurso de Muniain, Óscar de Marcos también tomó la palabra. El segundo capitán ejerció como tal para agradecerle a su compañero el "ejemplo" que ha significado para todo el equipo durante esta temporada complicada en la que ha sido un apoyo para todo el que lo ha necesitado. "No solo en estos 15 años, has sido un ejemplo y todos nos deberíamos dar cuenta de lo que ha hecho este año. De cómo se ha comportado para darnos un ejemplo en el día a día. En ayudarnos, desde la situación que él ha estado, a que podamos conseguir todos los logros deportivos. Muchas gracias".