ATHLETIC CLUB

Muniain se va aclamado por casi 30.000 aficionados: "Si alguna vez me necesitan, estaré aquí al día siguiente"

El capitán del Athletic se despidió del club en un homenaje con un gran pasillo de sus últimos compañeros y la presencia de excompañeros y entrenadores como Caparrós.

Iker Muniain saluda a la afición en su homenaje en San Mamés./Athletic Club
Iker Muniain saluda a la afición en su homenaje en San Mamés. Athletic Club
Patxo De la Rica

Patxo De la Rica

Aunque no se quiera, todo tiene un final. Algo así ha debido pensar Iker Muniain en estos últimos días, desde que anunciara que había tomado la decisión de salir del Athletic Club para continuar su carrera lejos de Bilbao. Desde entonces, cuentan desde su entorno, ha respirado más tranquilo, pero también se ha emocionado varias veces pensando en el adiós definitivo. Aunque aún restan tres jornadas ligueras, una de ellas en San Mamés, el gran homenaje como cierre a una carrera de leyenda ha sido este lunes. Cuidado, medido y cercano. Un acto muy especial que inició con un gran pasillo y en el que se han dado cita casi 30.000 socios, además de toda la plantilla, ex compañeros, familiares y amigos.

La plantilla al completo, además de las capitanes del conjunto femenino, y representantes de la cantera le hicieron un pasillo de honor ante el aplauso de toda la afición. Apareció Muniain por el túnel de vestuario junto a sus hijos, luciendo un elegante traje y con el himno a todo volumen. Saludó a los aficionados y recibió el aplauso de sus compañeros, antes de besar los tres trofeos que ha ganado como futbolista del primer equipo del Athletic.

"Estoy muy emocionado, gracias por acompañarme. Es muy difícil explicar lo que siento, soy un privilegiado de haber vivido lo que he vivido. De que durante 15 años me hayáis acompañado varias generaciones con el mismo sentimiento athleticzale. Eskerrik asko a todos", inició sentado en el círculo del penalti. Precisamente la primera sorpresa para él fue una fotografía del penalti lanzado en Sevilla. "Fue duro, pero gracias a dios salió todo bien y pudimos ganar", dijo sobre aquel penalti, antes de enseñar otra imagen de su primer penalti que lanzó con la camiseta rojiblanca en un torneo cuando tenía 12 años.

Iñaki Williams fue uno de los primeros en salir, tras el presidente Jon Uriarte -con un brazalete de capitán al igual que Valverde y Mikel González-, y le dedicó unas bonitas palabras muy emocionado. "Siempre podré decir que he conocido y he jugado con Iker Muniain", le dijo a su capitán. "Me voy, vosotros os quedáis aquí, pero me voy tranquilo porque este club está en buenas manos", le contestó Iker.

El siguiente en aparecer fue Joaquín Caparrós, el entrenador que le hizo debutar con solo 16 años. Un gesto de cariño entre ambos y una gran anécdota de Muniain, contando cómo le trataba como un padre. "Cuando ganábamos, se acercaba y nos decía que teníamos libre. Solía decir: 'Hoy tenéis la noche libre, menos usted. Usted vasito de leche, colacao y a dormir'. Muchas gracias míster".

El acto transcurrió de forma cronológica, repasando la carrera de Muniain. Se recordó a Bielsa, la clasificación a la Champions League en el primer año de Ernesto Valverde y por supuesto, las malditas lesiones. Un momento que aprovechó Muniain para agradecer a todos los médicos y recuperadores del club. También, por supuesto, las Supercopas ganadas.

La última, en 2021, con Marcelino, que mandó un vídeo para despedirse del capitán. "¿Sabes cuándo fue la primera vez que te vi hacer magia? En el 2008, en un torneo de cadetes. Después tuvimos la suerte de coincidir en el Athletic. Nunca olvidaré que nada más llegar cómo entraste a nuestro vestuario y nos mostraste tu total apoyo. Ganamos, perdimos... Aquellas dos malditas finales de Copa, pero sobre todo conocimos al Iker persona", dijo el hoy técnico del Villarreal. "Tuvimos un feeling increíble, me ayudó muchísimo personalmente y me hizo crecer mucho como futbolista", agradeció el protagonista de la tarde.

Un título inolvidable

Por supuesto, las emociones llegaron al máximo cuando se recordó lo que sucedió el pasado 6 de abril en Sevilla. La Copa del Rey ganada y levantada por el capitán en La Cartuja. En las pantallas proyectaron los penaltis y la afición lo celebró como si volviesen a ganar el título. "Cuando me voy a la cama todavía sueño que estoy en La Gabarra. Fue una pasada. Pudimos demostrar el mundo lo grande que es el Athletic", dijo el capitán rojiblanco.

Después apareció el más grande: El Txopo Iribar. Le entregó una fotografía con una carta al dorso: "Nuestro querido Iker, con todo el cariño y agradecimiento del que soy capaz. Has sido un gran capitán durante todos estos años y te recordaremos siempre como un auténtico crack. Como jugador, como capitán y como athleticzale". El capitán se lo agradeció, le dedicó unas bonitas palabras antes de que los compañeros le abrazasen -con la anécdota de que saltó un aficionado a abrazarle también- y todos juntos cantasen el Txoria Txori. El manteo de sus compañeros cerró un emotivo acto en el que se despidió con una promesa: "Si alguna vez me quieren aquí, estaré aquí al día siguiente".

Un gran escenario como La Catedral

San Mamés lució decorado con la enorme pancarta de 'Unique in the World' que presidió el fondo rojiblanco en la final de La Cartuja, dos pantallas gigantes que le daban las gracias al '10' y un rincón, en la portería de fondo norte en la que ha anotado tantos goles importantes, donde descansaba lo más preciado. Sus compañeros, sentados y uniformados con pantalones vaqueros, zapatillas blancas (un guiño a la despedida de Aduriz) y la camiseta de Muniain. A espaldas del capitán, los tres trofeos ganados: Supercopa 2015, Supercopa 2021 y, por supuesto, la Copa del Rey 2024. También dos camisetas muy especiales: la rojiblanca y la de la UD Txantrea, el club de su barrio desde el que llegó a Bilbao con 12 años.

Los minutos previos al acto fueron idénticos a una tarde de partido. El Metro viajaba lleno, la explanada de San Mamés era un hervidero de aficionados de rojiblanco, entre ellos muchos niños, y las gradas se fueron pintando poco a poco. No había partido, pero había algo mucho más importante. Una nueva muestra de unión y de cercanía entre jugadores y afición.

Y es que la masa social le quiere por encima de todo. Ha sido su estrella durante más de una década, desde que debutara en 2009 siendo un niño. Y le profesa un cariño aún mayor por su comportamiento en esta temporada, por levantar la Copa del Rey en La Cartuja y también por ser el gran líder de las celebraciones sobre el campo, en las calles, en la Gabarra y, por supuesto, en el Ayuntamiento. Todo ello, con las emociones a flor de piel, se ha juntado para que La Catedral tuviese una excelente entrada para aplaudirle y agradecerle su trayectoria.

Acompañado de los suyos

Los primeros en llegar fueron los excompañeros del capitán. Pablo Orbaiz, Joseba Etxeberria, Carlos Gurpegui, Gorka Iraizoz y Susaeta -todos ellos capitanes que tuvo en diferentes etapas-, además de Armando se acercaron a darle cariño. También buenos amigos, como el humorista Iñaki Urrutia, y su entorno más cercano a nivel familiar y personal.