Muriqi piratea a Ter Stegen

Muriqi, hasta en la ausencia, a kilómetros del área de Ter Stegen, sacudió el alma blaugrana. Fue un miedo fantasmal, pero no inexistente. El Barça volvió a abonarse a las remontadas pero volvió a quedarse a medio camino. El Mallorca le exigió al Barcelona jugar con pie quirúrgico y los blaugrana saltaron a Son Moix con pesas en los tobillos. El balón no fluyó desde los centrales y el sistema se colapsó, lo pirateó Muriqi. El Barça no encontró a sus mentes brillantes.

El Mallorca le robó un punto de manera justa al Barcelona. Fue un equipo eficiente que supo cómo defender y cómo atacar ante los blaugrana. Los Joaos no estuvieron al 100%. Félix apenas dejó destellos, no supieron encontrarle. Cancelo jugó con un exceso de confianza. Ferran amagó la aleta y Raphinha, pese al gol, jugó con el fuego interno en llamas. La rabia que lleva dentro le alejó de marcar el segundo gol. Su tiro fue demasiado fuerte. El Barça 23/24 no está encontrando el sostén defensivo sobre el que crecer.

Al Barça le costó una infinidad competir en Mallorca. Los cimientos comenzaron a temblar desde el epicentro, desde Ter Stegen. El alemán jugó un partido muy flojo, algo inédito en él. Regaló el balón en el primer gol, en un mal contacto con el pie buscando un arriesgado pase sobre Romeu. Un pase que normalmente termina generando una ventaja, pero cuya falta riesgo puede llegar a ser fatal. Lo fue.

El segundo gol mallorquín evidenció la falta de consistencia de la defensa. Araujo e Iñigo nunca llegaron a sentirse ganadores en los duelos, ni mucho menos superiores. En un balón largo de Rajkovic que ganó Muriqi sobre Romeu, apareció Abdón Prats al espacio. Ter Stegen, ahogado en un mar de dudas, se quedó a media salida. A Abdón le sirvió un único toque, de bregador de área, de obrero del gol, para mandar el balón a la red. Ya lleva cuatro goles este curso.

Fue el partido prototípico de un equipo de Javier Aguirre. De pura eficiencia. Plantó la línea de cinco que tanto se le complica al Barça y convirtió cada balón aéreo en un terremoto. Abdón y Muriqi, de la misma forma que Strand Larsen y Aspas la semana pasada, se emparejaron a Araujo e Iñigo. El Mallorca necesitó poquísimo para acercarse a Ter Stegen. Con balón, el Barça se hundió con muchísima facilidad. A balón parado, Muriqi supo rematar solo. Jugando de espaldas fue una bombona de oxígeno para el Mallorca. El Pirata lo simplificó todo.

La bandera de la intensidad que ondea en cada partido puede llegar a tapar que su fútbol tiene muchas más capas. Sin De Jong, Gavi se disfrazó de neerlandés. Sin la pelota, su nivel fue el de siempre. Le ganó hasta duelos aéreos a Muriqi. Y con el esférico en los pies, fue una máquina de generar ventajas a pesar los densos inicios blaugrana. Condujo, fintó en los controles para arrancar y no tuvo vértigo a la hora de escalar metros. Su actuación le presenta como otra alternativa a la zona de la gestación de la jugada.

Xavi estrenó pareja de centrales y el resultado no fue positivo. Araujo volvía a la titularidad tras la lesión e Iñigo lo fue por primera vez como futbolista blaugrana. En defensa nunca llegaron a controlar la zona. Pero donde se notó la falta de ritmo fue en ataque. Al Barça le costó un mundo construir desde la zona de los centrales. Y Romeu tampoco tuvo una gran noche.

Durante la segunda parte, Xavi se hartó de pedirle a Araujo que fuera valiente con el balón. Que condujera, fijara y conectara con los jugadores más adelantados. Joao Félix y Gündogan vieron el balón con ojos nostálgicos. Ronald debe recuperar el ritmo y la confianza con balón. La otra cara de la moneda fue Iñigo. El vasco quiso ser diferencial en cada jugada, se vio capaz de conectar con las piezas entre líneas. Se terminó precipitando en varias acciones, pero su primera vez fue la promesa de que puede llegar a convertirse en un futbolista importante de este Barça.

Otra vez él. El futuro de Lamine Yamal es algo inevitable. Xavi viene apostando en los últimos partidos por Ferran Torres y Raphinha, pero Lamine se ha empeñado en ir derribando fronteras por cada intervención que realiza. En la primera que tuvo, encaró al lateral y se plantó en el área. El VAR corrigió al decisión del árbitro, que había señalado penal. En la segunda acción clara, filtró un balón interior a Raphinha que el brasileño convirtió en asistencia.

Marcó otro canterano, Fermín. Todo tras una asistencia sin tocar el balón de Lewandowski. "Sólo tenían ganas las semillas cuando el mundo empezó", escribió una vez Xacobe Casas. En La Masia se construyen sueños que se hacen realidad.

Xavi está intentando ser gestor y mirar a la cabeza de su plantilla, de sus futbolistas. Que Lamine, a pesar del impacto que está teniendo, arrolle a varias piezas puede suponer un golpe psicológico importante para jugadores como Raphinha. En este caso, sin embargo, el futuro está escrito. Lo escribió Lamine con su botín izquierdo.

Mallorca: Rajkovic; Maffeo (🔁 Jaume Costa, 34'), Valjent, Nastasic, Copete, Gio González (🔁 Van Der Heyden, 84'); Dani Rodríguez (🔁 Morlanes, 84'), Antonio Sánchez (🔁 Darder, 61'), Samu Costa; Abdón Prats (🔁 Larin, 61') y Vedat Muriqi.

Barça: Ter Stegen; Cancelo, Araujo, Iñigo Martínez (🔁 Koundé, 77'), Balde; Oriol Romeu (🔁 Fermín, 63'), Gavi, Gündogan; Raphinha, Joao Félix (🔁 Lamine Yamal, 63') y Ferran Torres (🔁 Lewandowski, 57').

Goles: Muriqi (8'), Raphinha (41'), Abdón Prats (45+3'), Fermín López (74')

Tarjetas: Romeu (🟨, 35'), Dani Rodríguez (🟨, 47'), Nastasic (🟨, 61'), Javier Aguirre (🟨, 90+1')