Cuando tu afición es racista con el rival: "¿Qué pasa, que como visto la camiseta de tu equipo, ya no soy negro?"
Ewerthon y Uche, exjugadores de LaLiga, recuerdan lo que sintieron el día en el que sus aficiones insultaron a Eto'o y a Dani Alves por su color de piel.

Sí, a estas alturas, no parece que falte nadie por enterarse. El pasado domingo, en Mestalla, varios aficionados del Valencia llamaron "mono" y "negro de mierda" a Vinicius, jugador del Real Madrid. El chico, enfurecido, dijo "basta" en pleno partido, señaló a los culpables en la grada y desde ese día, el asunto del racismo ha trascendido al mundo del fútbol. Muchos son los que han aprovechado la ocasión para arrimar el debate hacia sus intereses. Los de un bando, defendiendo hasta la extenuación el buen hacer del atacante madridista. Los del otro, acusándole de provocador, preguntándose incluso por qué Camavinga, Rüdiger o Alaba, también negros, también jugadores del Real Madrid, no recibieron insultos racistas en Mestalla. Pocos, sin embargo, se han preguntado qué pasó esa misma tarde por la cabeza de Correia, Kluivert o Musah, también negros, sí, como Vinicius, pero jugadores del Valencia.
"Es lo peor que te puede suceder en el campo", dice Ewerthon Henrique de Souza, exfutbolista brasileño que militó en el Real Zaragoza y que, en febrero de 2006, vio cómo los cánticos racistas de su propia afición empujaron a Samuel Eto'o a querer abandonar La Romareda. "No es un insulto a un jugador rival, en este caso Samuel, es un insulto a todos los negros del mundo, incluidos yo, Álvaro y Toledo, que jugábamos en el Zaragoza y vivíamos en la ciudad. ¿Qué pasa, que como visto la camiseta de tu equipo, ya no soy negro?".
Ese día, ante la ira del delantero camerunés, que se empeñó en abandonar el terreno de juego por los incesantes gritos racistas de la afición zaragocista, Ewerthon, que había llegado a España esa misma temporada, se acercó a observar la escena antes de dirigirse a Eto'o. "Estaba muy nervioso, fuera de sí. Había hablado ya con Rijkaard, con Ronaldinho, con Deco… Todos habían intentado pararle, pero él quería irse sí o sí", recuerda el brasileño por videollamada desde Sao Paulo.
"Yo me acerqué y le dije 'Samuel, si puedes, escúchame diez segundos. Mira, yo soy negro, como tú y me estoy sintiendo como tú, pero tú, después del partido, coges el autobús o el AVE, y sigues tu vida en Barcelona. Yo no. Yo, Álvaro y Toledo, vivimos aquí, estamos todos los días en esta ciudad, nos ponemos esta camiseta y hacemos lo mejor para el Zaragoza, pero es que no te están insultando solamente a ti, me están insultando a mí, a mi familia, que está en el estadio, a la familia de Álvaro y Toledo, a todos los negros que están en el estadio y a todos los negros del mundo".

Fue entonces cuando el brasileño, visiblemente más calmado que Eto'o, terminó por convencer al delantero culé. "Le dije, 'si tú te quieres marchar del partido, tú tranquilo, yo me marcho contigo. Pero si tú te marchas, te digo una cosa, vas a dar motivos a toda esa gente para que, cada vez más, intenten echarte de los partidos. En cambio, si tú te quedas, juegas tu partido y después te vas".
Eto'o escuchó las palabras de su rival, se calmó y decidió seguir jugando el partido, que concluyó con victoria azulgrana (0-2). "Él todavía me agradece lo que hice a día de hoy, pero es que no fue nada, simplemente expresarle que el sufrimiento era mutuo. Es una situación muy desagradable. Todavía a día de hoy no entiendo cómo la gente puede insultar a un chino, un negro, un japonés, un rubio, un gay, una lesbiana... ¡Lo que sea! Que tu color de piel, tu raza o tu orientación sexual sea motivo de insulto es algo que no puedo entender", asegura el exzaragocista.
«El fútbol español es racista»
Pero el problema va mucho más allá. No es un caso aislado. Como reconoce el propio Ewerthon, España tiene un serio problema: "Hoy, infelizmente para los españoles, todo el mundo os está mirando como racistas. Y no todos son racistas, no se puede hacer malo a un país por diez, 15 o 20 tontos, pero es que un día se tira un plátano a Dani Alves, otro día pasa lo de Vini... Yo mismo, cuando jugaba en España, recibía insultos racistas en la mayoría de los estadios. Que si mono, que si negro hijo de..."
En la comparación con otros países, según el exfutbolista brasileño, salimos perdiendo por goleada. "Tú no ves que pase esto en la Premier o en la Bundesliga. Yo jugué en Rusia, jugué en Qatar, y estas cosas no pasaban. Por desgracia, solo pasa en España. Es una pena, porque es un país fantástico, con una comida increíble y se vive de maravilla, pero pasa, y es la verdad. Es que yo he jugado en Alemania seis años y no he sufrido un solo insulto racista. Nada. En Rusia tampoco, en Catar tampoco. En España, esto pasa. Y pasa mucho".
Así lo corrobora Ikechukwu Uche, delantero nigeriano con pasado en varios equipos de nuestra liga y, como Ewerthon, también negro. "Cuando recibes insultos racistas en un campo de fútbol, te sientes mal, no entiendes nada, pero es que cuando estás en el otro bando y escuchas a tu propia afición hacerlo con un rival, te sientes peor aún. Es horrible, lo sufres por partida doble. Te da por pensar, si le dicen eso a él, ¿qué pensarán de mí?", explica por teléfono.

Uche, como le ocurrió a Ewerthon con Eto'o, también vivió en sus propias carnes lo que es que tu propia afición ataque a un futbolista rival por su color de piel. Sucedió en abril de 2014, cuando, en pleno partido, un aficionado del Villarreal lanzó un plátano desde la grada a Dani Alves, que se disponía a sacar un córner.
"Fue lamentable", comenta Uche, que, todavía en el banquillo —entraría al terreno de juego cinco minutos después—, no vio la acción in situ. "Vi las imágenes después del partido y sentí mucha vergüenza. Uno no deja de ser negro, como el rival al que están ofendiendo tus propios aficionados", reconoce.
Ambos, Uche y Ewerthon, coinciden en que, para zanjar el problema, se deben imponer sanciones drásticas. "En los estadios hay tecnología, cámaras, se puede enfocar a cada persona y saber lo que hace en cada momento. Lo del otro día, lo de Iñaki Williams, lo de Diakhaby... No puede volver a pasar esto", dice el nigeriano. "Sería un error meter a todos los aficionados en el mismo saco. No todos son racistas, pero por supuesto que hay racismo en el fútbol español, y hay que pararlo cuanto antes", opina el paulista.
"Es que no es la primera vez que el chico [Vinicius] lo está sufriendo, ha pasado en más partidos esta misma temporada", insiste Uche. "Yo, si fuera el Real Madrid, el otro día en Mestalla me hubiera ido del campo", añade Ewerthon. "Con Vinicius todo está tomando una proporción muy grande, y te digo, yo tengo miedo. Tengo miedo de que pase algo con la vida del chaval, porque un día le llaman mono, otro día son muñecos colgados en una puente... El chico un día va a ir por la calle y se puede cruzar con cualquier loco de la cabeza que le haga daño. El asunto es muy grave y da mucho miedo".