Valverde admite que el ambiente "raro" de San Mamés afecta a su equipo: "No hemos sabido controlarlo"
Los problemas de una parte de la Grada Popular con el club siguen abiertos, con enfrentamientos entre diferentes sectores de La Catedral a cuatro días de recibir a la Roma.

Cada partido en San Mamés es una nueva prueba para conocer el ánimo de la afición rojiblanca, que desde el pasado mes de diciembre vive polarizada por un enfrentamiento entre un sector de la Grada Popular y el la directiva del Athletic. En una semana decisiva, en la que los rojiblancos se están jugando su clasificación a la próxima Champions League y el jueves deben remontar ante la Roma, el foco apuntaba aún más a este conflicto que vivió un nuevo episodio en el choque de este domingo ante el Mallorca. Un ambiente enrarecido que afectó al equipo, algo que incluso aceptó Ernesto Valverde: "No lo hemos sabido controlar bien".
Tras unos minutos de silencio, con intentos de diferentes bandos por iniciar cánticos pero con la zona de animación sin liderarlos, llegó la crispación. Se ha convertido en habitual en los últimos encuentros que el sector de la Iñigo Cabacas Herri Harmaila, los más críticos, inicien sus cánticos en el minuto 12 con una reivindicación ya habitual: "¡Herri Harmaila aurrera!". Una proclama que volvió a ser acallada por pitos de la mayoría de aficionados repartidos por el estadio. Continuaron con un "Athletic gu gara (el Athletic somos nosotros)" que recibió la misma respuesta del resto de la Catedral. Incluso, en lo que parecía una queja irónica, desde este sector se entonó una frase con mucho sentimiento en Bilbao: "Aquí está, esta es, la afición de San Mamés".
Los pitos de un lado y los gritos de otro derivaron en un cántico aún más directo en esta lucha abierta que mantiene este sector con el Club: "Jon Uriarte, kanpora (Fuera Jon Uriarte)". No es la primera vez que se escucha desde ese fondo, aunque sí durante un encuentro. Fue muy llamativo cómo el resto del estadio no solo silbó en primera instancia, sino que se entonó un mayoritario grito de "Athletic, Athletic" que acalló los gritos de los más críticos.
Un clima de crispación continuo, mientras los jugadores seguían intentando superar al Mallorca de Jagoba Arrasate en un duelo clave en la lucha por la cuarta posición. Uno de los momentos más ilusionantes en lo deportivo de la última década para la entidad bilbaína que están siendo empañados por esta 'guerra' que lleva abierta desde hace ya tres meses. Es cierto que hubo algún brote verde y algunos cánticos iniciados por la Herri Harmaila fueron seguidos por el resto del estadio, aunque fueron muy puntuales y la tónica general fueron cánticos esporádicos en diferentes sectores sin unión.
"El primer tiempo el ambiente era raro. Entiendo que están enfadados, esto y lo otro... Que estén peleándose los unos con los otros es una situación que estresa un poco. Unos reivindican, otros que no... Si el ambiente está parado pues bueno, pero sí que se nota que hay algo raro ahí y no lo hemos sabido controlar bien", reconoció Ernesto Valverde, que también asumió parte de responsabilidad: "Nosotros tenemos que tirar un poco de nuestro empuje". Incluso, Jagoba Arrasate respondió a una pregunta sobre este hecho: "Se notaba, pero me falta información como para opinar. Es una gran pena, pero creo que están condenados a entenderse porque el Athletic es más fuerte con 50.000 gargantas animando", dijo el técnico del Mallorca.
Hay preocupación a medio plazo, pero sobre todo a corto. El jueves San Mamés debe ser una caldera para buscar la remontada ante la Roma y en estos momentos parece difícil pensar en una solución ya que el conflicto parece enquistado. La entidad deslizó en estos últimos días que siguen esperando respuesta de ICHH después de las últimas reuniones, que no parecen haber ayudado en la resolución del conflicto. "Queríamos una final en San Mamés y ya la tenemos. Y hay que aprovecharla", lanzó finalmente Valverde en un mensaje directo hacia su afición.