Un nuevo sueldo y el ejemplo de Sergio Ramos están detrás del giro radical en el 'caso Modric'
El croata quiere renovar y el club, que no estaba por la labor, se abre ahora a su continuidad. Ancelotti hace fuerza para que siga.

En una mesa de negociación, hasta que el negro no se escribe sobre el blanco, el viento puede cambiar en un solo día. Sobre todo si entre las partes hay más respeto y predisposición que tensiones, como ha sucedido en el caso de Luka Modric (38 años). La situación del croata con el Real Madrid ha dado un giro radical en la última semana. Su contrato acaba el próximo 30 de junio y el club no estaba por la labor de ofrecerle continuar. Más allá de poder tapar la proyección de jugadores como Güler, lo que más pesaba en las oficinas del Bernabéu era el tema económico. Luka aparece en lo alto de la escala salarial y mantener ese estatus con un papel más secundario sobre el césped desafinaba en los planes de futuro pese a los deseos del futbolista de seguir.
No obstante, en los últimos días cambió el viento. Ahora la entidad está abierta a la renovación. En ese viraje han confluido varios factores. Desde una bajada de sueldo a su ascendencia sobre los jóvenes pasando por la conclusión de que fuera del Madrid hace mucho frío. Modric pretende retirarse de blanco y para provocar acercamiento lo primero que puso sobre la mesa es que aceptaría un descenso en su nómina... después de desoír ofertas muy atractivas de Arabia o la MLS. Un tema, el monetario, que es un pilar que preocupaba (y preocupa) al club con el desembolso en la operación Mbappé, las primas y las prolongaciones de contrato como mar de fondo.
La iniciativa del '10', muy valorada, se suma al estado del centro del campo. Aparte de los fijos (Tchouameni, Camavinga, Valverde, Bellingham...), en Chamartín inquietaba una posible diáspora que debilitara la zona y obligara a gastar fondos en un fichaje. Si a la casi segura salida de Ceballos se le unía la de Kroos o Modric (o de los dos), acudir al mercado era forzoso. Ahora, el cambio de rumbo en la carpeta del croata favorece el respiro... a la espera de hacer oficial la decisión del alemán.
El argumento deportivo no ha sido menos importante. Modric ya tiene metabolizado un rol al que no estaba acostumbrado. No es un secreto que esperaba jugar más minutos al principio de la temporada. El banquillo le quemaba por el amor propio y el carácter competitivo tan balcánicos. El panorama le hizo dudar alguna noche sobre si prolongar su estancia más allá de este verano, pero nunca ha sido un problema en la caseta y con el paso de los meses se fue adaptando al nuevo escenario. Aunque éste no es, ni mucho menos, el de un jugador de fondo de armario. Ya se le cayó el cartel de titular indiscutible, pero hasta ahora ha disputado 43 partidos y es el 13º madridista más utilizado por Ancelotti (2.140').

La relación entre futbolista y entrenador se ha revelado como otro de los puntos clave. Es excelente, de respeto absoluto. Las declaraciones del italiano después de un encuentro contra Las Palmas, a comienzos de año, reflejan los galones del croata, la experiencia de Carletto y el feeling entre ambos: "Luka no ha calentado porque... le tengo que respetar; si no estoy seguro de que va a jugar no lo pongo a calentar. Si tengo duda prefiero que no caliente". Antes de fraile, el italiano fue cocinero y conoce como nadie lo que siente un futbolista cuando pierde metraje. Sin ir más lejos, él, en el Milan, pasó de imprescindible a alternativa. Por eso, pocos mejor que Ancelotti para traducir a Modric... y para hacer fuerza ante Florentino. El técnico ha puesto empeño en su continuidad. Por valía, porque Tchouameni, Camavinga o Güler puedan seguir aprendiendo de él y porque en parte se sentía en deuda con él por haberle ahorrado titularidades esta campaña.
Su labor con los jóvenes y el frío lejos del Madrid
Luka, por su parte, ha respondido físicamente en cada ventana abierta, una cuota de pantalla que abrió los ojos a más de uno en Valdebebas. El '10' acostumbra ser un jugador diésel, de esos que alcanzan velocidad en primavera. Comenzó el año y sobrevolaba en el Bernabéu cierta desconfianza con el cuerpo de un futbolista que el próximo mes de septiembre cumplirá 39 años. En cambio, a la fase donde el Madrid se está jugando los metales ha llegado en condiciones físicas envidiables y contribuyendo decisivamente en el juego, remolcando al resto. Su brillante participación en la segunda parte (y prórroga) ante el City en el Etihad y los 25 minutos extraordinarios ante el Bayern en el Bernabéu (salvó un gol de los alemanes tras una carrera de juvenil) han convencido en el club de que este Modric no es testimonial y se le puede seguir reclutando. Además, la próxima temporada el equipo disputará seis competiciones y habrá espacio para todos.
Otro factor que está jugando a favor del croata es su labor fuera del campo, con un protagonismo con los jóvenes, a quienes ha acogido bajo su ala y a los que aconseja y guía. Su relación con Rodrygo, por poner un ejemplo, es casi fraternal. Un trabajo que también es muy valorado por Ancelotti.
El entorno es inmejorable para el de Zadar, con 38 años, voz en el vestuario del Real Madrid y el fervor de la afición, como se demostró en la celebración de la 36ª Liga con sus gritos de "¡Modric, quédate!". Si en algún instante titubeó con su futuro, le aplacó ver que la mayoría de compañeros que dejaron el club se alejaron del bienestar y el éxito: Cristiano, Benzema, Varane, Sergio Ramos... Sobre todo le caló el ejemplo del camero, íntimo amigo suyo, a quien la aventura del PSG no le salió como esperaba y ahora sufre con la situación del Sevilla.
Irse a otro equipo implica comenzar de nuevo, someterse a un examen en cada partido... Quedarse, aunque sea en un segundo plano, implica estabilidad familiar (su entorno no quiere abandonar Madrid), heredar el brazalete si Nacho abandona el equipo, poder embolsarse 1,5 millones en primas y pasar a la historia como hombre récord del club: si gana la Champions en Wembley igualaría las seis de una leyenda como Paco Gento y en 2025 tendría en reto de superarle... Su agente ya despejó el cielo: "Lo más probable es que se quede una temporada más y seguirá escribiendo historia". A Modric le sobran los motivos para querer la renovación... y al Madrid para valorar la pelota que está en su tejado.