El cántico que no existe en Vallecas explica quién es Óscar Trejo, mientras sigue sin renovar: "Si es por mí, en cinco minutos se soluciona"
El jugador del Rayo acaba contrato en junio mientras se sigue reivindicando en el campo y ante una grada que lo adora.

Cinco minutos pueden ser un mundo. Un tiempo en el que puedes pasar de una victoria a un empate. O incluso a una derrota. De la euforia al llanto. Y viceversa. La vida a 90 minutos, pero en versión reducida. Incluso se puede cerrar una renovación. Sobre todo si te llamas Óscar Trejo y sobre la mesa no hay más que corazón, coraje y sentimiento. Donde no importa el dinero, ni las condiciones. Solo seguir defendiendo al equipo de tu vida, a tu club, a tu barrio, con el que irías al fin del mundo. No siempre es tan sencillo, en especial cuando hay dos partes y una no tiene por qué pensar como la otra.
Trejo fue el gran protagonista del empate entre Rayo Vallecano y Real Sociedad, más incluso que Pedro Díaz y su golazo, Etienne Eto'o y su gran actuación, o Mariezkurrena y su estreno como goleador. Porque él, que marcó un buen tanto aprovechando un envío de Ratiu, es puro Rayo cada vez que salta al campo. Las piernas ya no le dan para 90 minutos a gran nivel y este año ha visto reducido considerablemente su rol en el campeonato doméstico, donde apenas es titular y va entrando en el once en base a las extremas circunstancias de lesiones que ahora mismo llenan a rebosar la enfermería vallecana. Incluso sorprendió que entrara de inicio ante la Real Sociedad, tras no hacerlo en el Bernabéu con todavía más ausencias.
Esta vez fue sustituido a los 62 minutos, exhausto y ovacionado por toda su grada. Vallecas es un estadio en el que se anima por igual a todos los jugadores y prácticamente existe un mantra de no corear a ninguno, para que nadie sea más que nadie. Siempre los cánticos se centran, más bien, en el equipo en líneas generales e incluso en el barrio en particular. Pero siempre hay un espacio para la excepción, más cuando se trata del eterno capitán, de ese jugador que se ha dejado la vida por la franja, en el barro o en la élite, peleando por Europa o rozando el infierno. Trejo siempre ha dado la talla por el club y por las calles que lo animan, por la gente de la zona, por sus compañeros y por todos. Pocos han defendido así esta camiseta, que va mucho más allá del campo.
Por ello, tras marcar, la gente enloqueció. Y el futbolista, en consonancia, que se fue hacia uno de los laterales e hizo repetidos gestos a tribuna dedicando el tanto a uno de sus seres queridos. Por supuesto, se besó el escudo. Lo hizo una y otra y otra vez, que no quedara el más mínimo ápice de duda. Ya no lleva el brazalete, tras renunciar a él por discrepancias con la gestión y la directiva, pero sigue ejerciendo de capitán ante la plantilla y ante la grada. ¿Acaso no es eso lo importante?
Minutos más tarde, ya exhausto, tuvo que ser sustituido. Iñigo Pérez sabía la rabia que le puede dar a un jugador que acaba de marcar que le cambien solo unos compases después y fue el primero en acercarse y darle un abrazo para reconocer su mérito y su esfuerzo. Después, en sala de prensa, fue el primero en elogiar su gran actuación y, sobre todo, su esfuerzo incesante: "Ya sabéis lo que opino de Choco. Lo que significa para nosotros como grupo humano que vamos viajando juntos y por lo que nos da en el campo...".
Continúa el técnico: "Lo de hoy es una muestra más, a pesar de no venir jugando asiduamente, a cualquier jugador tengas 37 o 19 le hace perder ritmo... En la primera parte no hemos sido capaces de asistirle con balones para que él pueda brillar. Pero en la segunda es el primero que presiona, que contagia... El valor que Choco tiene para nosotros como grupo y como club es muy grande, pero no entraré en situaciones así. Pero para mí tiene un valor altísimo tanto de rendimiento como humano".
«En cinco minutos esto se soluciona»
Como uno de los grandes protagonistas del partido, Óscar Trejo fue el encargado de pasar por zona mixta y atender a los medios de comunicación. Más allá de comentar el bajón del equipo por no lograr sacar los tres puntos, pese a ir por delante en la recta final del encuentro, el jugador afrontó la gran pregunta de si continuará la próxima temporada en el Rayo Vallecano.
"Trato de disfrutar los momentos pero a día de hoy no sé nada. Esperemos que salgan noticias pronto pero si es por mí, en cinco minutos esto se soluciona para el año que viene", reconoció.
El caso es que, independientemente de su intención, su renovación está congelada. Trejo acaba contrato el próximo mes de junio, en lo que es su novena temporada defendiendo la camiseta del Rayo Vallecano. Cumplirá 37 este año y ya no es el mismo jugador que brillaba hace apenas unos años. Pero mantiene el coraje, el esfuerzo y esa calidad técnica que resulta diferencial en cualquier estadio del mundo. Motivos más que suficientes para prorrogar su estancia, a los que hay que sumar, por supuesto, su espíritu vallecano, su compromiso con club y barrio y todo lo que representa más allá de un terreno de juego.
No obstante, Raúl Martín Presa ya advirtió en la previa del partido ante la Real Sociedad que no tomará ningún tipo de decisión sobre la planificación de cara a la próxima temporada hasta que el equipo no logre la salvación matemática en Primera División. De hecho, recordó a otra leyenda como Raúl Tamudo para recordar que no se debe dar nada por hecho hasta que no esté sellada de forma certera la continuidad en la élite. Trejo tiene tiempo de sobra y espera la llamada. Si por él fuera, en cinco minutos estaría todo resuelto...