Pacheta, fulminado; Marcelino, a la espera

José Martín Rojo 'Pacheta' ha sido despedido del Villarreal. La etapa del técnico de Salas de los Infantes ha concluido tan solo dos meses después de coger el equipo tras el despido previo de Quique Setién. En los 12 partidos con Pacheta en el banquillo, el Villarreal solo ha sumado cinco victorias (dos en LaLiga, dos en la Europa League y otra en la Copa), dos empates y cinco derrotas (tres de ellas en la competición doméstica como local).

El despido de Pacheta es la crónica de una muerte anunciada. Tras las malas sensaciones del equipo, este medio avanzó que el club negociaba con Marcelino García Toral para junio, pero que dada la situación existía la posibilidad de que se incorporara ya mismo. Las negociaciones por el asturiano estaban encauzadas y el despido de Pacheta acelera una unión que lleva meses viéndose venir.

Uno de los factores que preocupaba al asturiano era coger al equipo y tener que jugar dos partidos seguidos, entre Liga y Europa League, uno de ellos en el Metropolitano, lo que habría dificultado sus primeros días allí. Por ello, como informó este medio, la entidad decidió aceptar esa petición de Marcelino, lo que supuso 'una vida extra a Pacheta'. Sin embargo, pese a ganar el jueves en Europa, las sensaciones volvieron a ser muy malas y ya no dirigirá en el Metropolitano. ¿Lo hará ya Marcelino como quería evitar? Tampoco. Será Miguel Ángel Tena, director deportivo, quien se haga cargo del equipo.

El bueno de Pacheta solo ha durado dos meses en el banquillo amarillo. Su salida se debe a diferentes razones pero, como es evidente, la primera de ellas son los resultados: Pacheta no ha mejorado a Setién, es más, resultados en la mano, lo ha empeorado ya que aunque con el cántabro las sensaciones eran malas también, dejó al equipo en quinta posición.

Más allá de los resultados, con el ya extécnico amarillo se han seguido cometiendo los mismos errores que se cometían con Setién. El equipo atacaba bien, pero defensivamente era una lágrima y los partidos se convertían en correcalles en los que los jugadores amarillos no se sentían bien. Empezando por un Dani Parejo que ha sido cuestionadísimo por la grada.

Todo ello ha llevado a que el clima de frustración que había en el vestuario no se levantara. Al contrario que con Setién, en el vestuario amarillo no había unanimidad en la crítica a su entrenador, de hecho, todos valoraban positivamente el esfuerzo de Pacheta. Pero los malos resultados siempre lastran y eso ha cavado la tumba en todos los sentidos del ya ex técnico del Villarreal.