FC BARCELONA

La paciencia apremia a un Iñigo Martínez que apunta al once ante el Athletic

El central vasco comenzó la temporada lesionado y tuvo que adaptarse a un rol secundario.

Iñigo Martínez durante el calentamiento previo al duelo ante el Sevilla./AFP
Iñigo Martínez durante el calentamiento previo al duelo ante el Sevilla. AFP
Jordi Cardero

Jordi Cardero

No es fácil adaptarse a un equipo nuevo. Y el nivel de complejidad aumenta si se trata del Barcelona. Si a esto le sumamos el proceso de recuperación de una lesión complicada, sin plazos fijos, uno se encuentra el escenario en el que se plantó Iñigo Martínez el verano pasado. Su primera titularidad llegó en Mallorca. Y este fin de semana, en la visita del Athletic Club a Montjuïc, todo apunta a que volverá a estar en el once de Xavi.

La parcela de los centrales es posiblemente la zona más bien cubierta de la plantilla del Barcelona. Cuatro piezas top para dos posiciones, tal y como pidió Xavi antes del verano. A la pareja que formaron Christensen y Araujo el año pasado se les ha juntado la incorporación de Iñigo y el retorno de Koundé a la zaga. El entrenador le prometió al francés que volvería a ser central cuando el equipo fichara a un lateral derecho. Y así fue.

Xavi fue el principal valedor del fichaje del vasco y Mateu Alemany y Jordi Cruyff lo ejecutaron. Cuando Gerard Piqué hizo saber al club que colgaría las botas, en la secretaría técnica iniciaron un exhaustivo ojeo para encontrar un perfil similar. Iñigo tenía la experiencia -y el bagaje internacional- y las cualidades -entre las que se valoraba ser zurdo- para fichar por el Barça. El ex del Athletic podría haber firmado en 2018, pero la presión del vestuario blaugrana le terminó alejando del Camp Nou.

Capacidad de liderazgo en un vestuario joven

Entre los pros que señaló Mateu estaba el seguro de una adaptación inmediata, la capacidad de dominar todas las facetas del juego, como el juego aéreo o el desplazamiento en largo y, sobre todo, su capacidad de liderazgo. Esto último fue un factor clave en la decisión de la secretaría técnica. Desde el club le dejaron claro que querían que fuera una pieza importante en un vestuario en el que la pelota la doman los más jóvenes.

Iñigo pasó por el quirófano en verano. Fue una intervención rápida para agilizar el proceso de recuperación. "Tomé esa decisión al ver que no mejoraba. Fueron cinco minutos y me ayudó bastante. Desde el club me transmitieron que no había ninguna prisa", reconoció en su presentación. Llegaba a Barcelona con toda la ilusión del mundo, pero siendo consciente de que la lesión era un hándicap y también que su familia, su gran pilar, debería adaptarse a una nueva vida. Tiempo al tiempo.

Asume su rol y espera su momento

Iñigo viajó a la pretemporada por los Estados Unidos pero no disputó ningún minuto. Hacía parte de los inicios de las sesiones con sus compañeros, pero luego regresaba con los fisioterapeutas. Antes de los partidos hacía un poco de carrera continua. Se marcó como reto estar listo para septiembre. A pesar de estar ocupando un rol secundario, el central no pierde la paciencia. Asume su papel y sigue trabajando con total naturalidad. El Barcelona, vivo en cuatro competiciones, juega decenas de partidos al año y sabe que su momento llegará. Además, las lesiones han acrecentado la sensación de plantilla corta.

El central está ante una situación insólita en su carrera. Acostumbrado a jugarlo todo y liderar en sus anteriores equipos, en Barcelona el escenario ha cambiado. También durante los parones. Muchos futbolistas blaugrana han ido convocados con sus selecciones durante los últimos días y Xavi ha llegado a hacer sesiones conjuntas con el filial y algunos juveniles. A pesar de tener algunos días libres, Iñigo prefirió quedarse en Barcelona para seguir poniéndose a tono en lugar de volver al País Vasco.

Momento Iñigo

Este martes, Xavi perdió a otro efectivo. Sergi Roberto se lesionó el sóleo de su pierna derecha y estará un par de semanas de baja. Para el duelo ante el Athletic, el entrenador tiene disponibles a Iñigo Martínez, Alejandro Balde -que terminó tocado con la Selección, pero entrena con el grupo-, Marcos Alonso, Christensen, Araujo y Cancelo.

En función de cómo evolucione Balde, Xavi podría probar una fórmula que ya exploró en pretemporada, ante el Arsenal, con Marcos Alonso por izquierda y Sergiño Dest por derecha. El cuerpo técnico cree que Iñigo puede adaptarse al rol de lateral corto para que sea el de la banda contraria -en este caso, Cancelo- el que juegue más adelantado, como suele hacerlo Balde.

En apenas tres apariciones, Iñigo ha dejado muestra de lo que puede aportar como blaugrana. Puede ser un plus con el balón y en los desplazamientos en largo en los que tanto insiste Xavi. Y en defensa, un cerrojo cuando el equipo se recluta cerca de Ter Stegen, un contexto en el que el Barça se encontró en muchas ocasiones el año pasado. Apunta a titular en su reencuentro con el Athletic.