VALENCIA CF

El padre de Jesús Vázquez

Jesús Vázquez y su padre. /Valencia C.F
Jesús Vázquez y su padre. Valencia C.F

Jesús Vázquez tuvo minutos por primera vez en El Sadar, el estadio donde su padre es venerado por su extraordinaria gestión cada fin de semana. Jesús jugó tras haberse quedado sin convocar en 2021 por Bordalás de manera inexplicable (fue el único partido en todo el año al que no entró en lista), y tampoco tuvo minutos el curso pasado en el triunfo de su equipo. Además, a la cita llegaba sin haber sido titular desde el 16 de diciembre, tras una lesión del sistema neuromotor que casi acaba con su carrera y con dudas sobre su rendimiento porque todavía no tiene toda la confianza que tenía antes de la lesión.

¿El resultado? Titular, portería a cero, victoria y una sensación especial que hacía meses que no sentía: felicidad al salir de un campo de fútbol. Aunque ya tiene el alta médica, Jesús todavía no está al 100%, de hecho todavía tardará en estarlo, de ahí que Baraja hasta ahora no le hubiera dado la titularidad. Pero tras sus buenos minutos en el último encuentro y teniendo en cuenta que era una cita especial, El Pipo apostó poro él.

Y ahí Jesús, como hacen los grandes jugadores, se creció: fue el segundo mejor jugador del partido según Sofascore con una valoración de 7.3, ganó 5 duelos, tuvo un 70% de acierto en el pase y ofensivamente volvió a exhibir esa zancada que llevó al club a apostar por él, con dos regates en campo rival. Jesús cuajó probablemente el mejor partido en año y medio y lo hizo en su segunda casa, en la casa de su padre, en Pamplona.

Desde el palco, Braulio Vázquez se marchó molesto a casa por la derrota, pero en el fondo se le escapaba una pequeña sonrisita. Desde hace años 'Brau' (como le conocen los más cercanos), ha puesto todo de su parte para que su hijo llegue lo más alto: dejó que su familia se quedara en Valencia mudándose él a Pamplona solo para que Jesús pudiera seguir en el club che, siempre que puede va a verlo a Mestalla como antes hacía con el filial etc.

Y precisamente, en su época filial, la primera vez que Jesús fue convocado y todos los focos le señalaron como 'el hijo de Braulio Vázquez' como convocado con el Valencia CF, tuve una conversación con él que nunca olvidaré, porque demuestra el amor de un padre a un hijo: "Me da rabia que digan el ''hijo de Braulio'', queda como si yo le tapara y ha trabajado mucho para esto", me dijo. ''Bueno, hombre, tampoco es para tanto ¿No?" le respondí. A lo que él me dijo "es que yo no quiero que se le conozca como el hijo de Braulio Vázquez, yo quiero que un día se me conozca a mí como el padre de Jesús Vázquez", concluyó.

Braulio es un tipo curtido en mil batallas, que ha confeccionado plantillas Champions en el Valencia, que ha sabido suplir a Villa y Silva sin que un equipo lo notara, que ha llevado a Osasuna al éxito. Pero por encima de todo, Braulio es el papá de Jesús, y como todo papá quiere que su hijo no solo le iguale, sino que le supere en todo, que lo haga mejor, que crezca más mientras él le impulsa de la cintura. Y esa conversación lo dejó claro, él se moría de ganas porque los éxitos de su hijo taparan los suyos.

De momento, eso tendrá que esperar un poquito más, pues los últimos años no han sido nada sencillos para Jesús y Braulio ha hecho verdadera magia con Osasuna llevándolo a Europa y una final de Copa, pero qué duda cabe que en Pamplona, por primera vez, Braulio fue el padre de Jesús Vázquez para el mundo del fútbol y no Jesús el hijo de Braulio Vázquez.