Se avecinan cuatro partidos de sanción para Ancelotti

Las quejas de Carlo Ancelotti tras el Real Madrid-Girona siguen (y seguirán) dando de qué hablar. La polémica arbitral (en especial la pena máxima por mano de Asensio) dejó descontento al técnico blanco, que alzó la voz ante los medios. "Se han inventado el penalti, creo yo. No podemos hacer nada, solo decirlo", lamentó. Sus palabras pueden costarle caras: si el Comité de Competición considera que son dignas de sanción y las alegaciones del Madrid no prosperan, el castigo al italiano oscilará entre los cuatro y los doce partidos.

Antes de llegar a ese punto hay un camino largo que recorrer. El primer paso está andado: el Departamento de Integridad de la RFEF, el órgano encargado de evaluar las declaraciones de los protagonistas, ya ha trasladado al Comité de Competición las palabras del entrenador del Real Madrid, según ha adelantado COPE y ha podido confirmar Relevo.

Recibido el informe, Competición dará el segundo paso: se reunirá este miércoles y decidirá si las quejas del preparador merecen castigo (existen altas probabilidades de que así sea). En ese caso, abrirá un expediente al italiano, se lo notificará a las partes implicadas (el entrenador y el Real Madrid) y nombrará a un Juez Instructor que se encargará de analizar lo sucedido.

Si el caso llega a sus manos, el Juez Instructor se basará en el artículo 106 del Código Disciplinario de la RFEF para proponer (o no) una sanción. El texto castiga "la realización por parte de cualquier persona sujeta a disciplina deportiva de declaraciones (...) mediante las que se cuestione la honradez e imparcialidad de cualquier miembro del colectivo arbitral". Es el mismo que condenó a José Luis Gayà, sancionado con cuatro partidos por sus palabras tras un encuentro ante Osasuna en abril: "El colegiado ha visto el penalti y no ha querido pitarlo".

La norma contempla la misma pena para un futbolista que para un entrenador: de cuatro a doce choques de suspensión (suele quedarse en el castigo mínimo) y una multa económica de entre 601 y 3.005 euros.

El Juez, en resumen, será el encargado de dar el tercer paso. Después de escuchar al técnico y al club, trasladará su informe a Competición y propondrá una sanción. Hay un detalle importante: su dictamen no es vinculante. El Juez puede considerar que las palabras de Ancelotti no merecen castigo y que Competición, tras valorarlo, sancione igual al italiano. O al revés: que el Juez estime que merece el castigo máximo (12 partidos) y Competición lo reduzca al mínimo (cuatro).

Cuando tenga en su poder el informe del Juez, el Comité tendrá la última palabra. En caso de que sancione al italiano, el Real Madrid dispondrá de diez días para presentar alegaciones al Comité de Apelación; si este no estima su recurso, el club blanco podría recurrir al Tribunal de Arbitraje Deportivo en última instancia. Todo se terminará ahí. Si el TAD tira por tierra la defensa del club blanco, no habrá escapatoria posible para Ancelotti.

El proceso ya está en marcha, pero será largo. El caso de Gayà es el ejemplo perfecto: el Juez Instructor propuso la sanción el 12 de mayo, Competición decidió castigarle el 25, la entidad che recurrió a Apelación y al TAD en los días posteriores y este último tomó la decisión definitiva el 11 de agosto, casi cuatro meses después de que el capitán valencianista pronunciase sus palabras. Ancelotti teme algo similar. El penalti de Asensio le costó dos puntos al Madrid… y a él puede valerle una dura sanción.