¿Por qué Pedri manda más jugando más arriba?
El futbolista canario marcó los tempos del partido jugando como interior arriba del cuadrado en la victoria del Barça ante el Betis.

No hay escenario que le resulte extraño ni metro cuadrado que no pise con la misma confianza con la que uno pisa la alfombra de su comedor. Pedri González fue, como en muchos otros encuentros, el mejor en la sombra. No marcó ninguno de los dos goles ni apareció como asistente, incluso falló dos claras ocasiones de gol. Pero como es habitual en el canario, las estadísticas que todos ven no son las que él necesita para dominar. Porque su dominio nace del juego. Y ahí es casi insuperable.
Desde que Xavi ha dibujado este nuevo Barça de cuatro centrocampistas, son muchas las piezas que se ven beneficiadas con el cambio del egarense. Busquets encuentra muchos más jugadores sobre los que apoyar su inagotable talento en el juego asociativo, De Jong sacia su libertad para moverse y aparecer donde le plazca y Pedri puede vivir allí de dónde nunca debió bajar; de la parte alta del cuadrado. Aún partiendo de zonas en las que la pelota es más difícil que llegue, el canario sigue marcando las diferencias. ¿Por qué?
El fútbol de Pedri tiene distintas vertientes, siendo la que encuentra recepciones a costados del pivote rival la más letal. Ahí, cerca de la frontal, pero no tanto como para que su fútbol se ahogue, Pedri es capaz de atraer como si fuese un mago a todos cuantos le miran y encontrar siempre el pase que la jugada pide aunque nadie lo sepa; porque ahí está el secreto, saberlo aunque nadie lo imagine. Ante el Betis, Pedri tocó 88 balones, dejó un 4/7 en regates y fue, con sus pases el primero que entendió las debilidades del Betis.
Lo mejor en Pedri es que ganarlo en una zona no implica perderlo en otra. Aunque Pedri inicie como interior diestro muy arriba, si el Barça le necesita es capaz de aparecer abajo para generar así la primera superioridad. Ahí, en situaciones límite ante acosos muy agresivos del rival, Pedri tiene talento y lectura para solventar estas situaciones y dar cabida a escenarios favorables de donde se auguraba una pérdida. Con De Jong moviéndose por toda la base y arrastrando marcas, el Barça encuentra en los descensos de Pedri apoyos sobre los que confiar su secreto; con él nunca será revelado.
Está por ver qué sucederá cuando los rivales vayan ajustando sobre el nuevo sistema, qué pasará cuando en vez de venir a buscarte te esperen atrás, pero lo que está claro es que tras el Mundial los mejores momentos de fútbol del Barça se han dado ante los mejores equipos (Real Madrid, Real Sociedad y Betis), demostrando que cuando te buscan, el cuadrado encuentra su máxima reciprocidad entre los integrantes.
Es siempre difícil elegir una clave en un encuentro que ha dejado tantas preguntas, pero si uno mira solo a Pedri entenderá por qué el Barça, durante largos tramos, dominó y conquistó con relativa solvencia las zonas que el Betis no quería que el rival encontrase. Exigiéndole Xavi más llegada, Pedri dejó dos mano a mano que, de pulir ese gesto, elevarán su techo a niveles que todavía no logramos imaginar. En un Barça que se hace enorme en las áreas, fijarse en la voz en off que te susurra al oído es lo mejor que se puede hacer. Pedri siempre tiene el mejor halago para cada uno. Solo hace falta escucharle.