Pedrosa y Badé, los grandes damnificados desde la llegada de Diego Alonso

El cambio de entrenador suele revitalizar el ánimo de una plantilla. Nuevos métodos, nuevas costumbres y sobre todo, nuevas oportunidades para aquellos que no gozaban de muchos minutos en la anterior etapa. También ocurre lo contrario, futbolistas que tenían la confianza del cuerpo técnico saliente pierden protagonismo. Esto le ha ocurrido a Loïc Badé y Adrià Pedrosa desde que el Sevilla hicera oficial el fichaje de Diego Alonso.

El lateral, una de las apuestas de Monchi para esta temporada, no partía con opciones de ser titular en el inicio del campeonato. Mendilibar no acababa de verlo al mismo nivel que sus compañeros y la apuesta era clara: Marcos Acuña. La lesión del argentino en Vitoria propició su aparición en el once. Aunque el extécnico sevillista entrenó esa semana con la idea de colocar al canterano Kike Salas en el lateral izquierdo, la misma mañana del partido decidió cambiar sus planes y poner a Pedrosa.

Desde ese momento, el exlateral del Espanyol acumuló cuatro titularidades y dos suplencias en LaLiga, aunque incluso desde el banquillo disputó minutos. Cuajó buenos partidos, sobre todo en el empate ante el PSV en la Champions League, donde incluso se le anuló un gol por una mano muy discutida. Ayer acumuló sus primeros 9 minutos desde el cambio de entrenador.

Sorprende también la nueva suplencia de Loïc Badé. Desde que llegara la temporada pasada en el mercado de invierno para subsanar la plaga de lesiones que padecía el Sevilla en el centro de la defensa, el galo se había convertido en indiscutible. Este año, y a pesar de la llegada de Sergio Ramos, Badé parecía el único fijo. Tan sólo se quedó sin jugar ante el Alavés, ya que fue expulsado en el primer partido ante el Celta. Desde entonces, participó desde el inicio en todos los partidos ligueros, disputando todos los minutos.

Tras la llegada de Diego Alonso, Badé ha desaparecido de las alineaciones. En los tres partidos ha tenido que empezar viendo el encuentro desde el banquillo. Sólo ha disputado 13 minutos ante el Real Madrid, cuando entró en lugar de Gudelj. Ayer, ante el Cádiz, ni saltó a calentar. Dos jugadores de futuro que intentarán utilizar la Copa del Rey para convencer a su nuevo entrenador.