El penalti de Araujo que valida el argumento de Gündogan: "Tienes que estar seguro de si llegas al balón o no"

Un balón a la espalda de Pau Cubarsí en busca del veloz y perspicaz Peter Federico provocó una acción desmesurada y caótica de Roland Araujo, en la diana después de su error ante el PSG que costó al Barcelona quedarse con diez jugadores y, a la postre, caer por 1-4 y despedirse de la Champions. Todo lo que arrastró aquella acción, las declaraciones de Gündogan, la respuesta del uruguayo y la conjura fallida para pelear la Liga en el Bernabéu, sobrevoló en esa jugada de nuevo sobre el césped de Montjuïc.

Araujo se lanzó al suelo sin contemplaciones en una acción al límite en la que no midió de nuevo bien la velocidad de su oponente y acabó cometiendo un penalti que, unido al error inicial de Ter Stegen en el gol de Hugo Duro, supuso el 1-2, un resultado peligroso para el equipo culé, que dispuso de toda la segunda parte para remontar aunque con un jugador más por la expulsión del meta valencianista. A pesar de protestar inicialmente, Araujo fue consciente del nuevo error cometido puesto que Federico no iba directo a portería. Finalmente, el Barça remontó en el último cuarto de hora y se llevó el encuentro por 4-2.

"Araujo y todos -comentaba Xavi sobre los errores-, pero son futbolistas muy jóvenes. Son aprendizajes, nos tiene que servir de cara al futuro. Todos debemos competir mejor para ganar estos duelos. Cuando el partido está alto, hay que controlar estos detalles, pero nos ha salvado muchas veces", reconoció el técnico tras el encuentro.

La jugada recuerda a la de Barcola en la que tampoco el uruguayo midió bien. Aquel martes de autos, el central derribó al delantero cerca del área cuando embocaba a Ter Stegen y vio la roja. Después del encuentro, Ilkay Gündogan lo señalaba así: "Es duro decirlo... Pero en estos momentos tan cruciales tienes que estar seguro si vas a por el balón. Yo no sé si toca el balón o no... Yo prefiero conceder un gol o incluso permitir un uno contra uno. Yo no sé si llegaba al balón o no, pero dale al portero la oportunidad de pararla, o incluso dales el gol".

A los dos días, mientras Koundé recordara en redes que eran un equipo en un mensaje que se entendió por Gündogan, Araujo habló de que "tengo valores y códigos que hay que respetar". El incendio se apagó al día siguiente cuando el Barça cerró filas, habló de un un malentendido y todo quedó en eso. El propio Araujo reconoció incluso que habló con Gündogan para dar por finiquitado el asunto.

El central azulgrana no está atravesando sus mejores momentos de juego, con el final de la temporada en el horizonte y la apertura de un mercado donde todo apunta a que será protagonista. Aunque está en conversaciones con la dirección deportiva para la renovación, su caché y la insistencia del Bayern de Múnich en invierno le colocan en el escaparate en un Barça que necesita ventas para cuadrar el ejercicio. Además, el central nunca ha sido contundente cuando se le ha preguntado por su futuro. "Hay que terminar bien la temporada porque todavía hay desafíos, también con Uruguay con la Copa América. Estoy contento en Barcelona", dijo en marzo, en el estreno de Barça One con un reportaje sobre su figura.

Los errores en esta tramo final de temporada están penalizando al Barcelona. La expulsión de Araujo y dos despistes de Cancelo fueron fatales ante el PSG y dejaron al equipo fuera de Europa. Y ante el Real Madrid sucedió lo mismo. La falta de contundencia y errores individuales acabaron por certificar el tropiezo en el Santiago Bernabéu. Esta noche ante el Valencia, dos errores grotescos de Ter Stegen y Araujo cuando el Barça estaba por delante en el marcador, con el partido controlado y sin sufrir en exceso, vuelven a poner de manifiesto los errores de concentración que tanto han penalizado el equipo azulgrana esta campaña y le dan la razón a aquellas palabras de Gündogan.