GRANADA 1 - CELTA 2

El penalti más cruel para Puertas en su homenaje final al Granada: "Tenía una costilla rota, no podía ni correr"

El jugador se despidió del club de su vida y quiso jugar pese a que apenas podía moverse.

Antonio Puertas y Víctor Díaz se despiden del Granada./GRANADA CF
Antonio Puertas y Víctor Díaz se despiden del Granada. GRANADA CF
Jonás Pérez

Jonás Pérez

Antonio Puertas se ha despedido de Los Cármenes como una leyenda del Granada. Tras siete años inolvidables, donde ha vivido las etapas en Primera División, el futbolista ha tenido su último baile en el estadio. Sin embargo, no ha sido como a él le gustaría y Sandoval ha querido reconocérselo en comparecencia de prensa. El jugador ha pisado el césped con una costilla rota, con un gran dolor, pidiendo jugar en otra posición para evitar más dolor e incluso se ha atrevido a lanzar un penalti en busca de un final soñado.

Sandoval habla sobre Antonio Puertas.

El jugador entró en el minuto 89, pese a que los aficionados pidieran más minutos para él, con el equipo ya matemáticamente descendido. Sin embargo, era imposible: "Lo tenía pactado, no podía sin calentar. Tenía una costilla rota y lleva una semana sin entrenar con el grupo. Le dije que quería que le dieran una ovación y que no quería ni que saliera a calentar". Caso omiso, Puertas quería calentar para estar al máximo nivel y defender la camiseta de su Granada por última vez en Los Cármenes.

"Cuando le vi calentar dije: 'Vaya con este hombre'. Él me dijo: 'Míster, ponme por la banda izquierda que en los giros no me duele tanto'. Para que vean la dedicación y entrega de este hombre y lo cruel que el fútbol ha sido con él", añade el técnico del Granada. Un sacrificio inmenso para un jugador que pidió jugar en otra posición para evitar sufrir más dolor. Probablemente le dolería hasta caminar...

Pero Sandoval también tenía claro que era un día único para su jugador, uno que ha defendido la camiseta del Granada en los momentos más importantes de la historia de su club. "Yo quería que tuviera un reconocimiento porque la afición, de verdad, sabe quien durante estos años ha ayudado a hacer este escudo cada vez más grande". Hasta el técnico tenía hablado con el cuarto árbitro, antes de su entrada en el minuto 89, que le avisara para poder realizar la sustitución antes del final del partido.

Concretamente, le comentó: "Por favor. Déjame cuatro minutitos con éste. Avísame, porque no puede ni correr". Del dicho al hecho hay un trecho. Antonio Puertas salió y se le pasó todo. "Y, mira por donde, ha ido a la guerra", cuenta Sandoval. Le pegaron un puñetazo, le pitaron penalti, decidió lanzaron y el destino quiso que el balón fuese al larguero. Un golpe duro tras un esfuerzo titánico.

"Me quedo con la decisión de querer haber estado ahí para despedirse de su gente y haberlo intentado. En el intento es donde está la bondad de la gente y, sobre todo, la entrega", cierra el técnico. Puertas, lo metiera o lo fallara... Tras el partido fue homenajeado por su gente, recibió un cuadro conmemorativo a su legado y fue despedido como un héroe. Un héroe durante siete años y también en su último baile. Con una costilla rota, quiso dar su último servicio al Granada.