Los penaltis son la herencia maldita de Benzema
Son tres penaltis fallados este curso, uno de ellos en pretemporada, y ningún acierto. Contra Osasuna, varios jugadores animaron a lanzar a Rodrygo, pero tiró Joselu.
Pocos puntos negativos se le pueden poner al Real Madrid en este comienzo de temporada. Más allá de la mancha del Metropolitano, con numerosos culpables de aquella derrota, el equipo blanco se puede dar por satisfecho con el juego y, sobre todo, con los resultados. Diez victorias en once partidos para marcharse al parón líderes de LaLiga y de su grupo en la Champions League. Sin embargo, hay una cuestión que, sin predecirlo, está generando algún que otro quebradero de cabeza: los penaltis.
El año pasado no había duda. Karim Benzema asumió la responsabilidad como capitán y líder ofensivo. Tiraba y delegaba a su gusto. Marcó un total de nueve y falló sólo uno en la 2022-23. Permitió, además, que Rodrygo lanzase tres, todos ellos satisfactorios, y Modric otros tres, aunque el croata falló contra el Al Ahly en el Mundial de clubes. No parecía haber espacio a la incertidumbre, la misma que se ha generado respecto al tema esta temporada.
Algo se torció en Vigo. Allí se señaló el primer penalti favorable a los blancos esta temporada. Rodrygo, que era uno de los lanzadores decididos por el técnico pero no el primero, tomó el balón, disparó y falló. Ancelotti, visiblemente molesto por la decisión que habían tomado sus chicos sobre el campo, explicó lo que había sucedido en la rueda de prensa post partido. "No hay libertad. No sé qué ha pasado. Le he dicho a Valverde que tenía que tirar Luka. El que tenía que tirar no estaba, que era Vinicius. Ellos han elegido que sea Rodrygo y yo no he tenido el tiempo necesario para decirles que debía ser Modric".
Carlo dejaba clara su jerarquía, con Vini irrumpiendo como primer lanzador y Luka y Joselu tras él sin un orden marcado. Contra el Getafe una semana después decidió que la responsabilidad la asumiese el delantero español. Iba a lanzar un penalti que finalmente rectificó el VAR. Rodry, presente sobre el césped, asumía que su rol para esas lindes pasaba a ser secundario.
Contra Osasuna, último capítulo de una serie que se presupone larga. El Real Madrid controlaba el partido y el resultado (4-0). Compartían verde Joselu, que completó los 90 minutos, y Rodrygo, que había salido como suplente, cuando Cuadra Fernández, en el 83', señalaba pena máxima a favor de los blancos. El brasileño atraviesa un valle goleador con apenas un tanto en lo que llevamos de curso. No parecía haber momento mejor para lanzar y recuperar algo de confianza. A pesar de ello, se quedó en un segundo plano, consciente de que ya no aparece entre las primeras opciones. Fede, Lucas o Mendy le animaron a tirarlo, pero ni se acercó a un Joselu que no soltó la pelota desde el pitido del árbitro. Quien sí lo pidió fue Brahim, aunque el gallego tenía claro que lo tiraría él. Segundos después, Sergio Herrera detenía su disparo.
"Cada partido cambia el rango de lanzadores. Hoy tenía que tirar Joselu. Después no sé si han hablado en el campo para darle la posibilidad a Rodrygo, pero el lanzador era Joselu", explicó Ancelotti en rueda de prensa, añadiendo después que había dado el 'ok' para que se ocupase el ex del Santos si se ponían de acuerdo.
El balance resulta preocupante. El Madrid no ha anotado ninguno de los tres penaltis del curso. Contabiliza un fallo en pretemporada (Vinicius) y dos en LaLiga (Rodrygo y Joselu). Una herencia de la que muchos quieren hacerse cargo, pero que ha generado cierto desconcierto y presión en los implicados. Muchos ojos puestos en quién lanzará la próxima pena máxima...