Lo peor del concierto de Taylor Swift en el Bernabéu: un Madrid 'bloqueado' y un "así no se puede vivir"
El primer concierto de la cantante norteamericana ha confirmado una realidad latente, el ruido que sale del estadio dificulta el descanso en los edificios colindantes.

El primer concierto de Taylor Swift ha dado la razón a todas las quejas por parte de los vecinos del distrito de Chamartín. La cantante norteamericana ha llenado su primer Bernabéu, a falta del de mañana, y en las calles colindantes se ha hecho notar. Mientras el ambiente entre las personas desplazadas para acudir a este y el concierto del viernes ha sido excelente, al igual que la facturación de los comercios cercanos, la parte más amarga del gran show ha ido a parar a los vecinos del barrio.
"Así no se puede vivir", tajante, pero clara, responde a Relevo, Josefina, desde el telefonillo de su casa, situada en plena Avenida de Concha Espina. Desde la comodidad de su casa, a la que no nos ha dejado acceder, se une a las asociaciones en contra del uso como auditorio del nuevo Santiago Bernabéu. Una nueva faceta del estadio que califican como "máquina de billetes" desde sus propias inmediaciones a este medio.
Esta vez, el problema no ha sido solo el concierto. Hace unos días el cantante argentino Duki ya ofreció uno y el revuelo fue mucho menor. En esa ocasión, la "agonía"; como califican los vecinos como Josefina, tan solo duró lo que duró el concierto. Con Taylor Swift la cosa ha sido dramáticamente diferente. Desde altas horas de la madrugada pasada ya había cientos de personas esperando a que las puertas del feudo madridista se abriesen para ver a una de esas artistas que no pasa muy a menudo por nuestros escenarios.
Desde este medio día ya eran varios los grupos de personas que entonaban algunas de las canciones que más tarde pretendían escuchar, como han explicado a Relevo los allí presentes. Este hecho tan solo ha agravado el malestar general entre los vecinos de la zona. Además, en estos momentos, ya hay miles de personas haciendo cola para el concierto de mañana y mientras esperan están disfrutando de las canciones de hoy, pues se escuchan perfectamente de puertas afuera del estadio. En resumidas cuentas, el daño es doble.
El «bloqueo» de Madrid por culpa de Taylor Swift
Por macabro que pueda llegar a parecer, el Bernabéu ha visto con Taylor Swift el mismo, o mayor, despliegue que contra el Manchester City o el Bayern de Múnich en los partidos de semifinales de estos últimos años. Furgones de Policía, perros de rastreo y oficiales armados con escudos, han copado el Paseo de la Castellana y la Avenida de Concha Espina, siendo esta última una de las calles más perjudicadas, pues estaba completamente cerrada al tráfico.
"Está todo Madrid bloqueado por esto. A la calle Padre Damián y la rotonda no se puede acceder, se me están quejando los clientes". El que habla con Relevo es Raúl, taxista de 45 años que lleva toda la tarde acercando swifties al estadio. Durante su jornada laboral se las ha tenido que ver con diferentes agentes de Policía que han interrumpido su paso de "muy malas maneras", como asegura.
En un pequeño listado, todo el dispositivo desplegado la noche de jueves para el concierto de Taylor Swift. Unidades de Caballería, Guías Caninos, UIP, UPR, Brigada Móvil, Unidad Aérea, Seguridad Privada, Subsuelo y Protección Ambiental, así como agentes de la Comisaría de Policía Nacional de Chamartín. Además de la Policía Municipal de Madrid, SAMUR, Protección Civil, Cruz Roja y Bomberos. Casi nada.
Por si fueran pocos los efectivos, la cantante ha llegado en una furgoneta negra de la marca alemana Mercedes, escoltada por dos furgones policiales y cuatro motocicletas del mismo cuerpo. Todo esto, además de demostrar lo que mueve una cantante como lo es la norteamericana, nos lleva a la problemática del principio. Más coches, más caballos, más perros y más gente se traduce en más ruido. El día de hoy seguro se ha hecho largo en los edificios colindantes al Bernabéu, pero por mucha queja que tengan en mente, lo que es seguro es que mañana volverán a sufrir lo mismo.