CONFIDENCIAL RELEVO

Los peores días de Isco en el Madrid: "Yo he ganado cuatro Copas de Europa, ¿y tú?"

Se enfrenta el malagueño a su exequipo, donde fue ídolo y leyenda, emborronada en parte por su declive final

Isco junto a Solari en un partido ante el Valencia en 2018. /Reuters
Isco junto a Solari en un partido ante el Valencia en 2018. Reuters
Hugo Cerezo

Hugo Cerezo

Se enfrenta Isco al Real Madrid, el equipo en el que un día inició su camino a la gloria, pero que luego se convirtió en suelo empedrado. Voló y bailó, fue mago e ídolo, pero la curva empezó a caer picado en 2018, justo cuando Lopetegui le había dado las llaves del equipo. Julen duró medio otoño y llegó Solari. La historia de Isco en el Madrid ni mucho menos acabó con el argentino, porque desde su despido hasta que el malagueño colgó el 22 pasaron tres años más, pero a partir de aquellos meses ya no fue capaz de recuperar su chistera.

Isco ha ido hablando en algunas entrevistas de parte de lo que vivió con Solari en aquel tramo de la 18-19 en el que fue orillado. Ha asegurado que nunca le dio una explicación de su repentina pérdida de protagonismo. Recordemos que para Lopetegui era capital, igual que para Luis Enrique en su recién estrenada selección. Sin embargo, con Solari, desapareció del once e incluso de alguna convocatoria. Hasta que todo explotó.

Entre finales de febrero y principios de marzo el Madrid se derrumbó con dos derrotas seguidas contra el Barça en el Bernabéu y la deflagración definitiva contra el Ajax. Aquella noche del 5 de marzo de 2019, Isco se quedó fuera de la lista y al enterarse previamente no acudió ni a la charla previa ni al partido, como es obligatorio para los no convocados. Le llamaban por teléfono y no daban con él. No vio en directo el 1-4 que cortó la racha triunfal del Madrid de las tres Copas de Europa. Y en los días posteriores, ardió el vestuario.

"Esa charla fue acojonante", recordaba uno de los jugadores que asistió. El cruce de reproches entre entrenador y jugador fue durísimo, hasta el punto de que el capitán, Sergio Ramos, tuvo que intervenir para frenar a su compañero, que entre otras cosas le espetó: "Yo he ganado cuatro Copas de Europa, ¿y tú?". Solari le echó en cara su falta de implicación y, como contó ABC en su día, que no quería pesarse en la báscula. Isco le afeó la dirección del equipo y los resultados que había cosechado, incluso de malas maneras.

"Esa charla fue acojonante"

Aquellos días las reuniones fueron constantes. La plantilla también se encerró, sin el entrenador, e Isco pidió perdón a sus compañeros por no acudir a la charla y al partido contra el Ajax, después de que Ramos exigiera respeto absoluto al entrenador. Ese fin de semana el Madrid jugaba en Valladolid, sabedores todos de que Solari iba a ser destituido. El malagueño, lógicamente, no fue convocado, y el club le abrió un expediente disciplinario del que nunca se supo resolución.

Llegó Zidane e Isco recuperó parte del protagonismo, al menos lo que quedaba de temporada. En las tres siguientes su declive fue imparable: 1.618', 1.092' y apenas 407' en su último curso, en el que el Madrid ganó el doblete pero el malagueño no jugó un solo minuto en Champions. Nunca recuperó el nivel de sus primeras temporadas, ni con Zidane ni con Ancelotti, con los que había brillado en sus primeras etapas, cuando solía ser el futbolista con más partidos jugados. No entendía que no dieran las mismas oportunidades cuando en los entrenamientos "se burreaba" a sus compañeros (regatear).

Seguramente el madridismo priorice lo bueno, que fue mucho (353 partidos, 53 goles, y 20 títulos), sobre lo malo. Isco reconoció posteriormente que se tenía que haber ido antes del Madrid. Porque hay inviernos que congelan, pero pasado el tiempo se recuerda mejor el brillo y la fiesta de primaveras y veranos.