ATLÉTICO DE MADRID

"Que se pongan el traje negro ocho meses": cuando Pacho Maturana duró ocho jornadas

El técnico colombiano fue el primer míster de Simeone en el Atlético: "Llegué a la guillotina de los entrenadores".

Maturana, a la izquierda en su época como seleccionador de Ecuador (1997); Simeone, a la derecha en el último partido del Atlético ante Osasuna. /AGENCIAS
Maturana, a la izquierda en su época como seleccionador de Ecuador (1997); Simeone, a la derecha en el último partido del Atlético ante Osasuna. AGENCIAS
José Luis Guerrero

José Luis Guerrero

"Que se pongan el traje negro durante ocho meses y se darán cuenta si es tan fácil", reivindicaba Diego Pablo Simeone sobre el hecho de meter por undécima temporada consecutiva al Atlético de Madrid en Champions. El primer entrenador que tuvo el Cholo en el equipo rojiblanco, hace casi 29 años, fue el colombiano Pacho Maturana, que actualmente, con 74 años, se encuentra ligado al Atlético Nacional como asesor y forma parte de la comisión de estudios técnicos de la CONMEBOL.

Pacho puede dar fe de las palabras de Simeone: duró ocho jornadas (no meses) en el banquillo colchonero durante la temporada 1994-95. "En esa época decían que el Atlético era la guillotina de los entrenadores. Algunos me decían que no fuera para allá, pero no me arrepiento", recuerda Maturana en Relevo. "Echar un entrenador es como tomarme una cerveza. Puedo echar a 20 en un año. Hasta 100 si hace falta", presumía Jesús Gil.

Maturana se convirtió en el 18º entrenador en la etapa del difunto presidente. "Llegó acá (al América de Cali) Miguel Ángel Gil, que me ofreció la dirección del Atlético de Madrid. Era un salto importante en mi carrera. No era un equipo para mantener la categoría, sino para optar a puestos importantes. Nos faltó tiempo. El técnico hace las cosas desde el ejemplo y la seducción. No tuve ni tiempo para seducir, ni para convertirme en ejemplo", relata el técnico colombiano, que desempeñó un papel bien distinto al del Cholo en el banquillo colchonero.

Su destitución fue lo menos bizarro que le sucedió al Atlético en ese curso, que finalizó con tres entrenadores más: D'Alessandro, Basile ("me cago en el contrato") y Aguiar. Y el desagradable episodio en el vestuario de Las Gaunas con el también colombiano Tren Valencia ("al negro ese le corto el cuello"). "Nos íbamos a Segunda con Maturana", justificaba Gil en su momento. "Ese Atlético de Madrid que empezamos a construir estaba enamorando. Jugaban Vizcaíno, Pirri, Manolo, Kiko, Caminero… Empezamos a hacer una preparación extraordinaria, donde estaba Cholo Simeone también. Un tipo de jugador del que siempre quieren los entrenadores en su equipo: un guerrero en todos los partidos y en todos los entrenamientos. Ha sabido transmitir como técnico sus fortalezas como jugador", destaca Maturana.

"El señor Jesús Gil me decía: 'Míster, traiga jugadores que si no, lo van a echar"

PACHO MATURANA Sobre su etapa en el Atlético de Madrid

El Doctor aterrizó la temporada anterior a la conquista del Doblete. "Ganamos el Villa de Madrid ante el Colonia antes de empezar la temporada por 5-1 y se despertó el entusiasmo. Empezó la Liga y le metimos 6-0 al Valladolid. La gente empezó a ilusionarse, yo también. Pero llegó un momento que Vizcaino, eje fundamental de la estructura, que nunca se lesionaba y que sufrió una lesión grave. Me llaman para ver qué jugadores le pueden sustituir y tomo la decisión de hacer lo mismo que en Colombia: si se lesiona alguien, vamos a las inferiores. Empezó a jugar De la Sagra y luego se lesionó el Cholo, una fractura de clavícula. El señor Jesús Gil me decía: 'Míster, traiga jugadores que si no, lo van a echar', pero yo iba a las inferiores. En menos de un mes se lesionó también Pirri, de tibia y peroné, y para colmo, Caminero", señala el técnico.

Dos triunfos, un empate y cinco derrotas sentenciaron al entrenador colombiano, que no pudo instaurar su famosa defensa en zona. "Mi dificultad en el Atlético fue el no conocimiento para fortalecer una plantilla. Me gustaban mucho Dobrovolski, Manolo y Kiko. Teníamos una plantilla chevere. No tuve tiempo. Estuve más cerca del jugador que del ser humano. No es lo mismo Madrid que Valladolid. El jugador en Madrid es más independiente y va más con la dolce vita. Me faltó tiempo para trabajar la parte humana. Que la parte humana abandonara muchas cosas para dedicarse a la profesión".

Pacho 'murió' en España sin traicionarse. Casi 30 años después, mantiene su particular 'partido a partido', pero citando a Eduardo Galeano: "La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar. Eso que hago yo me sirve para vivir. Yo me levanto a las 7 de la mañana con la misma pasión. No hay exentrenadores: hay entrenadores que no trabajamos. Si no estuviera haciendo lo que hago ahora y conversando con usted, estaría en mi casa y hasta, posiblemente, me habría muerto. Uno queda prisionero de las cosas que le hicieron feliz". Curiosamente, y a colación del Cholo, la utopía del "partido a partido" casi fallece en el mes de noviembre, pero ha vuelto a salir a flote para lucir el traje negro una temporada más...