La posible salida de Denis Suárez del Celta abre un debate en el club

La historia de Denis Suárez en el Celta está a menos de un mes de vivir un nuevo capítulo. Uno más. El jugador continúa apartado por el club, por orden del presidente Carlos Mouriño, desde el pasado verano. Entrena a medias con sus compañeros y no juega, pero el Celta tiene que pagarle su salario, uno de los más elevados de la plantilla. Su salida, que desean todas las partes implicadas, facilitaría mucho la posible llegada de un refuerzo para la parcela ofensiva ya que liberaría espacio en el límite salarial de la entidad. El problema surge cuando se valora el cómo puede ser esa marcha.

Algunas voces importantes dentro del club han manifestado en privado que estarían abiertas a permitir la salida de Denis a coste cero a cambio de asegurarse un porcentaje de una futura venta o varios bonus en función de objetivos, pero Mouriño se mantiene firme en su decisión y reclamará una compensación económica mediante traspaso. Y parece difícil que se mueva de ese punto. El pasado verano hubo fuerte interés de varios equipos en el jugador, pero sabedores de su situación en Vigo se negaron a presentar una propuesta económica ya que el centrocampista no iba a jugar a las órdenes de Coudet (ni ahora de Carvalhal).

Luis Campos, asesor deportivo del club, mantiene comunicación con el futbolista de Salceda en cada visita que realiza a Vigo. Su opinión sobre la situación del jugador dista de la de Mouriño, pero sabe la firmeza que tiene la decisión del presidente y no planteará batalla al respecto pese a que ello conlleve no poder incorporar a nadie en enero. Hace unos días confirmó que la salida del '6' del Celta era la única que contemplaba en el próximo mercado. Tampoco Carvalhal, que se encontró con la situación nada más llegar a Vigo y se limitó a aceptarla, se opondrá a la decisión de la entidad. Bastante tiene con sacar al equipo del pozo. Saben que si Denis deja el club podrán traer ese jugador de desborde que ambos coinciden que necesita la plantilla, algo bastante complicado si el canterano acaba el curso en Vigo.

Denis está en su último año de contrato, por lo que el Celta está obligado a dejarle salir si quiere recibir algo por él. Además, desde el 1 de enero podrá negociar con cualquier club de cara a la próxima campaña, por lo que será libre de elegir su futuro. Esta misma situación estaba sobre la mesa el pasado verano pero el presidente se negó a facilitarle la salida sin compensación económica e incluso le acusó de actuar en contra de los intereses del Celta.

"Lleva un año haciendo una campaña de desprestigio hacia el club y no nos queda más remedio que salir a aclarar esas situaciones. Es un jugador que gana una millonada y que vende a uno de los nuestros para ganar 40 o 50 mil euros -en referencia a la salida del alevín Bryan Bugarín rumbo al Real Madrid-. Es una traición al club y a la cantera del Celta. Él mantiene el conflicto hablando de la situación. Su único fin es perjudicar al Celta", apuntó Mouriño en una comparecencia pública el pasado 28 de julio, donde denunció la actitud del jugador en el mercado de fichajes. "Denis nos quiere forzar a que le dejemos ir libre para así poder fichar gratis por otro equipo y ganar más dinero. A uno de los equipos que le conseguimos, su entorno llamó a ese equipo para preguntarle cuánto más le pagarían si se fuera gratis. No lo voy a permitir aunque eso me impida tener más presupuesto".

El jugador, por su parte, se defendió de las declaraciones del máximo mandatario del conjunto celeste, al que pidió pruebas de sus palabras. "Yo jamás he vendido un jugador ni del Celta ni de ningún otro equipo. Les invito a que demuestren esta afirmación con los documentos pertinentes, así como el ingreso del dinero del que habla. Me habéis escuchado ofrecer soluciones sin agencia alguna de por medio al club para arreglar todo y poder cumplir mi sueño que no es otro que vestir la camiseta del Celta. Aún lo sigue siendo…", escribió el jugador en un extenso hilo de Twitter. Esas han sido sus únicas declaraciones al respecto. En todo este tiempo se ha limitado a cumplir con su obligación de acudir a entrenar.

Las posiciones a día de hoy están muy alejadas. Denis no tiene intención de salir a cualquier destino, y menos cuando dentro de seis meses podrá elegir el equipo en el que jugar los próximos años. Mouriño tampoco va a liberarle para que se marche sin que otro club pague un traspaso. En el medio de ambos está el Celta, que está rozando el descenso y que, en palabras de Luis Campos, busca un jugador con desborde para el ataque. No parece sencillo que las tres partes queden satisfechas en las próximas semanas.