Más precoz que Ansu Fati, Messi o Raúl, ¿dónde está el techo goleador de Lamine Yamal?
Nunca un jugador había marcado tantos goles en LaLiga antes de cumplir los 17 años.

La irrupción en la élite de Lamine Yamal está sobrepasando cualquier previsión que se pudiese haber hecho cuando debutó el pasado mes de abril ante el Betis, incluso cuando firmó unos minutos de escándalo en el trofeo Joan Gamper ante el Tottenham.
Aquel Lamine, que acababa de cumplir los 16 años y lucía como un niño en un parque de atracciones, ha evolucionado y madurado a la velocidad de la luz, sobre todo desde un plano físico y emocional. "Ahora soy uno más, cuando debuté me veían como a un niño", explicó el jugador en una entrevista con UEFA. Y aun así, su máximo potencial aún está lejos.
Hasta la fecha, el canterano ha anotado seis goles (cuatro en Liga, uno en Copa del Rey y uno en la Supercopa), el último este viernes para dar la victoria al Barça ante el Mallorca, y ha repartido cuatro asistencias con más de 2.000 minutos de juego con el primer equipo.
Récord de goles con 16 años
Con su doblete al Granada, Lamine Yamal se convirtió en el jugador de 16 años con más goles en la historia de LaLiga. No es el único récord de precocidad que ha batido esta temporada el extremo del Barcelona. Con su primer gol de la temporada, también ante el Granada, ya superó a Fabrice Olinga como el goleador más joven de la competición.

Si marca en lo que resta de Champions League, también superará a su excompañero Ansu Fati como el más precoz goleador en esa competición. Fati, ahora cedido en el Brighton, marcó con 17 años y 40 días en un partido contra el Inter de la temporada 2019-2020. Lamine terminará la temporada sin cumplir los 17. Los cumplirá el 13 de julio, un día antes de la final de la Eurocopa, donde estará con la Selección española salvo lesión o sorpresa. Allí también podría batir el récord de precocidad goleadora, en poder del suizo Johan Vonlanthen desde que le marcara a Francia con 18 años y 141 días en 2004.
No tiene lejos lograr también ser el que más goles marque antes de los 18 y los 19. Hay tres jugadores que comparten el récord de máximos goleadores antes de cumplir los 18 años con 11 goles. El más reciente es Ansu Fati y los otros dos son Iraragorri, jugador del Athletic Club en los 30 y 40 del siglo pasado; y Pablo Pombo, jugador de la misma época que jugó sobre todo en el Racing de Santander.

Luego aparece Raúl González. El exjugador del Real Madrid es el máximo goleador antes de los 19 (28 goles), los 20 (49), los 21 (59), los 22 (84), los 23 (101) y los 24 (125). Y a partir de ahí es Messi el que tiene la cifra goleadora más alta año a año.
¿Es un goleador Lamine Yamal?
Lamine va a ritmo de poder llegar a los 10 goles anotados en su primer curso, una cifra más que notable teniendo en cuenta todas aquellas cosas que hace muy bien el canterano: pasar, regatear, generar volumen de juego. El gol es un complemento que, además, llegará porque si algo ha demostrado Lamine Yamal en el fútbol formativo es una enorme facilidad para relacionarse con el gol.
El periodista Jaume Marcet, que ha estado trabajando en Barça TV hasta su cierre siguiendo el fútbol base, explicó en Sport que el canterano anotó 357 goles desde prebenjamines, una media de 1,4 por encuentro. Su progresión meteórica le llevó a jugar menos de 100 partidos en el fútbol 11, por lo que al llegar al primer equipo había estado más tiempo jugando en fútbol 7 que en las dimensiones que después se encontraría. Más allá de las cifras, que en la mayoría de años nacen de una superioridad manifiesta respecto a sus rivales, lo interesante es ver qué registros tenía Lamine para marcar goles.
Lamine Yamal ha jugado tanto de falso 9 como de extremo, y su paleta de definiciones es casi infinita. Como ante el Granada o Athletic Club, es capaz de marcar desde fuera del área, con disparos distintos; es marca de la casa. Como ante Osasuna, su regate hacia dentro y posterior definición buscando el palo largo es otro de los puntos fuertes de Lamine, algo que irá mejorando a medida que gane más explosividad en su primer paso para ganarse un metro extra.
El único punto que todavía no se ha visto es su enorme capacidad para definir ante el portero. En categorías inferiores era recurrente verle regateando al portero, fintando y usando todo tipo de recursos técnicos para definir. Su frialdad y calma ante estas situaciones marcaba la diferencia y es el único punto que Lamine no ha trasladado al máximo nivel. Pero llegará.