ATLÉTICO DE MADRID - ATHLETIC CLUB

La pregunta que recorre Bilbao y que también llega al vestuario: ¿Puede el Athletic pelear LaLiga?

Los rojiblancos encaran los meses decisivos a seis puntos del liderato y afrontan su primer duelo directo con la expectativa de saber hasta dónde pueden llegar.

Los jugadores rojiblancos celebran uno de los goles ante el Valladolid./Athletic Club
Los jugadores rojiblancos celebran uno de los goles ante el Valladolid. Athletic Club
Patxo De la Rica

Patxo De la Rica

"Todos pensamos y nos pasa por la cabeza el poder vernos ahí arriba hasta el final, pero poco a poco, porque si haces números para poder estar ahí no se puede fallar nada de nada". Así respondió Mikel Vesga esta semana cuando se le preguntó en rueda de prensa si una victoria esta noche en el Metropolitano permitiría soñar con dar la campanada y convertirse en un candidato real por LaLiga. El Athletic Club lleva meses con esa incógnita. ¿Es capaz este equipo de conseguirlo? Los números dicen que sí, ya que después de 25 jornadas siguen a la estala de los grandes y se mantienen en la lucha, con una racha histórica de 16 encuentros sin perder en LaLiga, algo que no conseguían desde 1930. Pero todos, desde la afición a los jugadores, son conscientes de la dificultad que entraña.

De hecho, el propio Vesga finalizó su respuesta con una frase que resume el sentir generalizado. "Nos gustaría pensar en estar en la próxima Champions y eso ya sería estupendo", decía, reforzando una respuesta anterior en la que reconocía que un triunfo les permitiría acercarse al conjunto dirigido por Simeone pero, sobre todo, "afianzar la cuarta plaza". En un curso sobresaliente, compitiendo al máximo nivel en cuatro competiciones, los rojiblancos están demostrando tener hambre, pero los objetivos que el vestuario tiene marcados por el momento son claros: soñar con el primer título continental de su historia y clasificar a la próxima edición de la Champions. 

Ahora bien, no van a renunciar a nada. La premisa que les ha inculcado Ernesto Valverde en estos últimos meses en los que se encontraron junto a los más grandes de la competición es la de no pensar en otra cosa que no sea cada partido. Parece manido, pero tienen interiorizada esta estrategia liguera. Si son capaces de conseguirlo o no únicamente se sabrá en las últimas jornadas y, sobre todo, con cómo sean capaces de salir del próximo mes y medio, en el que deben visitar el Metropolitano y el Santiago Bernabéu. Internamente saben lo complicado que sería aguantar el ritmo de puntuación de los tres primeros y, mucho más, recortarles puntos a los tres. Sin embargo, hay razones futbolísticas para poder soñar.

La primera es puramente numérica. Para hacernos una idea del potencial de este equipo hay que tener en cuenta que desde el mes de septiembre, al que los de Valverde llegaron tras unas cuatro primeras jornadas muy irregulares, han sumado 44 puntos de 63 posibles y solo han caído una vez, en Girona, en una tarde accidentada en la que erraron tres penaltis. Por ponerlo en contexto, el Madrid ha sumado en ese tramo 46 puntos, el Atlético de Madrid 45 y el Barça 42. Es decir, en los últimos seis meses los bilbaínos no tienen nada que envidiar de los principales candidatos al título.

Los 48 puntos actuales que lucen en el casillero rojiblanco son números prácticamente idénticos a los del curso pasado, pero entonces eran quintos a 13 puntos de un Real Madrid que era líder en solitario. De hecho, en ningún momento de este siglo llegaron a falta de 13 jornadas a una menor distancia del primer clasificado, ni siquiera la última vez que fueron a la Champions, en el curso 2013-14, en el que a estas alturas eran cuartos con 47 puntos y alejados en 16 del Madrid. Tampoco en la 1997-98, en la que fueron subcampeones, ya que en la jornada 25 eran sextos con 40 puntos y a nueve del Barça, que lideraba la tabla.

Una posibilidad que fue cada vez más real

En un primer momento, cuando los bilbaínos se vieron en la lucha tras ganar consecutivamente a Real Sociedad, Rayo Vallecano, Real Madrid y Villarreal la preguntaba chirriaba. Iñaki Williams utilizó el famoso 'a lo bajini' al ser cuestionado por ello, con la mirada de extrañeza de Óscar de Marcos en una rueda de prensa conjunta en San Mamés. En el vestuario ni pasaba por la cabeza de los más optimistas. Pero desde entonces, ya en el mes de diciembre y tras sumar cuatro puntos ante Alavés y Osasuna, empezó a rondar los comentarios en el grupo.

Hoy, los más jóvenes son los más ilusionados con verse entre los más grandes de la competición y quienes hablan más abiertamente de esa posibilidad, aún conscientes de la dificultad. Ganar esta noche ante el Atlético de Madrid haría imposible seguir evitando el debate como lo están haciendo en las últimas semanas, al menos públicamente. "Ilusionarse con las cosas siempre está bien. Si la gente se ilusiona con que podamos ganar LaLiga, yo no puedo decir nada a nadie", respondió ayer el propio Txingurri en la rueda de prensa previa.

Corrió en mandar el mismo mensaje que repite una y otra vez internamente. "Yo solo estoy ocupado en ganar mañana porque si pierdes les tienes muy lejos. De lo que se trata es de ganar. Y el jueves volver a ganar. No sé por qué pero siempre hay que ganar", dijo el técnico.

La duda con el descanso

El choque ante el Atlético de Madrid llega en un momento crucial para el Athletic, a solo cinco días de visitar a la Roma. Precisamente, este compromiso internacional es el que genera dudas en cuanto al once inicial que pondrá en liza el entrenador rojiblanco. Más allá de Sancet y Djaló, tiene a todos sus jugadores a disposición y podría haber alguna rotación respecto al once ideal pensando en el Olímpico.

Óscar de Marcos es uno de los candidatos, con Andoni Gorosabel opositando la lateral derecho, así como el propio Mikel Jauregizar, que viene siendo clave en el centro del campo pero tiene recambios de garantías con Prados y Vesga. Incluso, Yuri Berchiche podría comenzar como suplente tras un cuadro gripal que le apartó el jueves de los entrenamientos y con el que se quieren correr los menores riesgos posibles. La Europa League es el verdadero objetivo de este grupo, aunque la pregunta está en la calle y también en el vestuario. Solo el tiempo dirá si pueden luchar por el título de LaLiga más de 40 años después de su última trofeo liguero.