Las preguntas más delicadas que tendrá que responder Joan Laporta por el Caso Negreira

Más de dos meses después de que saliera a la luz el Caso Negreira, Joan Laporta comparecerá hoy ante los medios de comunicación para dar explicaciones. El presidente del Fútbol Club Barcelona ha hecho referencia a las noticias que han ido apareciendo y ha calificado de "campaña" lo sucedido. Ha asegurado que el Barça nunca ha comprado árbitros y ha advertido que denunciará a todos aquellos que manchen el nombre del club.

Laporta ha ido esquivando balas. Pero tarde o temprano tenía que llegar el momento de atender a los medios. Ante el riesgo de que la UEFA les expulse de sus competiciones, el presidente mandó unos días atrás una carta, también a la FIFA, en que les pedía ser "responsables", "no sumarse al escarnio público que está sufriendo el club" y permitir "que el Barça pueda defenderse".

Cartas y comparecencias a un lado, estas son algunas de las preguntas delicadas y aún sin respuesta a las que se ahora se tendrá que enfrentar Laporta.

Josep Contreras fue el intermediario que eligió el Barça para que el nombre del club no se relacionara directamente con el apellido Enríquez. No querían correr el riesgo de que se vinculara a José María Enríquez Negreira, durante décadas vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, con el Barça.

Contreras, que falleció en diciembre, fue el comisionista de esta operación. Javier Enríquez, hijo de Negreira, le entregaba los informes arbitrales en su casa de Gavà y Contreras los hacía llegar al club. Ocupó cargos directivos tanto en el Barça como en la Federación Catalana de Futbol. Bartomeu cortó lazos con Negreira en 2018, presuntamente para reducir los costes del club.

Cuando el Barça cortó relaciones con Negreira, éste volvió a dirigirse al club con un burofax con la intención de seguir vinculados. El ex árbitro relataba que esperaba que todo aquello fuera un "malentendido" y tenía "la firme convicción en la buena reconducción de la relación". En el burofax enviado a Bartomeu, en caso de que este no reculara, le amenazaba con llevar el caso a la justicia.

Comunicó lo siguiente: "Iniciaré actuaciones judiciales para defender mis intereses y derechos que el Club, sin decoro ni respeto, se ha permitido pisotear impunemente". En caso de que Bartomeu prescindiera de sus servicios, amenazó de que daría a conocer "todas las irregularidades" que conoció y vivió "de primera mano en relación con el Club".

El Què T'hi Jugues de la SER fue quien destapó el escándalo de Negreira. Lo hizo hace cerca de dos meses. Antes, a principios de año, el programa de Sique Rodríguez comunicó al Barça la intención de publicar toda la información que poseían. El club dejó el asunto en un segundo plano y se encontró semanas después con la noticia publicada.

El mismo programa destapó años atrás el Barçagate, la campaña de difamación del propio club sobre algunos de sus jugadores. La SER hizo el mismo procedimiento: avisó dos meses antes al conjunto que encabezaba Bartomeu. Dicho esto, ¿Se preparó el Barça durante esos dos meses? ¿Pensaba que la SER no lo publicaría? ¿Les pidió más tiempo?

Uno de los grandes interrogantes del caso es dónde fueron a parar los más de siete millones de euros que ingresó Negreira. La Fiscalía, tras analizar todas sus facturas, concluyó que a pesar de percibir todo ese dinero su nivel de vida no varió en consonancia.

Dos personas clave en esta rama de la investigación son José Martínez Alfonso y Concepción Díaz. El primero era amigo íntimo y era el encargado de ir al banco a cobrar talones por valor de miles de euros. Concepción -Conchi para los más cercanos- fue la secretaria de Negreira entre 1995 y 2018. Declaró que nunca vio un informe arbitral.

Con las cartas sobre la mesa, si ni Negreira ni su hijo se enriquecieron después de que sus empresas recibieran tantos millones vía Barça, ¿dónde terminaba todo ese dinero? Hay que enfatizar que no todos los directivos del club cobran. Hay trabajadores, como lo es el propio presidente, que por estatutos no perciben dinero alguno del Barça. Así pues, ¿Utilizaron algunos directivos del club a Negreira como puente para cobrar o cobrar sobresueldos?

A finales de marzo, la UEFA lanzó un comunicado anunciando que abría una investigación al Barça a raíz del Caso Negreira por "una posible violación del marco legal de la UEFA". A diferencia del ámbito estatal, desde la organización aseguran que los hechos, para ellos, no han prescrito. La UEFA tiene potestad para sancionar al Barça.

El organismo continental quiere que sea una investigación rápida, entre mes y mes y medio. No debe esperar a la justicia española. Las sanciones más normales van desde una multa económica a la inadmisión del equipo en competiciones europeas. En caso de sanción, el Barça podría recurrir en primer lugar al corte de apelación de la UEFA y, en segunda instancia, al TAS.

El Barça, por méritos deportivos, debería competir en la Champions la próxima temporada. Sin embargo, las posibles sanciones a las que se enfrenta podrían dejarle fuera. Las consecuencias a nivel futbolístico y económico serían graves. En términos deportivos, no jugar a nivel continental resta atractivo al club. Tanto para retener estrellas como para seducir posibles fichajes. Y en el ámbito monetario, no participar en Europa supondría dejar de ingresar un monto que el Barça difícilmente puede permitirse.

"No tienen nada y lo único que han querido es faltar a nuestra reputación y honorabilidad", protestó Laporta. El presidente relató que el Barça se juega "123 años mostrando valores, compromiso, honestidad y fairplay porque así entendemos el fútbol, el deporte y la vida".

Sea cual sea el desenlace del Caso Negreira, el Barça llevará marcado en al piel durante muchos años este escándalo. Fuera del Camp Nou se le recordará vaya donde vaya. ¿Cómo se puede limpiar esta mancha? ¿Cómo de tocada quedará la reputación del club a nivel nacional e internacional?