El Gobierno se persona en el caso Negreira: ¿cuáles son los siguientes pasos?
El CSD ya se ha pronunciado. La jueza tiene que decidir si se queda el caso o lo envía a la Audiencia Nacional. Y también el riesgo de una Champions sin el Barça.

Desde el primer momento tanto el Consejo Superior de Deportes como el Ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, se mostraron muy beligerantes con el caso Negreira, pero no se habían postulado de forma oficial. Hace justo un mes dijo: "Cuando sepamos si el proceso se judicializa, decidiremos si el Gobierno se persona". La realidad no le dio mucho más tiempo de reflexión y menos de una semana después, el día 15 de marzo, el caso llegaba al Juzgado de Barcelona. No habían concretado su participación hasta este mismo lunes, cuando se han personado como acusación particular.
Cuando el caso llegó al Juzgado de Barcelona, entró el Real Madrid, pero no el Gobierno, que ha esperado hasta este 10 de abril. "Se está preparando todo, pero nos personaremos de forma inminente", fue la respuesta que siempre, durante todo este mes, han estado ofreciendo desde el CSD. Es verdad que ha coincidido la Semana Santa por medio y precisamente ha sido a su conclusión cuando el Gobierno ha dado ese paso al frente.
¿Por qué es tan relevante que se haya presentado el Gobierno? Pues porque ofrecerá una vía "de escape" al Juzgado de Barcelona: entrando el CSD significa que el Gobierno está en el caso y que la implicación que entienden, o el daño que pueda haber producido en el hecho que se juzga, no se limita al Barcelona y por lo tanto, debe articularse en una sede mayor: la Audiencia Nacional. Y mucho más ya si se considera que la presunta corrupción puede haber influido en algún resultado que afecta a la quinielas (Loterías y Apuestas del Estado).
Esto, sumado a que la Fiscalía Anticorrupción se "ha quedado" el caso por encima de la de Barcelona, ofrece una salida muy razonable en el caso de que la jueza, Silvia López Mejía, considere que se deba inhibir de este caso en favor de la AN.
El Gobierno, vía CSD, se persona en el caso Negreira.
— Relevo (@relevo) April 10, 2023
El Consejo Superior de Deportes ha presentado el escrito de personación en el Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona.
Tras el Real Madrid, eran los últimos que faltaban por tomar parte en el caso.
✍ @sergiofernan5ez pic.twitter.com/cx1Eh1nsDz
Lo gordo: posible sanción UEFA
Todo lo que hemos hablado hasta ahora, por rápido que parezca, son tiempos "de justicia ordinaria". No de actualidad deportiva, ni de prensa, ni siquiera de planificación tal y como la entiende un club de fútbol. Ahora tiene que iniciarse la fase de Instrucción del caso, pedir pruebas periciales, agendar interrogatorios, recibir recursos, pedir a Hacienda documentos... Si le ponemos un par de años de estimación a todo este proceso, no nos equivocaremos por mucho.
Pero el riesgo para Barcelona no está aquí, al menos no por ahora. Lo que más preocupa al conjunto azulgrana a corto plazo es la investigación que está llevando a cabo la Comisión de Ética e Integridad de la UEFA sobre el Barcelona. Empezó el pasado 23 de marzo por, según sus palabras, una "posible violación del marco legal UEFA".
Ellos requieren mucha menos burocracia: en pocos días, máximo un par de semanas, tendrán lista una decisión inicial, que no es sino el paso previo a la apertura de un expediente disciplinario. ¿Qué pasará a partir de ahí? Pues que UEFA solicitará tanto al Barcelona como a la RFEF, e incluso a las autoridades nacionales a las que pueda apelar, la información que considere oportuna y tomará una decisión. Rápida también, en menos de un mes incluso.
A partir de ahí el Barcelona, si resulta sancionado (las más normales son multa y exclusión de competiciones europeas por el periodo que consideren oportuno), tiene la opción de acudir al Comité de Apelación UEFA (casi nunca se llevan la contraria entre ellos) y, después, al máximo tribunal deportivo europeo: el TAS.
¿Se pueden quedar sin la próxima Champions?
¿Dará tiempo a que una posible sanción que excluyera al Barça de la próxima Champions fuera efectiva? Desde luego que sí. La Junta de Laporta está intentando que no se tome ninguna decisión hasta que la justicia española no decida, pero es muy complicado que eso les salga bien: UEFA no tiene nada más que decidir si se ha violado el artículo 31 (4): "No haber estado directa y/o indirectamente involucrado, desde la entrada en vigor del Artículo 50(3) de los Estatutos de la UEFA, es decir, el 27 de abril de 2007, en ninguna actividad destinada a organizar o influir en el resultado de un partido a nivel nacional o internacional".
Si para ellos pagar a un vicepresidente de los árbitros es razonable pensar que podría influir en un resultado, les sancionarán. Sin mayor necesidad de burocracia. Después, en último caso, el TAS deberá decidir si esta sanción se ejecuta de forma inmediata, o queda en suspenso a la espera del proceso de la justicia ordinaria.
No le ayudarán al Barcelona, en este caso, ni sus tensiones con UEFA, ni su alianza con Real Madrid y Juventus por la Superliga. En realidad tampoco le van a perjudicar. Pero a nadie se le escapa que la relación de Ceferin con el club azulgrana no es la mejor, ni mucho menos. Ni que las pérdidas económicas para la UEFA por una Champions sin los de Xavi serían muy limitadas porque esos derechos de TV ya están vendidos.
En cualquier caso, sea o no para la próxima temporada ya, lo que sí parece incuestionable es que el mayor peligro, ahora mismo, por el Caso Negreira va a llegarle al Barcelona vía UEFA. Para la 2023-24 o para la (o las) siguientes.
La postura del resto de las partes
Todavía no han pasado ni dos meses desde que explotó el Caso Negreira. La Cadena Ser en Barcelona destapó lo que lleva camino de convertirse en el peor escándalo de la historia del fútbol español: el Barcelona y sus pagos (reconocidos y todavía no explicados) al que fuera vicepresidente de los árbitros españoles, José María Enríquez Negreira. Durante 15 años, cerca de siete millones de euros y con una implicaciones que todavía no está claro hasta dónde van a llegar, pero que ya van por la vía penal.
Ha pasado de todo: desde un tímido inicio en el que el entorno Barça intentó dar un capotazo al asunto dejando entrever que eso era una práctica habitual y molestándose porque este caso saliera, sospechosamente, "en el mejor momento deportivo del club". Enseguida quedó claro que eso no iba a colar. Tampoco lo de los "informes verbales" (primero) y después "informes" a secas, como razón para pagarle medio millón de euros al año a un directivo arbitral en activo y a su hijo.
La situación escaló rapidísimo: LaLiga quiso hacer un comunicado de protesta conjunto de todos los clubes. Real Madrid y Barcelona se negaron. Un árbitro (del colegio catalán), Estrada Fernández, decidió por su cuenta denunciar a Negreira y a su hijo y no participar en las investigaciones de la RFEF sobre el caso.
La fiscal de Barcelona finalizó su investigación y la envió al Juzgado número 1 de Barcelona, que aceptó a trámite, claro, el caso. Y entonces sí se personó el Real Madrid, con aparente contundencia, enturbiando al parecer las fantásticas relaciones que le unían con el Barcelona.
Los sumarios se entregaron a todas las partes personadas (investigados, acusación particular, acusación popular, afectados...) y pocas horas después pasó lo que pasa siempre: ya lo tenía todo el que se había molestado en buscarlo un poco y preguntar. Más de 2.000 documentos entre facturas, detalladas inspecciones fiscales, declaraciones de los implicados y un informe médico que avisa de que Negreira difícilmente va a poder participar en el juicio porque sufre un principio de Alzheimer. Ya se verá.
En cualquier paso, ya todos los agentes principales del fútbol español están personados en un asunto cuyo desenlace es incierto. La máxima preocupación blaugrana, consciente de los tiempos de la justicia ordinaria en España, es la decisión que tome UEFA, cuyas leyes marcan que el pago del Barcelona al vicepresidente arbitral no ha prescrito y, por tanto, no queda exento de sanción. Mientras investiga, el Gobierno ya ha dado el paso a personarse. El caso avanza por dos vías y, como ya plasmó Laporta a través de sus redes sociales "ahora ya están todos".