La preocupación en Real Madrid con Mbappé y Vinicius va más allá de la química: O brilla uno, o brilla otro… o ninguno
Ninguno de los dos cracks destacó contra el Atlético. En el club esperaban una sociedad más coordinada a estas alturas.

El Real Madrid se frotaba la manos pensando en juntar en la misma plantilla a Kylian Mbappé y Vinicius Junior. Dos de los mejores jugadores del mundo debían asegurar rendimiento ofensivo inmediato. Una diferencia competitiva respecto a cualquier otro equipo de Europa. Sin embargo, siete meses después de la llegada del francés, la mezcla entre los dos cracks no acaba de funcionar. Una cuestión que va mucho más allá de la faceta defensiva o de la química fuera del campo que pueda existir entre ambos.
El análisis es evidente que hacen de puertas para dentro es que o brilla uno, o brilla el otro, pero no suele pasar que brillen los dos. Al contrario, suele suceder que ninguno de los dos se luzcan. Se cuentan con los dedos de la mano los encuentros en los que tanto Mbappé como Vinicius han encontrado su mejor versión jugando juntos, ya sea combinando o exclusivamente a nivel individual. Ellos hacen por conseguirlo buscándose constantemente y tratando de regalarse goles, pero lo que puede ser considerado un gesto de compañerismo queda forzado a los ojos de la mayoría, como si se obligasen a una sociedad que no acaba de funcionar.
Contra el Atlético volvió a pasar. Vinicius tuvo un partido aciago, fallando un penalti y anulado por su lateral en la mayoría de ocasiones. Mbappé prácticamente no apareció, enredado en la densa defensa rojiblanca. Acabó el encuentro sin remates en su estadística. Eso sí, el francés generó la jugada del penalti con una carrera marca de la casa.
El penalti de Lenglet sobre Mbappé. #UCL #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/xpjpKq9Gmr
Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) March 12, 2025
En el club entienden que encontrar un punto común para ambos no es fácil, pero sí esperaban que a estas alturas de la temporada las sensaciones fuesen otras. A nivel individual, no existen dudas. Tanto Vinicius como Mbappé son dos cracks mundiales y, mientras estén sanos, deben jugar. No existe un escenario en el que cualquiera de los dos pase al banquillo. Pero sí preveían ver una mejor versión de ambos. No se trata de que combinen a la perfección o se encuentren sobre el campo, sino de que se potencien liberándose espacios y mostrándose más precisos en los metros finales.
En lo que va de curso han coincidido en el once en 32 ocasiones, 35 en total contando en la que alguno de los dos ha entrado desde el banquillo. Vinicius lleva 19 goles y Mbappé, 29. Sólo en ocho de esos 35 partidos han visto puerta los dos. La última vez, contra el Rayo Vallecano, un encuentro en el que marcaron la diferencia gracias a su talento y que el Valdebebas esperaban que sucediese más a menudo, pero lo cierto es que grandes partidos de ambos salen con cuentagotas.
Sin obviar el juego defensivo, un punto que juega claramente en su contra. Mbappé protagoniza los peores datos a nivel de distancia recorrida y presiones realizadas. Vinicius corre más, pero sin orden. Sigue sin tener preceptos básicos para robar la pelota. Ancelotti trata de encontrar el camino para que ambos aporten su granito de arena, pero no suele conseguirlo, lo que desespera al resto de compañeros.
Respecto a la relación entre ellos, se respetan como compañeros. Ambos entornos aseguran que no existe problema alguno, pero tampoco hablan de amistad. Cada uno de ellos entiende que la mejor versión del otro les acerca al objetivo común, los títulos a final de temporada. Esto no quita que, cuando las cosas no salen, aparece el ansia por ayudar al equipo con goles o asistencias.
Queda el tramo más importante de la temporada y pueden solucionarlo. Aunque en el club esperaban un mejor rendimiento de sus estrellas, se apoyan en sus cifras para demostrar que pueden marcar las diferencias. Eso sí, esperaban un sociedad más coordinada después de siete meses jugando juntos.