PRIMERA DIVISIÓN

Primas a terceros por ganar: cajas de bombones, bolsas de plástico, neveras, móviles de prepago...

Llega la última jornada de LaLiga con el fantasma de una realidad que pocos futbolistas se atreven a reconocer públicamente.

Quique Estebaranz consuela a Míchel en 1993, tras la segunda perdida por el Real Madrid en la isla. /JAIME GARCÍA
Quique Estebaranz consuela a Míchel en 1993, tras la segunda perdida por el Real Madrid en la isla. JAIME GARCÍA
José Luis Guerrero

José Luis Guerrero

Las primas a terceros por ganar no son delito según la última sentencia del Tribunal Supremo. Pero sí una práctica perseguida y castigada por LaLiga, así como la Federación, el TAD y la Agencia Tributaria. Hoy, en la última jornada de LaLiga, el título se encuentra decidido, pero la salvación se juega en cinco partidos en donde algunos equipos no se juegan más que la honra deportiva. En este escenario es donde puede brotar la otra realidad del fútbol español, la que todos niegan públicamente y sólo algunos reconocen privadamente. Los famosos maletines por ganar.

Aunque como apuntó el chófer de Ruiz Mateos en Relevo: "Maletines nunca han existido, es un invento de la prensa. Solía ser un neceser o una bolsa de plástico". Lopera, por ejemplo, hablaba en su día de cajas de bombones: "Se compra uno una caja de bombones, se los come y en la caja de bombones se pone el dinero y sólo hay que ponerlo y mandarlo donde está el equipo, un jugador o el entrenador. No tiene que aparecer nadie". Pero las primas a terceros por ganar existían desde hacía mucho más tiempo. En la campaña 1947-48, el Real Madrid de Santiago Bernabéu pagó al Atlético de Madrid para que le ayudara a no bajar a Segunda División.

Una de las primas a terceros más famosas fue la que recibió la plantilla del Tenerife por fastidiarle el título al Real Madrid en favor del Barcelona. "Creo que sí hubo primas, aunque todos se empeñen en negarlo. Siempre que sea una ayuda por ganar, no me parecen mal", cuenta para Relevo Luis Padilla, autor del libro 'El CD Tenerife en 366 historias. Relatos de un siglo', junto a Juan Galarza. Uno de esos relatos del libro corresponde a la historia sucedida el 26 de octubre de 1992: "La 'prima' del Barça al Tenerife… por ganar". Ese día Toño y Manolo Hierro reconocieron públicamente en El Larguero que cobraron primas del Barça (una parte la recibieron en Tenerife y otra, tras jugar el Gamper), lo que acabó en una multa del Tenerife y un expediente sin consecuencias por parte de la RFEF. "Dicen que Valdano también cobra las primas del Barça, pero no se las quedó porque las repartió entre utileros y cuerpo médico", sostiene una fuente cercana al vestuario tinerfeño por aquel entonces.

Diferentes exjugadores consultados por Relevo, confirman de algún modo lo que decía Lopera. Pero no quieren revelar su identidad. No creen que hayan hecho ninguna trampa, pero tampoco quieren ser perseguidos por el supuesto equipo de todos (Hacienda). Por eso hay que remontarse al pleistoceno del fútbol español para encontrar intervenciones públicas reconociendo esta realidad. El gol de Bertoni a la Real Sociedad, en 1980, chafó el título a la Real Sociedad en favor del Real Madrid. Su compañero en la delantera de aquel Sevilla-Real Sociedad, Yiyi, habló de esta manera en ABC Sevilla: "El dinero lo tenía él, estaba todo preparadito, en papel de platina, en fajitos de 500.000 pesetas. ¿Sabe dónde lo había guardado? ¡En el frigorífico! Yo se lo dije, "pero Daniel, hombre, ¿cómo has podido meter el dinero ahí?" Me dijo que en ese lugar no miraba nadie. El dinero estaba fresquito, pero nos lo llevamos calentito".

En la temporada 96-97, el Hércules estaba descendido cuando recibió al Barcelona. Ganaron 3-1 y pusieron en bandeja el título para el Madrid. "Trajeron el dinero en bolsas. Cada jugador guardó su parte en la taquilla. En el vestuario nos repartimos el dinero. Algunos jugadores se entrenaron con la llave de la taquilla escondida en los pantalones. Al acabar el entrenamiento, salieron con el dinero escondido en la ropa sucia. Todo era cómico", desveló en su día un jugador del Hércules a ARA.

Aunque, sin lugar a dudas, el Depor-Valencia de 1994, con el penalti que detuvo González a Djukic y que le dio LaLiga al Barcelona. "Claro que hubo prima, y cuantiosa, del Barça. Recuerdo que nada más terminar el partido me dediqué a consolar y levantar del suelo a jugadores del Depor que estaban destrozados. Sí, cobré, pero era un dinero amargo. Esa Liga la perdió el Depor. Bebeto me recriminó que éramos unos vendidos y que si no me daba vergüenza", explicó Fernando Giner en 2008.

Perspectiva legal

"Con las primas a terceros por ganar entramos en una dimensión ética relacionada con el artículo 286 bis 4 del Código Penal. El artículo 51 del Código Disciplinario de la RFEF establece que la predeterminación del resultado de un partido mediante precio, intimidación o simples acuerdos, en alineaciones indebidas y, en general, en todos aquellos en que la infracción suponga una grave alteración del orden del encuentro o de la competición, los órganos disciplinarios estarán facultados, con independencia de las sanciones que, en cada caso, correspondan, para modificar el resultado del partido de que se trate", explica para Relevo el abogado deportivo José Carlos Pérez Arias. 

"Un jugador puede, con su actuación, como una opción posible, perder un encuentro, pero no ganarlo. Y no puede ganarlo porque no depende exclusivamente de su voluntad, sino de otros factores. Y lo que no puede conseguirse voluntariamente, porque es imposible, tampoco puede ser sancionable penalmente", sostiene el Tribunal Supremo tras el Caso Osasuna, acaecido en la 2013-14 y en la que el club rojillo pagó para que el Betis ganara al Valladolid y se dejara ganar en Pamplona. En esa sentencia (000111/2020), las magistradas detallan el modus operandi para cobrar esas primas: encuentros en párkings o garajes y en furgonetas, comunicaciones con móviles prepago, bolsas de dinero...

La problemática que subyace con el asunto de las primas a terceros es la de amaños de partidos, puesto que las primas por perder no han generado controversia en cuanto a que todo el mundo reconoce su ilegalidad y carácter contrario a la ética del deporte; con las primas por ganar, en cambio, sí. "La sentencia por lo sucedido en el Levante-Zaragoza fue bastante decepcionante. Ahora lo más llamativo en este sentido a nivel legal es lo que ocurrió en febrero de 2022 con el caso Monybet. La directiva del Conil C. F. denunció ante la Guardia Civil a sus propios jugadores porque detectó que los jugadores no estaban siendo profesionales y sospechaban que estaban involucardos en apuestas deportivas", añade José Carlos Pérez.