El siguiente reto del Athletic: olvidar sus debacles de final de curso

El Athletic Club tiene los deberes más que hechos. Con el histórico título de Copa del Rey y la consiguiente clasificación a la Europa League, pase lo que pase será una temporada de sobresaliente. De eso nadie duda en Bilbao. Pero más allá de luchar por la clasificación a la Champions League, objetivo que se complicó el pasado domingo tras el empate al Villarreal, el siguiente reto del vestuario rojiblanco es romper con las últimas temporadas. Ya lo han hecho en muchas fases del curso, superando vértigos recientes, y ahora buscarán no caer en picado en las últimas jornadas del torneo liguero.

La entidad bilbaína ha luchado desde la 2017-18 por regresar a Europa y durante la mayoría de cursos lo pelearon hasta el final. Sin embargo, la sensación siempre era la misma: el equipo se caía en el tramo decisivo y dejaba escapar puntos clave. En la retina quedan la derrota en Sevilla en 2019 cuando un punto era suficiente y, sobre todo, las derrotas en San Mamés la temporada pasada ante Sevilla, Betis o Elche. Unas dinámicas negativas que privaron de conseguir el objetivo europeo y dejaron un regusto amargo en cursos globalmente positivos, como no puede ser de otra forma para un club que ha disputado tres de las últimas finales de Copa y otras dos semifinales.

Hoy, a las puertas de recibir al Granada en San Mamés, donde el Athletic no pierde desde la primera jornada ante el Real Madrid, tienen la oportunidad de seguir derribando barreras. Si será suficiente para asaltar la cuarta plaza será otra historia, pero todo comenzará por revertir esas dinámicas finales y lograr sumar la misma media de puntos en estas siete jornadas finales que en las anteriores.

Los números son asombrosos. En ninguna de estas seis campañas en las que se quedaron fuera de Europa consiguieron más de diez de los 21 últimos puntos en juego. Especialmente grave fue lo del curso pasado, con solo una victoria y un empate en las siete últimas jornadas, con cinco puntos que hicieron posible el objetivo. Diez unidades sumaron en las campañas 2021-22 y 2018-19, por ocho de la 20-21, nueve en la 19-20 y apenas cuatro en la desastrosa campaña 2017-18 en la que finalizaron decimosextos con Cuco Ziganda en el banquillo.

Si los números globales son negativos, especialmente malas suelen ser las tres últimas jornadas, con un máximo de tres de nueve puntos en estos cursos que han sido un dolor de cabeza para jugadores y afición. Por eso, esta generación que ha devuelto la Gabarra a la ría 40 años después y que ha cortado la peor racha histórica sin clasificaciones europeas buscará también dejar un buen regusto final a la ya excelente campaña que han firmado.

El primer rival será un Granada que cuenta los días para que su descenso sea oficial. Precisamente estos rivales han generado disgustos en San Mamés en los últimos años, con los recordados triunfos del Leganés y el Elche, ambos cuando ya estaban descendidos matemáticamente. Después tocará el gran reto de volver a asaltar el Civitas Metropolitano, en el que solo Athletic y Barcelona han sido capaces de ganar esta temporada en todas las competiciones.

Getafe, Celta y Rayo lejos de Bilbao y Osasuna y Sevilla en San Mamés serán los otros rivales en esta recta final en la que los de Ernesto Valverde buscarán mejorar los registros recientes y, por qué no, soñar con dar caza al Atlético de Madrid o al Girona con la ambición de disputar la Champions. Si aquello no sucede, no pasará nada porque el billete europeo ya está sellado y en Bizkaia son muchos los que tienen ya marcada una fecha en el calendario: 21 de mayo de 2025. El día en el que se jugará la final de la Europa League en San Mamés.