El iPad de Röhl y el aura de Klose que Flick echará de menos en el Barça: "Necesita gente en la que pueda confiar"

Un entrenador no es nadie sin su equipo de trabajo. Especialmente en los tiempos que corren, cuando la gestión del grupo se ha convertido en tan capital como el detalle táctico, el análisis del rival o la preparación física de cada equipo. Y controlar el entorno, ese del que siempre se quejaba Xavi y tildaba de "el más complejo del mundo". Confiar en el del al lado es básico, y en eso Hansi Flick tendrá que reinventarse en el Barcelona. Se ha llevado a dos personas de su confianza, como son el entrenador de porteros Toni Tapalovic y el asistente Marcus Sorg, pero le faltan sus dos principales patas.

En los próximos días se acabará de conocer el resto del staff que acompañará a Flick durante su estancia en Barcelona. El alemán está perfilando los que serán sus escuderos. Falta por ver también como se reestructurará el equipo médico, con Ricard Pruna al frente, y el equipo de fisioterapeutas y recuperadores, teniendo en cuenta que de la mano de Xavi, el club había cerrado las contrataciones de Raúl Martínez y Julio Tous de cara al próximo curso. Falta por ver si con la marcha del egarense esas llegadas se van a mantener.

Danny Röhl será una de las ausencias más destacadas del cuerpo técnico de Flick. Röhl es un joven estudioso del juego que se formó en el Leipzig y en el Birmingham y fue su mano derecha tanto en el Bayern de Múnich como en la selección alemana. A sus 35 años, ahora mismo es el entrenador del Sheffield Wednesday en la Championship después de emprender su aventura en solitario. Y allí quiere seguir. "Fue muy importante para él en el análisis del vídeo y también en el campo. Puede ser sustituido, pero Hansi necesita gente en la que pueda confiar. Será interesante ver quiénes se juntan con él", explica uno de los exjugadores con los que contactó Relevo, que conocen bien el entorno y el trabajo del técnico alemán.

Si su trabajo en el Bayern fue valorado, en la selección alemana despertó más críticas por su figura demasiado intervencionista. El exfutbolista Memeth Scholl, historia del Bayern, se expresó así en el documental 'Todo o nada': "Creo que Flick se volvió loco en el Mundial por su estudiante asistente de entrenador [Röhl], que lo distraía constantemente con el iPad. Hansi perdió un poco la cuenta porque confió en el hombre equivocado", comentó. Una corriente de opinión que se extendió por el país teutón.

Una corriente, eso sí, que ahora se ha visto matizada por el buen campeonato del entrenador del Sheffield, que ha extendido un nuevo contrato y que ha encandilado a la entidad después de coger el equipo sin victorias. Hasta Flick fue a visitar a su viejo socio este marzo, aunque sus caminos estén separados. "Siempre logra encontrar las palabras adecuadas para los jugadores adecuados. Ese es un punto muy especial. No puedes dirigirte a todos los jugadores de la misma manera. Ese es el arte de un entrenador, encontrar el punto: ¿Dónde puedo conectar emocionalmente con el jugador?", comentó en Kicker el ahora técnico del Sheffield.

"Es una interesante pregunta. ¿Quiénes le ayudarán ahora?", explica uno de los periodistas que más conocen al Bayern. Y suelta el segundo de los indispensables en su etapa en Múnich, Miroslav Klose, que se encargaba de "aportar su experiencia como jugador reciente e incluso conocía a los futbolistas". Después de que Flick dejara el Bayern, el máximo goleador de la historia de los Mundiales, fue diagnosticado con una trombosis. "Me han prescrito un descanso casi total. No puedo trotar, no puedo nadar, pero sobre todo no puedo jugar al fútbol... Casi me vuelvo loco", comentó en Kicker.

Klose fue capital. Flick cree en la figura de un exjugador que le ayude en la gestión de la plantilla y que además, en el caso de Klose, haya compartido vestuario con muchos de ellos tanto en el Bayern como con Alemania. El delantero estuvo una temporada en el Bayern (2020-2021). Tienen una relación muy cercana y de amistad con Flick. Se conocen desde su etapa en el equipo nacional. Confían el uno en el otro tanto en lo personal como en lo profesional. "Lo pasé muy bien con este equipo brillante y fue muy divertido trabajar en este cuerpo técnico", destacó Klose, que junto a Hansi Flick formó parte del Bayern campeón de las seis copas en 2020.

La experiencia de Flick en la selección alemana sin Klose no fue la mejor, mientras que ahora la afrontará en el Barcelona, también sin Röhl. "Es un experimento", explican los que mejor conocen al alemán, quien deberá reinventarse en muchos sentidos a sus 59 años. La nueva aventura de Hansi en Barcelona empezará sin dos de sus mejores confidentes.