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Primera fisura en el vestuario del Celta entre jugadores y Rafa Benítez

Algunos futbolistas han pedido a Rafa Benítez cambiar la forma de jugar que tiene el equipo.

Rafa Benítez, en un entrenamiento con el Celta. /RC Celta
Rafa Benítez, en un entrenamiento con el Celta. RC Celta
Óscar Méndez

Óscar Méndez

Hay tensión en el vestuario del Celta. La mala clasificación del equipo, dos puntos por encima del descenso tras su derrota en el Bernabéu y la victoria del Cádiz frente al Atlético de Madrid, ha hecho que el ambiente no sea el mismo que hace unos meses, cuando la unión entre el cuerpo técnico y la plantilla era total y los jugadores estaban totalmente volcados con la idea de Rafa Benítez. Ahora, las discrepancias son mayores y han salido a la luz en las últimas semanas.

Los malos resultados del equipo no son recientes, sino que llevan produciéndose desde el inicio de curso. Sin embargo, la sensación de los futbolistas era la de que se estaban haciendo las cosas bien y tan solo la mala suerte y algunas decisiones arbitrales les impedían conseguir más puntos. Ahora, la realidad es que el equipo no está encontrando la manera de meter mano a los rivales y los jugadores han pedido cambios.

Parte de la plantilla ha debatido largo y tendido con Benítez en las últimas semanas sobre la forma de jugar del equipo. El madrileño ha construido un equipo que defiende en bloque bajo y que apuesta por salir a la contra, algo que no conjuga con la tradición del equipo en los últimos años y que no acaba de satisfacer a los deseos del vestuario. Además, también le insistieron en jugar con defensa de cuatro en lugar de desplegar una línea de cinco atrás.

El entrenador, por su parte, ha defendido con datos y números su apuesta. En estas conversaciones, algunas más súbidas de tono pero que desde el club explican que es normal debido a la delicada situación del equipo, Benítez les ha mostrado los parámetros de muchos partidos en los que ha tratado de explicar que cuando el equipo sale a apretar en campo rival o apuesta por posesiones más largas, sufre más.

Es cierto que hay discrepancias entre algunos futbolistas y el entrenador por la forma de afrontar algunos encuentros, pero en A Sede no se han puesto nerviosos. De hecho, entienden que es bueno que haya diferentes ideas dentro del grupo para que entre todos encuentren el camino ideal que les lleve a la permanencia, el único objetivo común que tienen en el club.

Dentro de esta pequeña fisura que existe, no ha habido capítulos especialmente dramáticos ni fuera de tono. Tanto el cuerpo técnico como los jugadores mantienen una buena relación, aunque no es la misma que había con otros entrenadores más cercanos como Carvalhal, por ejemplo. El único episodio que se salió fuera de esta cordialidad llegó a finales de 2023 y se recondujo a los pocos días.

En el vestuario son conscientes de que es necesario estar unidos para salir de una situación que no se esperaban el pasado mes de agosto y que ya se ha llevado por delante a Luis Campos, director deportivo. Es cierto que la sintonía no es la misma que a principios de temporada, y aunque los jugadores querrían jugar de otra manera, respetan la idea de Benítez, con el que todavía creen que pueden lograr la permanencia.