La promesa de Manolo González a Gerard Moreno y lo que se esconde tras su foto en Villarreal: "Si no subimos, yo te doy la baja"
El técnico del Espanyol entrenó durante tres años al delantero del Villarreal en el juvenil del Badalona.

A pocos minutos de que se anunciara la suspensión del Villarreal-Espanyol por riesgo de inundaciones, mientras ambos equipos calentaban, dos viejos amigos, Manolo González y Gerard Moreno, lesionado, departían distendidamente sobre el césped de La Cerámica. Esa charla tan significativa, que se alargó durante un buen rato, no pasó desapercibida por el fotógrafo oficial del club blanquiazul, Carlos Mira, que inmortalizó el momento con una imagen que de inmediato fue compartida por la entidad a través de sus redes sociales con el mensaje "maestro y alumno, reunidos".
Enseguida, se llenó el post de comentarios y citas pidiendo el regreso al Espanyol de Gerard Moreno, perico de cuna y uno de los últimos grandes ídolos blanquiazules, quien se marchó entre lágrimas de Cornellà en 2018 en una transacción histórica, la más cuantiosa que había realizado hasta entonces el club catalán. Su foto con Manolo González aunaba pasado y presente, quien sabe si también futuro, de un club que en los últimos tiempos anda corto de referentes. Y escondía una historia, la que catapultó al delantero catalán hacia la élite, con la inestimable ayuda del actual entrenador blanquiazul, su "padre futbolístico", tal y como se ha encargado de manifestar el de Santa Perpètua de Mogoda en repetidas ocasiones.
En su publicación, por cierto, el Espanyol etiquetó al Badalona. Y es que esa historia sucedió a pocos kilómetros de la capital catalana, en el municipio costero que está justo al lado de la ciudad deportiva blanquiazul, de donde tuvo que marcharse Gerard con 14 años, en 2007, por la falta de oportunidades en la cantera perica. Con todo lo que eso significa para un niño de su edad.
Bajó un par de escalones, pasando del Espanyol al juvenil del Badalona. Ahí estaba como entrenador Manolo González, cuando el lucense se dedicaba al fútbol base, años después de colgar las botas tras una grave lesión en la Montañesa. Al actual preparador perico le sorprendió su actitud en los entrenamientos, casi de jugador profesional; su competitividad y su 'veteranía' pese a ser un adolescente. Le recordaba a Raúl González, según ha comentado en alguna que otra entrevista.
Mestre i alumne, reunits.#VillarrealEspanyol pic.twitter.com/nP2hQd1Fhu
— RCD Espanyol de Barcelona (@RCDEspanyol) March 3, 2025
La mili de Gerard en Badalona
"El Badalona es un equipo mucho más humilde que el Espanyol y creo que ese paso atrás le vino muy bien para ampliar sus registros como delantero. Aprendió a generarse las ocasiones, a buscarse la vida. Muchos de los goles que metía eran de bajar a recibir, girarse y apañárselas solo", cuenta a Relevo Robert Simón, excompañero de Gerard Moreno en su último año en el juvenil escapulado, en Liga Nacional, la segunda división de la categoría.
En lo personal, su comportamiento siempre fue modélico. "Era un chico super sencillo, igual que sus padres y su hermano Dídac. Eran y son gente muy normal", admite Simón, actualmente en el Terrassa, de Segunda Federación. Del mismo modo lo ve Manolo, que siempre verbalizó que es "una de las mejores personas a las que ha entrenado", destacando en su conducta la influencia de su progenitor, Francisco Moreno. Chescu, que es cómo se le conoce, jugó, también como delantero, en distintos equipos modestos de Tercera en Cataluña (Igualada, Europa, Prat y Poble Sec), cerrando su carrera en el Sant Ildefons y el Alcalá, del barrio barcelonés de la Verneda, con 34 años. Fue ahí donde su hijo empezó a interesarse por el fútbol.
"Si no subimos, yo te doy la baja"
Entre los dos, decidieron que la mejor opción tras salir del Espanyol era ir a Badalona, y ambos confiaron ciegamente en Manolo González, cuando en julio de 2009 les aconsejó que se quedaran un año más en el equipo escapulado tras recibir ofertas de clubes superiores. "Habíamos bajado de División de Honor a Nacional, y le dije "yo creo que es bueno que te quedes otro año. Y si no subimos, yo te doy la baja y te vas donde quieras, pero no te va a hacer falta porque te va a fichar cualquier equipo"", le prometió el técnico gallego a Gerard y a su familia, tal y como el propio técnico lucense explicó en un documental producido por el Espanyol sobre la carrera del futbolista catalán.
Se quedó y su tercera temporada en Badalona fue la mejor de todas. "Ya se le veía que tenía un talento que no era normal, iba sobrado para la categoría. Esa pierna izquierda era de otra galaxia", sentencia Simón, quien ese curso jugó de extremo, muy cerca de Gerard, que metió 41 goles en 34 encuentros. Gracias a sus dianas, el conjunto badaloní acabó subiendo a División de Honor, confirmando su ascenso en el Sagnier del Prat, uno de los exequipos de su padre. Aquel es el día que Manolo guarda con más cariño de sus siete años en el juvenil del Badalona.
Gerard Moreno con su padre futbolístico, Manolo González #RCDE pic.twitter.com/LIV16Jnasq
— QUE HABLO - RCDE (@que_hablo) March 12, 2024
El gallego también recuerda especialmente un partido que Gerard jugó con 39 de fiebre contra el Reus y marcó. "Yo creo que fue un 3-3 contra el Reus, sí. Y que él metió los tres goles", piensa en voz alta su excompañero, quien se acuerda de otra de sus actuaciones más brillantes: "Ganamos 1-4 en el campo de la Grama y él hizo los cuatro. Es que era una locura de futbolista". Pese a ser juvenil de segundo año, de tan bueno que era, subía a entrenar una vez a la semana con el primer equipo, que estaba en Segunda B.
El campeonato de España que le dio a conocer
Además de su magnífico curso en el Badalona, lo que impulsó a Gerard fue un Campeonato de España Sub-18 que disputó con la selección catalana, liderada por Deulofeu. El delantero del Vallès Occidental fue el único jugador de Liga Nacional al que convocaron, pues el resto eran de División de Honor. Y si lo citaron fue por la insistencia de Manolo González, que conocía al director técnico de la federación y le aconsejó que se lo llevara.
Gerard marcó en la semifinal y en la final, por partida doble, y eso despertó el interés del Real Madrid, que fue a por él. "El caso es que él ya se había comprometido con el Villarreal y, pese al interés del Madrid, mantuvo su palabra", confirma Simón. Y en verano de 2010, en su último año de juvenil, puso rumbo a Castellón, donde se empezó a escribir la historia del actual jugador groguet. "Es verdad que era un jugador de un nivel superior, pero nunca te podrías imaginar que un futbolista del Badalona podría llegar a lo que ha llegado, siendo internacional con España y nominado al Balón de Oro", reflexiona Simón, quien advierte claramente en el éxito de Gerard la mano de Manolo González.
El gen formador de Manolo
"Todavía tenía más carácter que ahora, era más joven e impulsivo. Nos metía caña, pero tenía mucha mano izquierda; era uno más del grupo. Yo era el más niño del equipo porque subí directamente de cadete al Juvenil A, y ahí vi que Manolo tenía algo especial con los más jóvenes. A Gerard le ayudó mucho a crecer. Ya entonces era un gran formador de jugadores, y lo sigue siendo, fíjate en Antoniu Roca o Jofre Carreras en el Espanyol. Bueno, es que al año siguiente de Gerard tuvo a Mariano Díaz", ejemplifica Simón, nacido en la ciudad de Badalona y que llegó al primer equipo habiendo iniciado su andadura en el club en benjamines.
"Es como un segundo padre para mí. Me enseñó mucho y siempre confió en mí. Siempre me ha dado consejos que yo cogí con orgullo y haciéndole caso", destacó Gerard en el documental del Espanyol, club al que regresó en 2015. De él, más allá de lo futbolístico, siempre destacó Manolo que, pese a su carrera, era un chico "que no iba de crack". Lo ratifica Simón: "Sí, sí, así es. Es lo que dice Manolo, no va de crack ni nada. Su personalidad sigue siendo igual que la que tenía cuando jugaba con nosotros en el Badalona".
También lo piensa del actual entrenador perico, con el que el futbolista del Terrassa sigue manteniendo una fabulosa relación: "Manolo es el mismo que antes, tampoco ha cambiado en nada por estar en Primera. Parece raro, pero es que los dos son tipos muy normales". Seguramente, de ahí que Gerard Moreno y Manolo González sigan manteniendo su amistad tres lustros después de separar sus caminos. La foto que se tomaron en el césped de La Cerámica lo atestigua. Por lo pronto, este domingo en el Villarreal-Espanyol no se volverán a cruzar, puesto que el delantero groguet sigue lesionado y no podrá enfrentarse a su mentor.