Un te quiero, una caricia... y un perdón: la ley del ex es indefectible en un derbi catalán sin altercados
El experico Stuani igualó el gol de Jofre Carreras, el único 'gironí' sobre el césped.
El Espanyol se quedó a las puertas de ganar su primer derbi catalán contra el Girona en el RCDE Stadium. A tres minutos más el descuento, exactamente, pues los rojiblancos igualaron el 1-0 de Jofre Carreras en el 87' con un lanzamiento de penalti a la red de Christian Stuani, experico. En su anterior visita, fue Yangel Herrera el que frustró el triunfo local, en el 85', y silenció a la grada de Cornellà-El Prat que meses antes también había sido la suya.
Ayer, cuando Stuani transformó la pena máxima, pidió perdón a la afición, todo lo contrario que el venezolano, que esta misma semana en declaraciones a RAC1 anunció que quizás volvería a mandar callar a la afición blanquiazul, como ya hiciera en el otro derbi catalán, entre Espanyol y Girona, en 2023. Joan García, con una de las mejores manos de su carrera, por si acaso, le paró los pies.
Volviendo a Stuani, el atacante charrúa se quejó mucho, en el campo y en zona mixta, de un golpe de Calero sin balón en una de las últimas actuaciones del partido. "No hay ninguna duda, la acción es clarísima. Es penalti. Le he insistido al árbitro porque para mí es penal. Pienso que es así", verbalizó ante los medios tras el encuentro. El colegiado cántabro Cordero Vega estimó que solo se trataba de una caricia... o como mínimo de un contacto insuficiente como para señalar, otra vez, los once metros.
La ley del ex no falla
El Girona ha visitado cinco veces el campo del Espanyol y nunca ha perdido, en las tres últimas cumpliéndose además la ley del ex, con Yangel y Stuani como protagonistas. Es indefectible en los últimos tiempos en el RCDE Stadium y ayer también la cumplió un Jofre Carreras que a los 13 años fue 'sisado' de la academia del Girona por parte de Jordi González, que meses antes había pasado de ser coordinador de la cantera gerundense a scout del Espanyol, cuando le enseñaron la puerta.
Da la casualidad que Jofre Carreras era el único futbolista ayer sobre el césped que nació en la provincia de Girona, concretamente en la capital. Le marcó un gol al equipo de su ciudad, un golazo, aunque no el mejor de su carrera -según declaró en sala de prensa el que metió el curso pasado contra el Albacete fue mejor-. Y lo celebró, como siempre, apuntando al cielo y acordándose de sus padres, agarrándose el escudo y haciendo el gesto del corazón, mandando un te quiero a la grada.
El Espanyol-Girona, por cierto, se saldó sin episodios violentos ni ningún altercado destacable entre aficiones más allá de algunos cánticos aislados en ciertos momentos del encuentro y algo de tensión sobre el césped, normal en un derbi, que no pasó a mayores, lo cual es una gran noticia teniendo en cuenta los incidentes sucedidos en los últimos emfrentamientos en Montilivi, incluso con detenidos y agredidos, provocados por la "falsa" y sobrevenida rivalidad entre ambos clubes.