Quique aparca su futuro en el Sevilla pese a la mejoría: "Hay una diferencia gigante"

Ni la buena dinámica de resultados, pese a ese doloroso gol encajado en Almería que lo privó de la victoria, cambia el discurso de Quique Sánchez Flores. Casi tres meses después de su llegada, el técnico del Sevilla sí tiene un diagnóstico sobre muchas situaciones del club, pero su mente sólo está en el presente. Con su experiencia, el madrileño primero quiere amarrar el objetivo de la permanencia y ya tendrá tiempo para exponer su visión del Sevilla y lo que pretendería para un futuro que no sólo incumbe a la entidad.

Tampoco oculta el técnico sevillista que su equipo ha dado pasos adelante. Las últimas victorias en casa, ante rivales como Atlético de Madrid y Real Sociedad, le hacen ver el presente con más optimismo y, sobre todo, resaltando esa mejoría con respecto a su llegada a Nervión. "Estoy en la precaria situación de que no puedo levantar la mirada del suelo y del equipo. De la situación agónica del primer mes a lo que hemos ido mejor después. Pero si me despisto un poco esto se puede volver a complicar, pero sí hay una diferencia gigante del primer mes a lo que va ocurriendo últimamente", indicó Quique, que insistió en dejar a un lado su futuro: "No lo he pensando en ningún momento. No puedo levantar la cabeza para ver más allá del presente ni levantar el pie del acelerador para que el equipo no frene. No miro más allá del próximo partido. No quiero pensar más allá de esta temporada. Sé que el murmullo y la especulación no ayuda. Quiero estar íntegro y preparado para ser el entrenador del Sevilla en los próximos diez partidos".

En ese discurso del partido a partido, Quique quiere recuperar las mejores virtudes de su Sevilla, que han pasado por la solvencia defensiva. "Tenemos la consolidación de un modelo, pero por otro lado debemos confirmar otros aspectos. Por momentos, en el último partido se vio que desde el desorden somos vulnerables. Debemos garantizar el orden por encima de todo, para que a través de ese orden aparezca la calidad de los jugadores", comentó el técnico, que justificó el partido abierto que se produjo el lunes en Almería: "El intercambio de golpes es inquietante, pero era difícil procurar otra cosa ante un equipo que te deja cuatro o cinco jugadores descolgados. Otros equipos han ido allí a lo mismo. El rival propone partidos muy abiertos".

También ha sido una comparecencia de Quique Sánchez Flores con nombres propios sobre la mesa. El primero, Dodi Lukebakio, a quien ha recuperado tras una larga lesión y del que espera mucho en esta recta final de temporada. "Preguntamos por su pasado y sabemos que jugó en otras ligas de extremo y delantero. Me encanta. Es fino, con gran físico, rápido y golpeo. Muy interesante. Fue un fichaje fantástico", dijo sobre el belga, que, con todo, apunta al banquillo tras la recuperación de En-Nesyri, que seguirá formando pareja con Isaac Romero.

Precisamente, el joven delantero fue otro de los protagonistas, tras recibir los elogios del entrenador. "Tiene una forma de jugar que no es pasajera, que llega y trasciende. Creo que podrá llegar a la Selección, lo veo preparadísimo. No hay nada cómo tenerlo en tu equipo para ver los escalofríos que produce en las defensas rivales", señaló Quique, que también ensalzó a Kike Salas, que finalmente no entró en la lista de la Sub 21: "Respetando la opinión de los entrenadores, me sorprende lo de Kike porque creo que es un jugador que está hiperconsolidado y es un jugador excepcional. Tarde o temprano irá a la Selección".